El color de la fruta prohibida y su relación con la bulimia
¿Por qué Eva le ofreció a Adán una manzana bien roja, madura y apetecible? Precisamente por eso. Por que era apetecible a los ojos de Adán. Él reconoció visualmente su color, textura, simetría y consistencia y hasta tal vez olió su aroma, que le envió el mensaje “estoy lista para consumo inmediato”.
Es como si las frutas vinieran con su comercial incluido. Las frutas envían a los animales y a los humanos mensajes visuales subliminales con el objeto de que las consumamos. ¿Por qué?
Las plantas por medio del consumo de sus frutos logran la diseminación geográfica de sus semillas a terrenos más fértiles, ya que animales y humanos dispersamos sus semillas contenidas en nuestra materia fecal. Claro que en lo que se respecta al hombre moderno, la misión que nos encomiendan las plantas se hace más difícil con el empleo sanitizado de inodoros y letrinas.
¿Cuál es el beneficio para nosotros?
Las frutas y alimentos contienen nutrientes múltiples generalmente INDISPENSABLES para nuestra supervivencia. Y las plantas nos lo comunican en muchas formas. Nosotros aprendemos temprano -si no es que nacimos aprendidos gracias a información epigenética- sobre la apariencia visual de los frutos que están listos para su consumo, que nos proveerán con los nutrientes esenciales, mientras nos garantizan al mismo tiempo que son totalmente saludables.
EL MIMETISMO ES COMÚN EN EL REINO VEGETAL.
El mensaje visual de las plantas tiene un propósito ulterior del de invitar al consumo de sus frutos. Las flores cobran apariencia inesperada con el propósito de “robar” o “prestar” insectos que normalmente polinizan plantas pertenecientes a familias ajenas o distantes.
Hay plantas, como el caso de la orquídea nativa de los andes colombianos Drácula chestertonii, cuyas flores cobran la apariencia de los frutos de los hongos, con el objeto astuto de reclutar las moscas que normalmente polinizan a los hongos al depositar sus huevos en ellos. Los insectos depositan sus huevos en las flores de la orquídea, bajo la falsa impresión de que la flor de la Drácula es en efecto un hongo.
Por otro lado, el hongo Uromyces pisi infecta a la planta Euphorbia cyparissias, induciendo pseudo-flores. Estas flores adulteradas están constituidas por hojas amarillas que crecen en forma de una roseta densa colorida. La roseta viene equipada de néctar como la flor natural, pero que en verdad contiene los gametos del hongo infectante.
Los gametos que destilan un aroma especifico a la taxonomía del hongo (diferentes hongos destilan diferentes aromas de acuerdo a su necesidad ecológica), son transferidos sin saberlo por los insectos que se alimentan normalmente de las flores reales de la Euphorbia. De este mimetismo aromático se aprovechan los fabricantes de perfumes para su propósito comercial.
¿ES EL MENSAJE VEGETAL SÓLO DE NATURALEZA VISUAL?
Por supuesto que no. Las plantas se comunican entre ellas por medio de substancias volátiles. En efecto las plantas “espían” a sus vecinas en busca de compuestos orgánicos que se diseminan por el aire y que son liberados por las plantas bajo ataque por insectos herbívoros. Esto con el propósito de preparar sus defensas antes de la llegada de los insectos nocivos.
Los insectos causan más daño a las plantas por los agentes infecciosos patógenos que llevan consigo, que por la propia ingestión indiscriminada de las hojas de las víctimas. Las plantas al igual pueden anticipar competencia ecológica inminente a través del registro de cambios en el flujo fotónico de luz azul que modula el follaje de sus vecinas, gracias a la ayuda de fotorreceptores como el fotocromo B.
Estos mensajes lumínicos son traducidos en las plantas por el etileno, que sirve de “neurotransmisor”. Es de interés ver que plantas de tabaco que contienen mutaciones en el receptor del etileno, no perciben adecuadamente los cambios de intensidad fotónica de luz azul, y como tal se encuentran en desventaja en “la batalla campal por la luz”.
Las plantas y los frutos sintetizan cientos o incluso miles de agentes volátiles que nos permiten a nivel inconsciente “leer” su contenido bioquímico. Este contenido bien puede ser de orden nutricional y que debemos consumir, o bien puede ser de orden tóxico, y que debemos evitar ingerir a toda costa. Los agentes volátiles se huelen y se saborean al tiempo que percibimos visualmente su origen físico (una manzana madura como en el caso de Adán).
El valor nutricional y la ausencia de toxicidad alimenticia:
En esta integración multisensorial inicial, la corroboran a posteriori señales generadas por sensores emplazados en nuestro tracto gastrointestinal, que son enviados por nervios autonómicos viscerales al tallo encefálico, donde se encuentra el centro (protector) del vómito.
En otras palabras, el arte del buen comer, más que arte, es una ciencia neuro-gastrointestinal que aprendemos desde edad muy temprana. Es importante realzar, que el color de la frutas nos ofrece igualmente información visual que se percibe a nivel inconsciente y que se traduce en detectar si la fruta o el vegetal es o no apetecible, y como tal contiene valor nutritivo.
El tomate maduro por ejemplo, contiene carotenoides, pigmentos utilizados en la captura de fotones y que tienen efecto anti-oxidante. El beta caroteno es precursor esencial de retinol, retinal y ácido retinoico, todos ellos indispensables para la buena visión. Los carotenoides poseen a su vez un sabor apetecible facilitando así el aprendizaje multisensorial al que nos referimos arriba y que nos garantiza nuestra supervivencia.
¿POR QUÉ LOS HUMANOS VEMOS MEJOR QUE OLEMOS?
Los olores son substancias químicas que activan receptores específicos emplazados en las cilias del epitelio olfatorio. Los receptores se acoplan a proteínas tipo G que estimulan la adenil ciclasa que resulta en la síntesis de AMP cíclico.
Este último facilita la despolarización de la membrana celular olfatoria con el ingreso de calcio. Esto a su vez resulta en la apertura de canales de cloro con el consiguiente egreso del anión y la despolarización sobre-agregada de la membrana celular.
Finalmente, el ciclo se amortigua y se suspende con la supresión en la síntesis de AMPc cuando la concentración intracelular de calcio llega a un punto crítico que revierte el proceso. La señal se amplifica dependiendo del número de moléculas proteicas tipo G que activa cada receptor individualmente.
La amplificación de la señal olfatoria es mínima ya que el tiempo de acción de la sustancia odorífera es muy breve. En contraste, la señal VISUAL se amplifica substancialmente ya que un fotón activa simultáneamente muchas proteínas G (“transducinas”) en los bastones retinianos, debido a la larga vida de las moléculas de rodopsina, las cuales son fotoisomerizadas.
Aunque esto mismo ocurre en los animales:
Pues – al contrario de lo que ocurre en los humanos- ellos huelen mejor de lo que ven en muchos casos, gracias a la convergencia de impulsos odoríferos del mismo tipo que se implementan en su glomérulo olfatorio, lográndose que muchos estímulos de corta duración se sumen y superen a pocos estímulos de larga duración, como ocurre en el caso de la percepción visual.
En conclusión, la percepción de los alimentos utilizando el sentido de la visión cobra mas significado en los humanos, que su percepción por vía olfatoria. (Esta es la razón de por qué las feromonas son más importantes en los animales que en los humanos, que –entre otras cosas por estar erguidos- utilizan mejor la visión).
Daniel Jácome Roca, MD
Profesor Asociado Clínico de Neurología
Miami & Darmouth
1. Goff SA, Klee HJ: Plant Volatile Compounds: Sensory Cues for Health and Nutritional Value?. Science 311; 815-819, 2006
2. Kaiser R: Flowers and Fungi Use Scents to Mimic Each Other. Science 311; 806-807, 2006
3. Baldwin IT, et al: Volatile Signaling in Plat-Plant Interactions: “Talking Trees” in
The Genomic Era. Science 311; 812-815, 2006
4. Bhandawat V, et al: Elementary Response of Olfactory Receptor Neurons to Odorants Science; 308; 1931-1934, 2005.
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