Síndrome del Sillón Vacío

San Salvador de Jujuy. ¿Qué le ocurre al nefrópata en diálisis cuando su compañero de tratamiento fallece? La vivencia de la muerte genera un impacto emocional de diferentes magnitudes que se enlazan y confunden con la propia vida del paciente. La muerte en esos momentos no es un fantasma, sino una posibilidad cercana, real y concreta; la única herramienta válida con que cuentan los profesionales del área psicológica y médica para afrontar esta situación crítica en relación al paciente y poder ayudarlo, es crear un espacio para reflexionar sobre el tema, tratando de no llenar con significados ese vacío que se produjo. Se trata de poder comprender “esa muerte” y que la misma no se entienda como patrimonio exclusivo de los pacientes en tratamiento hemodialítico sino que forma parte de la vida misma. Con el fin de analizar las vivencias de muerte en setenta pacientes en tratamiento de hemodiálisis, el psicólogo Enrique Vinokur y el nefrólogo Dennis Bueno valoraron en Argentina durante tres años -a través de la observación directa y entrevistas psicológicas- las conductas de estos enfermos (treinta y ocho de ellos de sexo masculino, promedio de tratamiento cinco años). La valoración se realizó en relación con la muerte de un compañero de tratamiento, con el fin de realizar un relevo de los afectos actuantes ante estas situaciones. Se observó que en la población de pacientes se movilizan sentimientos de desesperanza, angustia, conductas identificatorias, frustración, depresión, crisis de ansiedad y negación, ya que cada muerte acaecida moviliza las fantasías de su propia muerte. Este sillón vacío simboliza un sitio donde el sujeto-paciente puede derramar toda suerte de cosas, imágenes y significados que se ponen en juego en la elaboración del duelo. En el momento de la vivencia del sillón vacío, la angustia es tan grande que paraliza y desestabiliza lo que con mucho esfuerzo y desgaste por parte del paciente y del equipo de salud, se trató de mantener como equilibrio psicológico, con el fin de sostener la realidad de su tratamiento hemodialítico y psíquico.