Medicina, El índice Antropométrico y el Diámetro Transverso del Corazón

(Cuadros de predicción para los niños)

Por el Dr. Gonzalo Esguerra Gómez
Profesor de Radiología de la Facultad de Medicina. Bogotá, Colombia, 1950

El estudio radiológico del diámetro transverso del corazón en los adultos, relacionado con el peso y la estatura, es hoy día de uso corriente en la mayor parte de los laboratorios radiológicos. Ungerleider y Clark (l) fueron los primeros en poner en práctica este procedimiento y, gracias a los cuadros de predicción elaborados por ellos, su empleo se ha generalizado grandemente.

Y es de capital importancia en los exámenes de agrupaciones homogéneas, para avaluar en su conjunto el tamaño del corazón, como 10 comprueban los trabajos de Kerwin (2) y Miranda y Rotta (3).

Los trabajos adelantados por mí en Bogotá (Colombia) (4 y 5) para comprobar que en dicha ciudad, situada a 2.640 metros de altura sobre el nivel del mar, no existe hipertrofia cardíaca en los individuos normales, fueron hechos avaluando el peso y la estatura de los examinados en kilos y centímetros y por lo tanto fue necesario construir cuadros especiales de predicción sobre una constante equivalente a la de los autores citados (Fig. No. 1). (Lea también: Medicina, Estado Actual de la Colecisto-Colangiografía)

Diámetro cardiaco adultos

Diámetro cardiaco adultos

Pero aproveché entonces la oportunidad para construir cuadros de predicción en los niños, pensando que fuera de utilidad en la apreciación del tamaño de la imagen cardíaca en los primeros años de la vida.

Diámetro cardíaco ninos

Y he considerado oportuno la publicación de tales cuadros de predicción (Figs. 1, 1A, 2, 2A Y 2B) porque en los pocos casos estudiados por mí, y especialmente en los publicados por la doctora Marion Maresh, (6) se encuentra una relación evidente entre el diámetro transverso del corazón y el índice antropométrico de los niños examinados entre los 4 y los 16 años de edad.

Porcentaje desviación diámetro

La dificultad para reunir un número suficiente de casos estriba en que las radiografias del tórax en los niños no se toman muchas veces a seis pies de distancia, y en que en los laboratorios de radiología es muy raro encontrar el dato referente al peso y la estatura. Por esta razón, mis observaciones personales eran muy pocas e insuficientes para sacar de ellas conclusión alguna.

El trabajo de investigación de la doctora Maresh, a que me he referido, es de un valor inmenso por muchos aspectos y representa veinte años de investigación. Se trata de un grupo de 128 niños, entre hombres y mujeres, examinados radiológicamente varias veces al año, durante un período de más de veinte años.

Aun cuando el objeto de dicho trabajo fue el de estudiar el crecimiento del corazón en relación con el crecimiento del cuerpo a través de la juventud y adolescencia de cada uno de estos niños, el hecho de que se hubiera medido el diámetro transverso del corazón en radiografias tomadas a seis pies de distancia, y la gentileza de la autora al enviarme todos los datos de las 128 historias, me han permitido -gracias a que el peso y la estatura fueron avaluados en kilos y centímetros emplear los cuadros de predicción y enfocar el problema desde otro punto de vista.

He querido estudiar en su conjunto el grupo de las radiografias tomadas por la doctora Maresh a 128 individuos, en distintas épocas de la vida, para ver si el diámetro transverso del corazón relacionado con el índice antropométrico, es una medida que puede servir, como sirve en los adultos, para avaluar el tamaño del corazón.

Aun cuando el número de radiografias tomadas a los 128 niños (71 niños y 57 niñas) es de 3.205, solamente en 3.190 he encontrado reunidos los tres datos necesarios (diámetro transverso del corazón, peso y estatura) y, por lo tanto, me referiré solamente a este número.

Cuadro convertir pies pulgadas centimetros
Cuadro covertir kilos a libras

Comencé por sumar el peso, la estatura y el diámetro transverso de los 3.190 casos y luego dividí los totales por este número, con el fin de obtener el promedio (Fig. 3).

De acuerdo con estos promedios de peso y estatura, el diámetro transverso del corazón debería ser, basado en los cuadros de predicción, de 99 milímetros; y como el encontrado fue de 92.6 milímetros, sólo existía una desviación de -6% con relación al índice de mayor frecuencia.

Es bien sabido que las variaciones entre más diez y menos 10%, se consideran normales en los exámenes individuales. En las niñas los promedios de peso, estatura y diámetro transverso se hallan siempre un poco por debajo de los de los niños, pero no son tan apreciables como para que sea necesario hacer separación entre los unos y los otros (Fig. 3).

Promedios peso estatura

El resultado anterior me autorizaba para proseguir el estudio y, por consiguiente, empecé por anotar, en cada uno de los 3.190 exámenes el porcentaje de desviación del diámetro transverso cardíaco sobre los cuadros de predicción.

Como el 81.2% de los casos se hallaron comprendidos dentro de los límites que se consideran normales, y sola mente el 18.8% se alejaron del más diez o del menos diez por ciento, era este un nuevo argumento para comprobar el valor de la constante ya citada en los niños. La diferencia entre los niños y las niñas tampoco valía la pena tenerla en cuenta (Fig. 4).

Resultado de promedios peso estatura

Esta desviación de -3% se aprecia claramente al correr el histograma tres columnas hacia la izquierda. Hecho esto, el 86.68% de los casos queda comprendido entre el más 10% y el menos 10%. El 7.96% por debajo de -10%, y 5.36% por encima de + 10%.

Pero al construir otro histograma con sólo las observaciones tomadas entre los 3 y 8 años l se puede ver que su centro cóincide exactamente con el punto cero. Además, el 88.53% de los casos está comprendido entre el más diez y desviación ninguna, y por consiguiente la ligera desviación negativa sólo se presenta de los 9 años en adelante (Fig. 6).

Histograma 3.190 casos

Histograma 1.473 casos

l. Aun cuando las edades van de los 3 a los 8 años, sólo he fijado como nonnales de los 4 en adelante, porque el número de casos (12) no es suficiente para sacar, una conclusión Los casos estudiados de 4 en adelante son más de 200 para cada edad.

2. Indice Antropométrico: = Pesos (kilos)
Estatura (mis.)

Separe en grupos dichos índices (de 13 a 35), lo mismo que los diámetros transversos correspondientes a éllos; y saqué luego el promedio, dividiendo las sumas de los diámetros y de los índices por el número de casos y aproximando hasta la segunda decimal (Fig. 7).

Índice antropométrico

Con los resultados obtenidos, construí una gráfica, en la cual se han marcado con cruces, en frente de cada índice, los promedios de los correspondientes diámetros transversos. Y con el valor de la constante 30mputé el diámetro transverso teórico de cada uno de los índices 4 (Fig. 8). Estos últimos valores están marcados con puntos, unidos entre sí por una línea negra.

Promedio diámetro cardiaco

Tanto la gráfica anterior como los histogramas y los datos que he señalado, concuerdan en los resultados. De los 4 a los 8 años, existe un acuerdo completo entre lo encontrado y los cuadros de predicción basado en el índice antropométrico. Y de los 9 a los 16 años existe también una relación muy cercana entre los diámetros y los índices respectivos.

La pequeña desviación de -3% observada en el histograma, no es suficiente para hacer una alteración en los cuadros de predicción, ya que más del 80% de los casos se agrupan en la zona central del histograma, y hay un predominio notorio del punto cero.

La desviación citada tiene, a mi modo de ver, una causa fisiológica atribuible al crecimiento. Su comprobación puede hacerse con el estudio individual de cada uno de los casos, a través de su desarrollo y sobre la base de la desviación encontrada en el diámetro transverso del corazón con relación al índice antropométrico.

Tal estudio individual me ha permitido clasificar las observaciones en 5 grupos diferentes y mostrar por medio de gráficas el porcentaje de desviación del diámetro transverso del mismo individuo en las distintas edades, por encima o por debajo de una línea horizontal que representa el punto cero.

Los tres primeros grupos, que son los más frecuentes de los cinco, están representados por aquellos individuos que durante casi todo su desarrollo han tenido situado el diámetro transverso cardíaco en la parte central del histograma, es decir, entre el más diez y el menos diez por ciento.

El primero (Fig. 9) gira alededor del punto cero, con oscilaciones positivas unas veces y negativas otras.

Oscilaciones positivas

El segundo (Fig. 10) presenta también oscilaciones en ambos sentidos, pero en su conjunto predominan los valores negativos.

Oscilaciones ambos sentidos

El tercero (Fig. 11) es semejante al anterior, pero con predominio de las oscilaciones en sentido positivo.

Oscilaciones en sentido positivo

Los dos últimos grupos representan los casos que se desvían con frecuencia más allá del más diez o del menos diez por ciento.

En el cuarto grupo predomina notoriamente la desviación negativa (Fig. 12); y en el quinto dicha desviación es marcadamente positiva (Fig. 13). El quinto grupo es el menos frecuente.
 

Oscilaciones desviación negativa
Oscilaciones desviación positiva

El caso especial de la Fig. 14 corresponde al cuarto grupo, es decir, al que se desvía notoriamente hacia los valores negativos.

Relación desviaciones negativas

He escogido este caso porque sus fluctuaciones son muy variables y muestran claramente la relación que existe entre los aumentos repentinos de peso y las desviaciones negativas. Esta gráfica puede dividirse en 4 partes, dos de ellas que se acercan al punto cero y otras dos con notorias desviaciones negativas. Hay una gran diferencia entre el crecimiento y el aumento de peso en estos períodos.

Las desviaciones negativas son mucho más pronunciadas cuando el aumento de peso es mayor, en relación con el crecimiento. En dicha gráfica, se puede ver que entre los 41/2 Y los 61/2 años, en donde las fluctuaciones se acercan al punto cero, se comprueba un aumento de peso de 7112 kilos durante un crecimiento de 17.1 centímetros, y de los 12 a los a 16 años, época en que las variaciones negativas son muy marcadas, el aumento de peso (23.9 kilos) se marca notoriamente en comparación con el crecimiento (15.6 centímetros).

La misma relación entre el aumento de peso y las desviaciones negativas es también evidente en las gráficas de las Figs. 9, 10, 11, 12 Y 13.

Los trabajos de Stuart y Hi1l7 Y de Stuart y Sobel8, este último titulado “El espesor de la piel y del tejido celular subcutáneo en los niños, de acuerdo con la edad y el sexo”, demuestran que el tejido subcutáneo aumenta rápidamente hasta los nueve meses de edad, decrece luego rápida y bruscamente hasta los dos años y medio, y luego más lentamente hasta los cinco y medio,

Entre los cinco y medio y los once años no se aprecia ninguna variación, pero de los 11 a los 13 hay de nuevo un aumento definido, que parece ser el comienzo de una acumulación de grasa en la adolescencia. Estos estudios muestran, también, que las niñas tienden a tener una mayor cantidad de tejido subcutáneo que los niños.

Si tenemos en cuenta las conclusiones anteriores, llama inmediatamente la atención la coincidencia de no haber encontrado variación ninguna en la longitud del diámetro transverso del corazón de los 4 a los 8 años, Pero sí una pequeña variación negativa de esta edad en adelante. Y, como tal variación coincide por lo general con un aumento relativamente brusco del peso, en relación con la estatura, surge inmediatamente una explicación.

Si en un determinado niño hemos encontrado el diámetro que le corresponde de acuerdo con su índice antropométrico, y si ese niño, en un momento dado de su crecimiento, acumula excesiva cantidad de grasa en el tejido subcutáneo, no existe motivo alguno para que el tamaño del corazón, que es órgano esencialmente muscular, aumente proporcionalmente con el aumento de peso.

Y, por lo tanto, dicho diámetro transverso aparecerá al medirlo, más pequeño de lo que corresponde al peso y estatura del examinado. Y el hecho de que en el grupo de las niñas sean inferiores los promedios encontrados, parece confirmar la suposición anterior.

Creo, por lo tanto, que la acumulación de grasa, por engorde excesivo, durante determinadas épocas del crecimiento, sirve para explicar la pequeña diferencia negativa del diámetro transverso del corazón, de los 9 a los 16 años (*). De la misma manera, puede pensarse que los contados casos en que se encuentra una marcada desviación positiva, coinciden, con períodos de rápido crecimiento y poca acumulación de grasa.

Conclusión

La longitud del diámetro transverso cardíaco medida en telerradiografias, muestra, al relacionarla con el índice antropométrico, el tamaño aproximado del corazón en los niños de los 4 a los 16 años, valiéndose de las tablas de predicción que se publican con este trabajo.

Las telerradiografías deben tomarse en posición vertical, a 1.80 mts. De distancia, y en inspiración moderada. Entre los 9 y los 16 años los promedios muestran una desviación negativa insignificante que, propablemente, coincide con la acumulación de grasa en el tejido celular subcutáneo durante ciertos periodos del crecimiento.

Resumen

Se ha fijado una constante biológica para predecir en los niños el diámetro transverso cardíaco. Esta constante, calculando el peso y la estatura de los examinados en kilos y centímetros, ha sido hecha sobre las mismas bases de la constante establecida por Ungerleider y Clark para el estudio del diámetro transverso del corazón en los adultos. Partiendo de esta constante, se han hecho cuadros de predicción para los niños.

Al analizar los estudios de la doctora Maresh, y relacionarlos con las tablas de predicción, los índices antropométricos y los promedios de peso y estatura, se comprueba que las medidas del corazón del 81.2% de los niños examinados de los 4 a los 16 años, se encuentran entre el más 10% Y el menos 10% de los cuadros de predicción, y que ese porcentaje llega hasta el 88.53% de los 4 a los 8 años de edad.

Los datos anteriores, al ser estudiados en los respectivos histogramas, comprueban que existe una relación constante entre el diámetro transverso del corazón y el índice antropométrico, no sólo en los adultos sino también en los niños. De los 4 a los 8 años el histograma coincide con el de los adultos. La pequeña desviación negativa, de los 9 a los 16 años, se explica como la consecuencia de acumulación de grasa en el tejido celular subcutáneo durante algunos periodos del crecimiento.

Bibliografía

1) Ungerleider H. E., and Clark C. P.: A estudy of the Transverse Diameter ofthe Heart Silouette with Prediction Table Based on the Teleoroentgenogram, read at the Forty-Ninth Annual Meeting ofthe Associatuion ofLife Insurance Medical Directors. Oct. 21,1938; New York Recording and Statistical Corporation, 1939.
2) Kerwin A. J.: Observations on Heart Size of Natives Living at High Altitudes, Amer. Heart J. 28: 69 (July) 1944.
3) Miranda A., and Rotta A.: Medidas del corazón en los nativos de las alturas. An. Fac. Med. Lima 27: 2,19.
4) Esguerra-Gómez Gonzalo: “Estudios radiológicos para avaluar el tamaño del corazón en los individuos normales que viven en la ciudad de Bogota”.
5) Esguerra-Gómez Gonzalo: Question ofCardiac Hypertrophy in Residents ofHigh Altitudes. J. A. M. A. 137: 15 (August 7), 1948.
6) Maresh Marion M.: Growth of the Heart Related to Bodily Growth During Childhood and Adolescence – Pediatrics. October 1948.
7) Stuart Harold C. and Hill P.: The Growth of Bone, Muscle and Overlying Tissues in Children Six to ten Years of Age as revealed by Studies ofRoentgenograms ofthe Leg Area. Child Development 13 3 (September) 1942.
8) Stuart Harold C. and Sobel E. H.: The Thickness of the skin and Subcutaneous Tissue by Age and Sex in Childhood. -The Journal of Pediatrics- St. Louis 28: 6 (June) 1946.


(*)Aun cuando las edades de los niños examinados llegan hasta los 31 años, el número de casos en los últimos años es muy poco para sacar conclusiones. Y como por otra parte, se han realizado estudios de los 17 hasta los 50 años (5), nos ha parecido mejor concretar las conclusiones a los casos comprendidos entre los 4 y los 8 años, por una parte, y los 9 y los 16 años, por otra.

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