Ritmo Circadiano y Problemas Gastroenterológicos
Doctor Alberto Albornoz-Plata
Académico de Número
Introducción
Con motivo de los megaviajes, cualquier viajero que después de 12 a 16 horas de viaje aéreo llegue a una hora ambiental diferente a su horario biológico o a la hora que marca su reloj, sufre diversas alteraciones fisiológicas y requiere un tiempo de ajuste de 24 a 48 horas para sincronizar su organismo a la nueva modalidad horaria que ha encontrado; diversas alteraciones, muy especialmente digestivas, se pueden presentar por este llamado síndrome del jet o del tiempo rezagado (“Jet lag”).
Estas alteraciones circadianas (circa: alrededor; diem: día) en la actualidad tienen mucho interés médico para efecto de acción de drogas, tratamientos que se pueden interrumpir por horarios equivocados, sincronización posterior del sueño, ritmo digestivo, etc.
Desde la antigüedad se le ha dado importancia a estas alteraciones al observar hechos simples, como, que la temperatura corporal es menor en la noche que en el día y que también disminuye la frecuencia del pulso y de la respiración. (1). (Ver cuadro No. 1).
Fisiología
La alteración del ritmo circadiano (R.C.), en el que es normal pasar 16 horas de vigilia y 8 horas dormido, reconoce una acción muy definida de la adrenalina que se aumenta en el día y disminuye en la noche, con un incremento normal dos horas antes de despertar.
Así se observa en el sueño que hay disminución del metabolismo general con menor requerimiento de oxígeno y curiosamente hay un aumento del sudor y de la secreción gástrica; por eso la utilidad de las drogas antisecretoras suministradas en la noche.
En cambio, al despertar se estimula al crecimiento celular y con el estímulo normal de la adrenalina el organismo entra en su ciclo normal de vigilia; el papel del sistema vagal es también importante, se estimula más en la noche y puede ser un factor de la hipersecreción gástrica y se normaliza en el día. (1).
Es fácil observar en las fábricas de actividades permanentes, cómo cuando los obreros diurnos por motivos reglamentarios pasan a un ritmo nocturno de trabajo, éste es inferior, hay errores, sensación de fatiga y menor rendimiento comparativo y sólo después de dos a tres días de este nuevo trabajo, el ritmo circadiano “se acomoda” a la nueva actividad. El factor personal para estos cambios es definitivo y hay personas que realmente no se pueden adaptar.
Igualmente para los viajeros en las zonas polares o en su vecindad, en donde hay épocas en que el sol no se oculta (“noche de verano” en Suecia en la cuarta semana de junio), la experiencia de una vigilia prolongada es interesante; el reloj marca las 10-11 p.m. con plena luz del sol. Aún hay tráfico intenso, no se sabe si es hora de dormir y el medio ecológico transitorio no es el aconsejado; al cabo de dos o tres horas hay necesidad de reposo, tal vez es imposible dormir pues esa “noche” continúa sin alteración con el día siguiente lleno de luz.
Posiblemente lo más indicado es admirar a la naturaleza; si esta circunstancia se prolonga en zonas polares, realmente el sueño no se puede ignorar y al final la disritmia circadiana (D.C.), científicamente ya aceptada como tal, se normaliza con horas de vigilia y de sueño. Los obstetras son un buen ejemplo de esta modalidad fisiológica.
El reino vegetal nos enseña, y esto se observó desde la antigüedad por Andróstenes, cómo hay plantas que se mueven, se abren o se cierran según la hora del día; cómo se marchitan (¿descansan?) en la noche o se alegran y viven más en la mañana. (Vea también: Inteligencia Artificial y Neurología: II Parte)
El recién nacido, que prácticamente pasa 22 horas de sueño y la madre tiene que despertarlo para lactarlo, es un ejemplo de que aún no está controlado por el ritmo circadiano; sólo en el sexto mes se estimula el estado de vigilia por la luz y la oscuridad de la noche es el mejor estímulo para el sueño y el descanso.
En el zoológico se pueden apreciar ejemplares raros venidos desde muy lejos; su ritmo no se adapta sino después de varios días y esta observación puede ser un buen ejemplo para viajeros por negocios, deportes, políticas, etc. que desean llegar a desarrollar plena actividad en sus compromisos; la fatiga, bradipsiquia, malos reflejos, será la respuesta de su organismo, el cual solicita descanso para adaptarse al nuevo ambiente circunstancial.
Los fisiólogos se han preguntado dónde está localizado el centro del R.C. Se sabe que en el Hipotálamo, el cual es como un reloj oscilador programado para las 24 horas y así todo el organismo “sabe” muy exactamente en qué hora se encuentra en un momento dado.
Ese reloj oscilador tendrá multitud de despertadores que en forma sincrónica se estimulan o disminuyen su actividad para la correcta actividad fisiológica, siendo la vía vagal la encargada de estas transmisiones; de esta forma siempre habrá un acuerdo entre la hora biológica y la hora ambiental en donde se vive.
El doctor Michael Sharpe (1) relata las experiencias del investigador G.T. Harty de la Universidad de Delaware al observar la temperatura rectal, la frecuencia cardíaca y respiratoria, la pérdida del agua por respiración, las reacciones psicológicas, etc. en voluntarios antes de un vuelo y una o dos semanas posteriores.
Esos vuelos se hicieron en el sentido Este, Oklahoma-Manila, y Oeste, Oklahoma- Roma. Los resultados son más consistentes en los vuelos hacia el Este que al Oeste y se encuentra hiperorexia en horas inadecuadas, somnolencia diurna, bradipsiquia y confusión moderada.
Estas modificaciones persisten varios días después del regreso al sitio original y como conclusión positiva se puede deducir que los viajeros de muchas horas deben tener un período de adaptación a sus citas viajeras. La adaptación puede ser hasta de una semana, para lograr el ajuste correcto hipotalámico y llegar a la adaptación del reloj biológico con el nuevo reloj terrestre que es temporal. (Ver cuadros del No. 2 al No. 11).
Stress de Sincronización
El cambio de la luz (día) a la oscuridad (noche) marca el cambio del RC., es decir, pasar del estado de vigilia al sueño y al descanso; el sueño no puede pasar ignorado para el organismo y al contrariar este cambio sobrevienen síntomas neuróticos con irascibilidad, impaciencia, dificultad para la comprensión, confusión de criterios, etc.
Estos datos son de capital importancia para el personal de vuelo y por ese motivo las reglamentaciones deben ser severas, exactas; deben ser de las pocas reglas en donde no debe haber excepciones por el peligro que pueden entrañar. (2).
Al existir una disritmia circadiana (D.C.) se requiere un ajuste compensatorio, usualmente de 24 a 48 horas; pero hay personas para quienes este período necesita ampliarse y estas circunstancias deben siempre respetarse.
Por ejemplo, en viajeros de Nueva York a Tokio (10 horas) se encuentran alteraciones manifestadas por aumento del apetito, somnolencia inesperada, insomnio inesperado, fatiga psíquica y física; hay incremento de los triglicéridos, de adrenalina y noradrenalina, amnesia para hechos recientes.
Es fácil observar como consecuencia de lo anterior que en las oficinas de aduanas el pasajero no encuentra su pasaporte, la llave de la maleta, sus anteojos, etc.; lo más indicado para esos viajeros es el descanso apropiado, muchas veces ayudados ya en tierra por un hipnótico de acción corta.
Se han mencionado como señales de advertencia de la D.C. sueño, insomnio extemporáneo, irritabilidad, molestias en la garganta (3) (¿hablar mucho? ¿angustia?); en estas circunstancias lo más apropiado es un descanso, el no aceptar invitaciones para el mismo día de llegada; es el caso de conferenciantes de países lejanos para quienes la mejor atención es ofrecerles un buen hotel.
Se cita como caso típico y ampliamente difundido en la prensa mundial (3) el del Secretario de Estado de los Estados Unidos, general Alexander Haig, de 62 años, fumador a pesar de un by-pass coronario. En un vuelo de 38.000 millas de Washington a Londres y a Buenos Aires, necesitó ajustar su reloj 22 veces y después de 18 horas de vuelo se “sumergió” en una conferencia de 11 horas.
Como persona experta, inteligente, mostrando poca fatiga explicaba que su secreto en esas circunstancias es comer poco; este hecho tiene importancia y debe ser imitado por los viajeros ya que no es raro que en viajes largos y con cambios de aviones la persona reciba dos desayunos, dos almuerzos, además del exceso de licor, pasabocas, etc.
Verdaderamente en esos viajes no se debe tener la idea de ir a un magnífico restaurante con platos muy sofisticados y abundantes. Considero que la mejor bebida en esas circunstancias es el agua pura o jugos frescos de frutas y seguir “el ejem plo Haig”: comer frugalmente. (Ver cuadros del No. 12 al 15).
Mecanismos del Sueño
Las ocho horas del sueño-descanso. inducido por la puesta del sol y que reclama el recién nacido. el RC. Debe procurar proporcionarlo al organismo ya que es algo fisiológico; hay predominio vagal con miosis. bradicardia. bradipnea. bradimetabolismo. hipotensión con vasodilatación periférica que induce la hiperhidrosis.
Es normal encontrar depresión medular y cortical; es decir. todo el organismo entra en egtado de reposo fisiológico y no es normal someterlo a causas extrañas que demandan mucha actividad mental. ejercicio. etc.; el centro del sueño se localiza en el diencéfalo. piso y paredes laterales del tercer ventrículo. (7).
Por mecanismos terapéuticos el sueño se puede aplazar o inducir pero no se logra ignorarlo y al final el paciente queda dominado por éste. (1 – 7).
Después de largos viajes es usual que exista insomnio por la D.C. a que se ha sometido el organismo; en esas circunstancias es de utilidad el uso de hipnóticos menores y existe la experiencia hecha en el Hospital Henry Ford y por investigadores de Stanford (4) en que se compara la acción del Triazolam (“Somese”) y del Flurazepam (“Dalmadorm”) en pacientes con el ritmo del sueño alterado intencionalmente; al ver el efecto de esas drogas entre los distintos grupos de pacientes (uno con cada hipnótico y otro con placebo) y tabular los resultados. se encuentra que son superiores con el Triazolam.
Otro factor importante es el incremento del stress tanto en personal de vuelo como en los pasajeros (5-7). Muchos de ellos son muy lábiles (pacientes con úlcera. con intestino irritable); usualmente hay miedo a algo inesperado y con mayor razón en estas épocas de turbulencias políticas; el insomnio, la fatiga y el stress se conjugan para repercutir desfavorablemente en muchas personas. Un sedante menor (tipo opipramol. hidroxicina) usualmente es muy útil antes o durante un viaje aéreo.
Alimentación a Bordo
Además de las largas horas de viaje. Stres, angustia, se agrega el factor alimentación a bordo. Las toxi-infecciones alimentarias son frecuentes en el personal a bordo. Muchas veces en los mismos restaurantes de los aeropuertos se presenta esta intoxicación y los síntomas usualmente se observan ya durante el vuelo.
Se ha observado pérdida de conocimiento en personas de la tripulación como consecuencia de una comida alterada en el aeropuerto (2). Para el personal de vuelo se ha recomendado que los alimentos del comandante y del piloto principal deban provenir de dos fuentes diferentes.
Para prevenir al máximo infecciones masivas que serían catastróficas. Los alimentos con exceso de crema de salsas de mayonesas, es prudente evitarlos por el peligro de infecciones por estafilococo. de incubación muy corta. Debe recordarse por ejemplo que una contaminación por salman ella tiene incubación de 12 a 24 horas.
Las taxi-infecciones pueden ser graves en los ancianos. en las personas debilitadas. en los diabéticos. en los hipertensos. El médico tratante debe dar consejo oportuno. antes de viajes largos. a este grupo de pacientes.
“El arte culinario a bordo” (2) tiene muchos aspectos preventivos; se deben evitar excesos de harinas. Alimentos crudos (menús según Paul Bocuse) y así asegurar al viajero el máximo de protección digestiva. Igualmente. para evitar excesos de gas abdominal que en situaciones de stress y de fatiga puede sobrepasar el 30% de lo normal (150 ml.).
El saneamiento de los alimentos en los aviones requiere una técnica muy cuidadosa; se debe recordar que los alimentos son excelentes medios de cultivo: en una hora una bacteria engendra a 5 y en seis horas ya se han producido 64 millones. En la actualidad se utiliza el proceso electrónico (firma francesa GRMeV): por ionización se destruye el núcleo de las moléculas y así se destruyen los gérmenes contaminantes.
Los alimentos se conservan almacenados por el sistema de supercongelación: durante 6 meses se pueden conservar intactos a temperaturas de -18° a -40°C. Igualmente es importante la manipulación de los alimentos; evitar manos con heridas, erosiones, presencia de pelos, etc. La protección en las bodegas contra las cucarachas, que actúan como vectores, también tiene una marcada utilidad. (Véanse cuadros del No. 17 al 24).
Repercusión Gastroenterológica
Los pacientes ulcerosos, inestables emocionalmente, propensos a diarreas, a náuseas y a vómitos deben protegerse en el curso de los megaviajes.
1. El uso de sedantes menores antes de embarcar y durante el viaje no se debe escatimar; el Opipramol (Insidon), Hidroxicina (Cedar, Hiderax), Benzodiacepinas en dosis de 1 a 2 mgrs. (Diazepam), son muy útiles.
2. El paciente en tratamiento para úlcera péptica debe tomar en forma regular las drogas formuladas al cambiar de horario por alteración circadiana; descansar, usar un hipnótico de tipo Triazolam en conjunto con el antisecretor formulado (Cimetidina, Pirenzepina, Ranitidina) y posteriormente continuar con las dosis acostumbradas. Los antiácidos usuales, mejor utilizarlos en forma de tabletas para facilidad de tomarlos a bordo. Comer poco, evitar gaseosas y aspirina (frecuentemente droga que se ofrece para quejas menores a bordo).
3. En caso de diarrea la Loperamida es la droga de elección (5). Unas tabletas en el maletín de mano siempre son bienvenidas. Además hay informes de que la Loperamida aumenta el tono del eshnter (8-9) lo cual la diferencia de otras drogas antidiarréicas en forma muy favorable.
4. Pacientes con síndrome de intestino irritable (antiguo colon irritable): vigilar muy bien los alimentos, evitar los lácteos, comer poco, preferir agua o jugos a las bebidas gaseosas; sedantes menores como se dijo anteriormente.
5. En caso de infección alimentaria utilizar tetraciclina o mejorar su derivado la doxiciclina (Vibramicina) por su facilidad de administración (100 mgrs. c/12 horas) y para la diarrea la droga mencionada anteriormente, la Loperamida (Imodium); aumentar la ingestión de líquidos.
6. En caso de constipación, usual después de largos viajes, se aconseja exceso de líquidos, Psyllium en conjunto con X gotas de picosulíato sódico (Laxoberon).
Bibliografía
1 Sharpe Michael: Living in space. Garden City. N.Y. 1979.
2 Sirot J. L’alimentation a bord ses finalites. les risques et leur preventions. Medecine Aeronautique, et Spatiales. Medecine Subaquatique et Hyperbare. Tome XLX No. 76. 1980.
3 Medicine. Shuttle Fatigue. TIME. april 26. 1982.
4 ACP: Researches recommend short acting sleeping pills for jet lag. Observer. ACP, september 1984.
5 Centro Colombo Americano. Bogotá. Exposición de libros sobre vuelos espaciales. Noviembre 12-26. 1982.
6 Johnson P. et al. Comparison of Loperamide with Bismuth Subsalicylate for treatment of acute Traveler’s Diarrhea. J.A.M.A.: Vol. 255. No. 6. febrero 14. 1986.
7 From the NIH. Changes in Biological Rhythms may cause Sleep Disorders. J .A.M.A. Jan 2, 1981, Vol. 245 No. 1.
8 Read MW. Read NW et al.: Effects of loperamide on anal sphincter function in patients complaining of chronic diarrhea with fecal incontinence and urgency. Dig. Sci. 1982; 27: 807-13.
9 Thompson W.G. A strategy for management of the Irritable Bowel. The American Journal of Gastroenterology. Vol. 81 No. 2. 1986.
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