Investigadores Teutones
Alemania y los países vecinos de su área de influencia (Austria y Suiza) hicieron grandes contribuciones al conocimiento de la salud y la enfermedad durante el ochocientos, como lo recordamos por ejemplo por los epónimos o por las figuras destacadas en la historia médica. En la lista adjunta, podemos ver los aportes científicos de estos personajes, mientras que en el texto enfatizamos los logros de los más conocidos. La anatomía ya había descrito con algún detalle las glándulas sin conducto, que se creía servían para remover venenos de la sangre –a la manera como lo haría el riñón – por lo que su remoción quirúrgica o alguna patología intrínseca llevaría al paciente a una intoxicación. Como se dice en el juego en el que se busca algún objeto escondido, ya al menos estaban tibios. Addison, Gull y Marie entre otros –al describir sus síndromes- les habían dado una pista a los investigadores de la época, ya que había manifestaciones sistémicas en la enfermedad glandular, ya fuese espontánea, heredada, relacionada con el ambiente o con la extirpación quirúrgica. De esta manera médicos y fisiólogos empezaron a elucubrar sobre las funciones específicas de alguna glándula sobre todo el organismo y de cómo interactuaban entre sí. Los adelantos de las ciencias empezaron a sugerir que en la regulación de los procesos fisiológico se presentaran reacciones químicas, y se comenzó a pensar en términos microbiológicos (con Pasteur y Koch) o biológicos (con Virchow). La asepsia y la antisepsia (Lister, Semmelweis) promovieron los procedimientos quirúrgicos en humanos y animales, de donde se empezaron a informar los efectos de la remoción de estos órganos y glándulas sin conducto. Tal vez en lo que hubo más especulación fue en lo relacionado con la tiroides, pues se empezaron a unir datos de cretinismo y bocio, cirugía del bocio y el hipotiroidismo del adulto, o la administración de extractos de tejido tiroideo para aliviar los síntomas del hipotiroidismo. El renovado interés en la función de las cápsulas adrenales que llevó la descripción de los casos de Addison fue complementado por el informe a la Sociedad Real del cirujano inglés George Gulliver donde mostró que a través del microscopio había podido observar en las suprarrenales –y en las venas que las drenaban- unos cuerpos esferoidales (los gránulos cromafines) que sin duda debían cumplir alguna función.
Bridge N J. Ciento cincuenta grandes científicos. Santiago. Galaxia del Libro S.A. 1993. 115 páginas
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