Violencia Intrafamiliar: Una Realidad Cotidiana
Dr. Álvaro Monterrosa Castro, M.D
Capítulo Cinco
Invitados
Licenciada Pilar Morad de Martínez
Trabajadora Social
Licenciada Hortensia Naizara Rodríguez
Trabajadora Social
Doctor Milton Buelvas Mendoza
Abogado
Doctora Margarita Torres Henao
Sicóloga
– Una mujer soñó que entraba a una tienda en la plaza de mercado,
y pregunto: ¿ Qué venden Aquí?
– Todo lo que tu corazón desee -, le respondieron.
– Deseo paz, amor, felicidad y sabiduría. Para mí y para todo el mundo.
El dependiente sonrió y dijo:
– Creo que no me has comprendido. Aquí no vendemos frutos,
únicamente vendemos semillas.
Tony de Mello.
En una reciente publicación titulada “Convivencia familiar:
Un nuevo despertar “, se especificaba entre otras ideas, que todos nosotros, todos los hombres y todas las mujeres, seamos pequeños o seamos grandes, tenemos la extensa y suficiente habilidad e inteligencia para poder conducir armó-nicamente nuestras vidas.
Todos los seres humanos tenemos la capacidad de aprender a reflexionar, de llegar a comprendernos y en definitiva poder mirarnos a nosotros mismos y lo más interesante, poder mirar a los demás.
Estas cualidades nos permiten reconocer el mundo que nos rodea. Estas cualidades nos permiten poder participar con armonía y con protagonismo dentro de un contexto social.
Todos los individuos tenemos algunas necesidades básicas como: libertad, autonomía, desarrollo intelectual, desarrollo sexual, amplitud emocional y espacio físico.
En el ámbito de la normal y necesaria integración, los individuos, si es su decisión, tenemos derecho a la conformación de un grupo familiar que suele sentar y ahondar sus raíces en el noviazgo, formalizándose la unión a través de la comunión conyugal, enriqueciéndose en definitiva con el nacimiento y la crianza de los hijos, los cuales para generar un nuevo ciclo terminan retirándose de ese seno paterno, mientras en los progenitores de lleno llegan la jubilación, la vejez y la muerte.
No obstante todos estos cambios que son naturales, se requiere el marco de principios y valores, de los cuales vamos a señalar: el afecto, la responsabilidad, el buen humor, la disciplina y el respeto, que son la estructura básica para la unión, la seguridad, la pertenencia y la comunicación.
Cuando las relaciones se tornan insatisfechas, desarmónicas e inequitativas se generan condiciones en la que se vulneran los derechos de los niños, de los adultos y de la mujer.
Se crean situaciones que propician la pérdida del bienestar físico, psicológico y emocional. En estos momentos tenemos listo el caldo de cultivo para que se presente la violencia intrafamiliar.
Gracias Licenciada Pilar Morad, gracias Licenciada Hortensia Rodríguez, gracias Doctor Milton Buelvas, gracias Doctora Margarita Torres. Sean cordialmente Bienvenidos a TODO EN SALUD.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿Qué es violencia intrafamiliar?
Lic. Morad:
Cuando dentro de la vida familiar se manejan relaciones de poder, donde unos dominan y otros son dominados, se generan situaciones que están más relacionadas con la fuerza, con la represión y no con el dialogo. Es una situación donde unos dominan y otros obedecen.
Se ejercen relaciones de violencia en múltiples formas, la más sutil es cuando hay prohibiciones, cuando en definitiva no se le permite a los miembros de una familia desarrollar su propia individualidad.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿La sociedad contribuye a generar violencia intrafamiliar?
Lic. Morad:
Si, de alguna manera en la cultura se establecen una serie de parámetros, unos significados de ser hombres y ser mujeres. Al hombre se le educa para el poder, para mandar, para el espacio publico, y también se les exonera de poder expresar el dolor, el llanto e incluso el ser afectuoso.
A la mujer se nos educa para ser abnegada, sacrificada, y para tolerarlo todo. Cuando se está al interior de la familia esto genera grandes choques, porque el hombre tiende a dominar, pero en un instante determinado la mujer puede tender a realizarlo también.
El mundo actual se ha transformado y realmente en este momento ella esta tratando de luchar por sus derechos, ello genera una serie de dificultades al interior de los sistemas familiares.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿Será qué el machismo contribuye y es un factor generador de violencia intrafamiliar?
Lic. Rodríguez:
Si, el machismo es un severo factor de violencia intrafamiliar, porque de alguna manera las creencias y todos los valores que se circunscriben en los espacios de la asociación familiar, están contribuyendo a generar hombres más violentos y también mujeres más violentas.
En los últimos indicadores que tenemos de violencia intrafamiliar y en los testimonios de expedientes judiciales, encontramos toda esa carga de valoración que nos viene del machismo y de una estructura social patriarcal que de alguna manera esta incentivando la violencia de la familia, que ahora lo vemos como un problema de salud pública y de desequilibrio emocional tanto en la pareja, como en la relación de padres e hijos.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿Existen estudios en la ciudad de Cartagena que puedan señalar cuál es la magnitud de violencia en los hogares?
Lic. Rodríguez:
Creo que existen estudios parciales, por lo tanto las cifras estadísticas también son parciales. En la Universidad de Cartagena estamos iniciando un equipo de investigación y un proyecto sobre análisis social y cultural de la violencia intrafamiliar en la ciudad de Cartagena.
Es un estudio en perspectiva, trabajando con los expedientes judiciales, expedientes de las comisarías de familia, de los juzgados de familia y de la unidad contra la violencia intrafamiliar de los centros de conciliación. No existe al momento una cuantificación al respecto.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
Ya que se presentan toda una serie de alteraciones de tipo social que conllevan a la violencia intrafamiliar, ¿Cuáles son las estrategias y puntos de vista para la prevención?
Lic. Morad:
Pienso que es cambiar definitivamente y por siempre esos elementos de la cultura que de alguna manera predisponen a la violencia. ¿Cómo podemos prevenirla? Cuando desde el sistema educativo y desde la vida familiar, estemos dando las mismas posibilidades tanto a varones como a mujeres.
La vida se mueve resolviendo conflictos, pero el problema aquí es la solución o la alternativa que nosotros brindamos al manejar un conflicto de manera inadecuada a través de la fuerza, a través de la dominación.
Se puede prevenir cuando se entienda que varones, mujeres y niños, dentro de un contexto familiar, piensan y sientan diferente, y cuando esa misma célula familiar sea capaz de permitir unos espacios de negociación y de conciliación para esas diferencias.
Todo eso se evitaría y se disminuiría si el sistema educativo, si la familia y si el mismo estado empezara a pensar en educar a nuestros niños de una manera diferente. No aumentando o estimulando la conducta que señala que el hombre lo puede todo y la mujer tiene que aceptar todo y seguir recibiendo abnegadamente el golpe.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿Podemos sostener entonces que el dialogo y el intercambio permanente de opiniones al interior de la pareja, son estrategias importantes para disminuir la violencia intrafamiliar ?
Lic. Morad:
Claro que sí. Cuando desarrollamos y aplicamos la capacidad de hablar, dialogar y de intercambiar nuestras posiciones, nuestros desacuerdos, nuestros problemas, estamos en posibilidad de expresar de una manera muy distinta a la violencia, nuestras opiniones.
El problema es que en la violencia hay relaciones de dominación y realmente el dialogo no está presente. En una relación donde uno domina y el otro tiene que obedecer, no puede existir una correcta toma de decisiones y manejo de los conflictos.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿Cuáles son los problemas que más frecuentemente aquejan a la unidad familiar?
Dra. Torres:
Nuestras familias están atravesando por múltiples situaciones asociadas con aspectos personales, sociales, culturales, económicos, políticos, legales y éticos, que se reflejan en disfunciones de la unidad familiar. Y uno de los más graves problemas es la violencia intrafamiliar que se presenta en todos los subsistemas del sistema “familia”.
Puede darse entre la pareja, de padres a hijos, entre hermanos e incluso de hijos a padres. Esta violencia se presenta de varias maneras, ya sea física, psicológica, verbal e incluso sexual.
Esta violencia está marcando significativamente a cada miembro con la consecuente repercusión negativa en el desarrollo personal, familiar y social del ser humano, expresándose por tanto problemas de autoestima, de manejo inadecuado de relaciones interpersonales, miedos, reacciones agresivas, daño físico, etc.
Pregunta, Jesús Torres, desde el barrio Manga:
¿Cuál es el origen de esa violencia que se ve al interior de la familia?
Dra. Torres:
Como seres humanos, somos distintos. Yo creo que ahí es donde empiezan tal vez los problemas. Con todo lo que hemos evolucionado, las personas todavía no han aprendido a aceptar las diferencias, no han aprendido a tolerarse, a comprenderse.
Es posible y normal de esperar que dentro de la familia las personas tengan distintas opiniones, diferentes pensamientos, sentimientos y acciones.
Es natural que de una u otra manera, no estén de acuerdo con los otros miembros de la familia, se amerita entonces un correcto manejo de esa situación que es normal.
Pero si no hay un buen manejo, entran a presentarse algunos actos , conductas, actitudes de enfrenta-miento, que pueden comenzar con el uso de palabras violentas con tal de imponer unas determinadas posiciones, eso ya es violencia intrafamiliar. Ese es el primer peldaño de la violencia intrafamiliar.
No es el nivel previo, enfatizo que ya es violencia intrafamiliar. No reconocer al otro como diferente, no dialogar la diferencia sino imponer una decisión es una forma muy usual de manejar el poder, factor determinante en los casos de violencia intrafamiliar.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿La cultura y la forma de las actuales relaciones sociales de pareja, incentivan a los niños para que también sean violentos ?
Lic. Morad:
Definitivamente la familia es un espacio fundamental de socialización. El aprendizaje que sedimentan los niños es lo que ellos viven día tras día, donde los padres son el modelo más significativo, y a partir de ese modelo ellos posteriormente van a consolidar su vida de adultos.
Realmente si los niños han vivido dentro de un espacio de violencia, de permanente conflicto, esas mismas tensiones que ellos han vivido al interior la van a reproducir en el contexto social donde vivirán una vida de adultos.
Si los niños crecen con el modelo de pareja, donde el varón golpea a la mujer, seguramente van a replicar en su vida adulta esa misma historia.
Por eso vemos que el problema y la situación de la violencia intrafamiliar es tan complejo. Romper ese círculo es muy difícil.
En los momentos actuales los niños traen todo un aprendizaje que si realmente no logramos en una u otra forma modificar con la ayuda del sistema educativo, van a repetir en sus propias historias personales, las tragedias personales de sus progenitores.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
Entonces y en definitiva también es importante el papel que juega la escuela. ¿Qué acciones deben realizarse al interior de los planteles escolares para prevenir la violencia intrafamiliar?
Lic. Morad:
La participación de la escuela como sistema educativo es fundamental para prevenir la violencia intrafamiliar. En ella se debe propender siempre para que al niño se le eduque comprendiendo que tanto varones como mujeres, tienen las mismas oportunidades.
Se debe trabajar sobre un lenguaje amplio, no-sexista, donde no se excluya a la mujer. Donde se utilice un lenguaje en que ambos, niños y niñas, puedan desarrollar todo su potencial.
Es básicamente desde la educación desde donde se debe hacer el cambio. Con unos docentes que estén verdaderamente estructurados, el papel formativo y social del sistema educativo es el potencial fundamental para cambiar las expresiones culturales de la violencia.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
La escuela puede contribuir a que tengamos unos niños que sean más flexibles y tolerantes. ¿Cómo hace el maestro para dejar sedimentado en el pequeño esta información?
Lic. Rodríguez:
Es indispensable y básico que la escuela abra inmensos espacios para el dialogo en todos los campos de la educación, e incluso como una vivencia diaria del proceso enseñanza – aprendizaje. Diálogos en el acontecer cotidiano y práctico de la realidad, no como un concepto puramente teórico. En dicho dialogo deben participar abiertamente los niños y niñas. Debe participar activamente como esencia elemental la familia.
Los mismos maestros deben sedimentar el nuevo concepto en los alumnos y que ellos e incluso llegasen a incentivar en los padres, el hecho de contribuir a abrir espacios. Los maestros en acciones extra curriculares deben estimular a las parejas para tomarse tiempo y promover la conversación entre la pareja, entre los hijos y entre la pareja y los hijos.
Se debe procurar romper el hecho que siempre los padres llegan tarde a casa y nunca tienen tiempo para conversar en familia. En esa conversación es importante el respeto, el dialogo y el reconocimiento de las diferencias.
Son los mismos valores que se deben fundamentar desde la escuela, el respeto a las diferencias, la promoción del dialogo con compresión, el reconocimiento de la identidad a través de una igualdad de un sentido más equitativo para niños y niñas y la toma de decisiones concertadas a través del dialogo, el respeto y fomentar el amor entre los niños y niñas.
Pregunta de una televidente:
Tengo un hijo. ¿Qué puede hacer una madre de familia ante el maltrato físico y moral del esposo?
Lic. Rodríguez:
Lo primero que debe hacer es conversar con la pareja. Cuando el maltrato es contundente, posiblemente repetitivo y persiste pese al intento de búsqueda de una solución, que en definitiva afecta al cuerpo, su emocionalidad, la víctima no puede ni debe quedarse en el silencio.
Es indispensable denunciar, porque el maltrato atenta contra el derecho humano de integridad y de dignidad de la persona.
Pregunta de Rosalba desde las Palmeras:
¿Dónde se puede colocar una denuncia ante un hecho de maltrato intrafamiliar?
Lic. Rodríguez:
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, permanentemente esta recibiendo los casos de violencia intrafamiliar. Son también espacios para realizar estas denuncias las Defensorías del pueblo y las Comisarías de familia, de las cuales existen cuatro en la ciudad de Cartagena.
Pregunta, Carmen Jiménez :
¿Qué se puede hacer con los niños que son agresivos, con sus padres y con sus hermanos?
Lic. Rodríguez:
Con los niños hay que abrir grandes espacios de dialogo. Si los castigos están fundamentados en golpearlos, ellos aprenden este esquema. Los padres de familia deben ser fomen-tadores del diálogo abierto donde participen los hijos y la pareja, sobre los diferentes problemas que afectan el grupo familiar.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
En muchas familias el padre se comporta con un patrón de corte autoritario. ¿Cómo el varón puede evitar que este comportamiento termine generando violencia intrafamiliar?
Lic. Morad:
Cuando las normas son impuestas y no se negocian, y no se dialoga con los hijos, los hijos desobedecen y al final los padres agreden a los hijos a través de los castigos y sanciones.
Aquí lo importante es tener capacidad de reflexionar sobre las normas que se aplican, y entender que si hay una normativa dentro de la familia, que existen horarios de salida y de llegada, la importancia en el estudio, se debe primero garantizar que los hijos entiendan que eso es un valor dentro de la familia, que tiene su parte inmensamente favorable y benéfica, que no lo deben hacer porque simplemente se les impone. Con la violencia lo que opera es el miedo, nunca bajo la violencia hay espacio para la reflexión y el entendimiento.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
Todos ejercemos violencia intra-familiar cuando participamos en ella con el silencio. Hay que romper el silencio en torno a la violencia intrafamiliar. La violencia intrafamiliar hay que denunciarla. ¿Con qué frecuencia en la Ciudad de Cartagena, llegan a los estrados judiciales las denuncias sobre violencia intrafamiliar?
Dr. Buelvas:
La frecuencia ha ido en notable aumento en los últimos tres años en Cartagena. Es cada vez mayor el numero de denuncias instauradas.
La gran ocurrencia de hechos y la frecuente concurrencia de personas a los organismos e instituciones, que se dedican a proteger a los maltratados, y que se dedican a tomar las medidas contra los agresores, ha hecho que la violencia intrafamiliar esté convertida en un problema de justicia y de salud publica.
No existen cifras precisas para cuantificar la problemática en la ciudad de Cartagena.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿Qué mecanismos ofrecen las leyes para protección de aquellas mujeres que sufren violencia al interior de su hogar?
Dr. Buelvas: Se tiene una protección inmediata que la brinda el comisario de familia, instancia a la cual ella debe concurrir y pedir la protección.
La protección se le brinda enseguida, ya sea quitando a la persona del medio en que se encuentra el agresor, independientemente de todas las acciones penales o las acciones del derecho de familia que se puedan adelantar posteriormente.
Tiene la obligación el Comisario de familia o el Juez Promiscuo Municipal de tomar todas las medidas inmediatas y necesarias para separar al agresor del medio familiar donde esta ocasionando el daño.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿A Qué tipo de violencia está expuesta usualmente la mujer?
Lic. Rodríguez:
La mujer puede estar expuesta a múltiples expresiones de la violencia intrafamiliar. Hay que tener presente también que la violencia es un ciclo. El tipo de violencia puede ser: maltrato físico expresado por los golpes o maltrato verbal manifestado por insultos.
Esos insultos y palabras de desprecio pueden expresarse incluso delante de los niños para incentivar en ellos el rechazo a la madre, lo cual puede también golpear la vida emocional del grupo familiar.
La otra expression de violencia intrafamiliar es la violencia sexual, prácticamente una violación carnal sistemática, a diario, donde el coito con brusquedad, sin afecto, marcadamente mal intencionado, viene a ser el golpe fuerte y contundente sobre la mesa, para recordar quien es el que siempre tiene la razón, quien es el que siempre manda, quien el que siempre ordena y atropella a todos los que no están de acuerdo con él.
Pregunta de un Televidente:
¿Pueden presentarse problemas sicológicos en las mujeres que son sometidas a maltrato de su compañero?
Doctora Torres:
Claro que sí, los problemas de violencia generan temor, inseguridad, pasividad, frustración, problemas de autoestima, depresión y ansiedad, entre otros aspectos.
Todo ello influye negativamente en la personalidad de la mujer víctima de maltrato, quien con frecuencia se considera merecedora del mismo y es incapaz de romper la cadena.
De ese modo se va perpetuando toda esa situación, con las inevitables consecuencias en el mismo sistema familiar, maltratando a los hijos por ejemplos, o en otros sistemas sociales, afectando su desempeño laboral, por ejemplo.
Pregunta, Estaban Cortes, desde el barrio Castillogrande:
¿Ese maltrato que ocurre en la violencia intrafamiliar se puede considerar como un intento de homicidio?
Dr. Buelvas:
En definitiva sí. Cuando las lesiones que produce el agresor, o en el reclamo que hace la víctima, se evidencian lesiones severas se pueden llegar a configurar delitos graves, y realizarse los cargos como intentos de homicidio. En muchas ocasiones han ocurrido homicidios.
Es bueno insistir que la medida inmediata es separar del medio familiar al agresor, independientemente de las medidas judiciales que se deban tomar posteriormente. Lo que en primer instancia busca la protección legal, es suspender la agresión que está ocurriendo en el medio familiar, porque esa agresión podría generar una cadena de agresiones y de víctimas.
Posteriormente los jueces serán a quienes les corresponda el estudio respectivo y entrar a considerar si la conducta puede ser en un momento determinado: lesiones personales o intentos de homicidio. Hay casos en que se han producido homicidios por golpiza o por agresiones de algún miembro de la familia hacia su pareja, sus hijos o hacia sus ascendientes.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿La violencia intrafamiliar se vive desde la relación de pareja?
Dra. Torres:
Desafortunadamente muchas parejas no tienen las mejores herramientas de comunicación, o no poseen las mejores habilidades para solucionar conflictos, cuando se presentan algunas situaciones.
Cuando la pareja no sabe que hacer para manejar una situación específica, en muchas ocasiones la solución más fácil es la violencia, un golpe, un pellizco, un chantaje, una manipulación, y de esa manera se consigue más rápido lo que uno de los dos desea, gana el que se hace sentir, y el otro debe adoptar una posición de acatamiento.
Esos roles se repiten y repiten hasta tornarse en una realidad y cada vez más uno será siempre el agresor y el otro siempre la víctima.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
Dentro del proceso formativo de los hijos, y pensando en la relación de pareja, ¿El varón debiese ser formado como un ser tierno y afectivo?
Lic. Morad:
Claro que sí. Yo creo que tanto varones como mujeres, todos los seres humanos necesitamos, deseamos expresar la afectividad. A los hombres de esta cultura no se les puede seguir cercenando la afectividad.
Es importante criar a los hijos afectuosos, que puedan expresar toda la alegría que tienen en un abrazo, que reconozcan la importancia de tocarse, poder expresarse por el tacto y los besos. Las expresiones de ternura y efectividad son significativos en la vida de los niños, de niñas y de los adultos varones y mujeres.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
Entonces ¿La ternura es una herramienta de prevención contra el maltrato intrafamiliar?
Lic. Morad:
Las expresiones del afecto, en todas sus múltiples formas disponibles y por crear, son muy importantes. También son importantes las normas claras, también lo es lógicamente una relación donde las personas tengan voz y presencia dentro de la familia.
Pregunta la televidente, Carolina Martínez:
¿A que tipo de entidad puede uno acudir cuando se sabe que una mujer sufre maltrato por su esposo, pero ella no se atreve a buscar ayuda?
Lic. Rodríguez:
Lo primero que hay que hacer es reconocer que no podemos resolver el problema guardando silencio, ya se había señalado.
Los silencios nos han traído muchos problemas. Hay que empezar aceptando y ayudando a aceptar que necesitamos ayuda profesional en cuantos a los derechos y leyes, asistencia sociológica y psicológica, protección medica y/o psiquiátrica. La Ley 294 del año 96 establece unos mecanismos de protección para las mujeres maltratadas y violentadas.
No obstante en la Ley 575 del año 2000 en el artículo cuarto, parágrafo primero sentencia que se va a dar un tratamiento a todas aquellas parejas que lo consideren pertinentes, pero siempre y cuando se lo costeen y sabemos que los estratos 1, 2 y 3 no estarían en capacidad de costearse el tratamiento terapéutico que se amerita.
Ayude a su amiga a hacer conciencia, a que tenga presente que la violencia intrafamiliar puede estar afectando psicológicamente al niño, a la mujer misma, entonces lo importante es saber que necesitamos ayuda profesional. Lo que no podemos es seguir guardando silencio.
Ello de ninguna manera, porque esto lo que hace es ahondar más, profundizar el sufrimiento que se han cargado tradicionalmente y perpetuar el sacrificio que se les ha asignado a las mujeres culturalmente.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿Se genera violencia intrafamiliar en todos los estratos sociales?
Lic. Morad:
Sí se genera en todos los estratos, pero las manifestaciones son distintas. Dentro de la familia se suelen mover múltiples tensiones. Unas tienen que ver con lo económico, con las condiciones de pobreza, pero en las otras también con los deseos de tener cada vez más.
Nos movemos en una sociedad de consumo, que aunque tenga quiere tener más, y este hecho genera también ante el interior de la familia, muchas tensiones.
Las relaciones de poder están en todos los estratos sociales, lógicamente que la mujer de un estrato social más elevado, donde tenga unas posibilidades de educación y de salir adelante, podrá potencialmente adquirir herramientas para enfrentar situaciones de violencia intrafamiliar, pero no es la generalidad.
Mientras en estratos bajos la mujer pueda ser violentada con el bate de béisbol o con la tranca del portón, en la clase alta puede ser violentada con el palo de golf.
Pregunta, Mariela González, desde El barrio Crespo:
¿El varón también puede ser víctima de la violencia intrafamiliar?
Lic. Morad:
Si, los informes están mostrando que ya empiezan a aflorar hombres que han sido violentados. Definitivamente en los casos que se presentan en el sistema jurídico, es la mujer a la que se violenta mucho mas, pero lógicamente que los cambios y las transformaciones que ha tenido la presencia social de la mujer en los últimos años, también puede generar una conducta que predisponga y exacerbe la violencia.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿Qué otros aspectos negativos se pueden generar, cuando se tiene una situación de violencia intrafamiliar?
Dra. Torres:
Otro de los problemas graves es todo lo que se refiere a la sexualidad. Es conocido de todos que la sexualidad durante mucho tiempo ha sido un tabú, por ello tal vez los padres de familia no tienen los mejores elementos para formar a sus hijos en este campo.
En los hijos de padres con violencia intrafamiliar, se presentan elevados casos de embarazo precoces, de abortos provocados, elevados índices de enfermedades transmitidas sexualmente, creándose por tanto estos graves problemas de salud sexual y reproductiva.
Es frecuente que el adolescente, hastiado de la violencia que lo rodea, deseoso de buscar alguien diferente con quien identificarse, deseoso de buscar una autonomía, de ser comprendido, cansado de no entenderse con los padres, vea en la unión a la primera pareja encontrada un oasis, lo que en muchos casos terminará siendo un espejismo.
Aquí ya se están fraguando situaciones nuevas, conflictos que de seguro no se sabrán manejar y pronto la violencia surgirá como la alternativa para plantear soluciones. De igual forma, las diferencias y la brecha generacional entre padres e hijos, cuando no se concilian, pueden convertirse en desencadenantes de violencia al interior de nuestras familias.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿Y la delincuencia juvenil?
Dra. Torres:
Esa es otra de las dolorosas expresiones heredadas que son producto de una violencia intrafamiliar de años. Es el producto de mecanismos que se están llevando a cabo. Lo importante es que hay muchas herramientas para prevenir la violencia intra familiar que genera delincuencia juvenil. Entre las importantes tenemos: Soporte afectivo generado desde la misma familia.
Si en la familia hay mucho afecto, mucho amor, mucha comprensión, mucho diálogo, es muy poco probable que se genere violencia. Si en la familia se tiene una fundamentación de ética, moral, y son aplicados en la cotidianidad, eso va a ayudar para que haya menos violencia.
Si se hace un buen manejo del tiempo libre, si la familia se recrea junta, si la familia se ríe junta, si en la familia se tiene contacto en lo físico y en lo espiritual, si en la familia la comunicación es abierta y sincera, estaremos cerrando el paso a la violencia intrafamiliar y a todas las consecuencias funestas a las que ella conduce.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
Dra. Torres, si en definitiva, la prevención se fundamenta en la Comunicación. ¿Cómo debe ser esa comunicación que tanta falta nos hace?
Dra. Torres:
Antes de hablar de comunicación, es importante hablar de los roles y funciones que deben cumplir los miembros de la familia.
Si bien es cierto que son un grupo de familia, que están bajo el mismo techo y que están unidos por un vínculo afectivo, es importante reconocer que cada uno tiene su individualidad, que cada persona tiene sus metas, sus intereses y sus sueños. Esas metas, intereses y sueños hay que respetarlos.
Una vez definida esa parte, entonces entra a jugar un papel fundamental la necesidad de compartir con los demás, respetando las propias decisiones siempre y cuando no afecten a los demás miembros. Por tanto hay algunas cosas que son de los padres de familia, y nosotros como padres de familia debemos aprender a desempeñarlas lo mejor posible.
Uno de esos roles es promover el desarrollo psicológico de sus miembros, y una de las herramientas para ello es la comunicación. La comunicación familiar implica que cada uno puede expresar en una forma sincera y abierta, lo que piensa, lo que siente, lo que fluye de sus gustos, de sus preferencias.
Allí saltan a la vista los desacuerdos, las posiciones encontradas, los sentimientos diversos, los gustos variados, porque no se trata de que en la familia no haya problemas o conflictos. Es todo lo contrario.
Es que cuando a diario en la familia se presenten dichos conflictos, seamos capaces de superarlos y solucionarlos, y para ello, la herramienta central y fundamental es la comunicación sincera como núcleo del diálogo. Esa comunicación viene a ser la base sólida para poder prevenir con eficacia la violencia intrafamiliar.
Se generarían entonces acuerdos mutuos para aspectos tan cotidianos y al parecer simplistas, pero que se convierten en gruesos leños para la hoguera: el manejo del dinero, la crianza de los hijos, los amigos, el papel de la mujer en el campo laboral y la sexualidad.
Trasladando todos estos conceptos a un lenguaje más sencillo, la idea es que las personas primero que todo reconozcan que todos somos distintos, que en la diferencia se generan conflictos, y al generarse también deben reconocerse, y entonces dialogados, buscarse las soluciones.
En teoría la situación es así de fácil, pero la complejidad humana es la que la hace difícil, pero no imposible de comprender y aplicar.
Pregunta, Regina Martínez, desde Altos del Campestre:
Mi vecina le ha prohibido a su hijo que se relacione con mi hijo de ocho años. Ellos han sido amigos desde hace tiempo, ellos estudian juntos, juegan juntos y tienen la misma edad. ¿Cómo podría manejar este caso?
Dra. Torres:
Señora Martínez, con la información que usted ha presentado, se puede apreciar que el problema no son los niños, el problemas es de los adultos, y eso es una situación frecuente, muchos de los problemas con los niños tienen que ver con los adultos.
Le sugeriría que tuviese un dialogo con su vecina, deben mirar exactamente cuáles son las razones que ella tiene para que sus hijos no se vean ni se traten. Una vez conozca las razones sabrá si sus argumentos son válidos para la prohibición de esta relación entre los niños. Se trata de que ustedes dos miren qué es lo que está sucediendo.
Bueno, aunque nos salimos un poco del tema de la violencia intrafamiliar, es válido recordar que la familia está inmersa en un contexto social mayor, con el cual debe relacionarse: otras familias, la comunidad, las instituciones educativas, la iglesia, las agremiaciones, etc.
En estas interacciones también se presentan dificultades, como la señalada por la señora Martínez, las cuales deben manejarse a través de la concertación y el dialogo.
Aprovecho la ocasión para resaltar el papel fundamental de la familia en la formación de los hijos, ya que los demás estamentos sociales lo que deben es apoyar, reforzar y potencializar lo que se hace desde la familia.
Pregunta la televidente Carmen Pérez, desde el barrio Paraguay:
Ustedes han señalado que la familia es el núcleo fundamental en la formación. Mi preocupación es que mis hijos se van a dañar si entran en relación con otros niños o con personas que de pronto tengan otras costumbres que no sean saludables ¿Cómo debo protegerlos?
Dra. Torres:
Yo le diría a la Sra. Carmen, que en todas partes van a encontrar jóvenes buenos o malos, independiente del lugar donde ella viva. Lo importante no es esconder u ocultar o negar con la pretensión de proteger a los jóvenes o a los niños para que no los rodee un ambiente que les ocasione problemas, porque eso es imposible.
Lo importante es trabajar al interior de la familia, darles todo lo bueno que usted como madre les pueda dar. Estamos hablando principalmente de valores, valores que se siembran siempre desde la edad temprana, desde niños, no esperar que los hijos crezcan para formarlos en valores y normas.
Es importante que desde la edad temprana se les incentive a cultivar valores como la responsabilidad, el respeto, la honestidad, la solidaridad y otros, que son importantes para la sociedad. En esa formación el niño adquirirá todas las herramientas y todas las fortalezas para no dañarse como usted dice, cuando por necesidades de la vida y exigencias de la sociedad, entre en relación con personas y personajes de costumbres no saludables.
Pregunta la televidente Sandra Karla, desde el barrio Trece de Junio:
Tengo dos hijos. El Varón tiene 12 años y es muy dócil. La niña tiene siete años, es rebelde y siente muchos celos del niño. ¿Qué hacer para evitar que siempre se termine en violencia?
Doctora Torres:
Estos casos son frecuentes entre los hermanos, es usual que haya rivalidad entre ellos, son diferentes, sobre todo que ya usted señaló que son diferentes en cuanto a su temperamento. Si un niño es de temperamento dócil es posible que de pronto la madre se le acerque mucho más.
Cuando el niño es rebelde es probable que ella tenga un poco de distancia, no significa que se quiera más o se quiera menos, sencillamente son las distintas formas de relacionarse de acuerdo con la forma de ser del otro, en este caso los hijos.
Le diría sencillamente que trate por igual a sus dos niños, no haga comparaciones, que en todo momento ellos sientan que los quieren de la misma forma, que compartan cosas donde tengan que hablar, que dialogar, tenga usted en cuenta que tienen diferencias de edades, siete y doce años, esas diferencias de edades en estos momentos son inmensas, no tienen los mismos intereses.
Usted puede utilizar estrategias, como que el mayor en alguna medida cuide y se responsabilice de algunas cosas del hijo menor, con ello usted cultivará la relación de acercamiento y así se estrechará el vínculo entre los dos hijos.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿Los medios de comunicación juegan algún papel en la persistencia de la violencia intrafamiliar ?
Dra. Torres:
Anteriormente señalábamos cómo la familia juega un papel central y activo en la formación de los hijos.
Desafortunadamente algunas familias dejan ese papel formador básico a los medios de comunicación, y hoy más frecuentemente la televisión y las nuevas tecnologías están generando adicción a otros medios, como los juegos interactivos, lo cual es perjudicial, si no hay un uso con sentido racionado.
La Internet y muchos juegos telemáticos, están haciendo que muchos niños y jóvenes, estén tan ensimismados en esos frutos de la tecnología, que en la práctica no tengan tiempo para dialogar y compartir con el medio externo. En esos momentos tácitamente están siendo desplazados los padres del papel importante que tienen en la formación de sus hijos.
Los padres tienen que seriamente y con propiedad asumir el rol activo que su condición implica, deben seleccionar, orientar, guiar, decir hasta cuando, controlar y en algunos casos prohibir, de acuerdo a su propio criterio, cuando el hijo esta recibiendo información no apropiada, que puede estar sembrando o incubando en el fondo de su ser, acciones violentas.
Jorge Aldana señalaba que el hogar, el asiento de la familia, es donde está permitido soñar, en el hogar, regazo de la familia, es donde reír es una forma de dialogar, el hogar, claustro de la familia, es el sitio donde cada uno es valioso e importante, pero sobre todo, el hogar es donde el amor es un verbo cotidiano y la vida se ensalza con la posibilidad de la felicidad. Y estoy de acuerdo con él, la violencia puede detenerse y los seres humanos en el marco de la familia pueden vivir si ella.
Pregunta el televidente, José Padrón:
¿la violencia sexual hace parte de la violencia intra familiar?
Lic. Rodríguez:
Sí, lo hemos enfatizado. Es parte de los compo-nentes de la violencia intrafamiliar. Se da en forma de acoso sexual, violaciones consentidas, maltrato a la pareja y a los niños, En Cartagena la violencia sexual es un problema que ha venido cobrando fuerza en los tres últimos años del siglo XX, y se han aumentado las cifras de denuncias en lo que ha corrido del año 2002, y es preocupante, puesto que esta situación afecta directamente el equilibrio emocional y la salud mental.
Pregunta de un televidente desde Bocagrande:
Algunos teorías postulan que hay una información de tipo genético que condiciona a personas, poblaciones enteras, a ser violentas. En Colombia, la violencia intrafamiliar se mira en el espejo de la violencia cotidiana y generalizada que nos afecta desde hace años. ¿Existirá una causa genética que explique la violencia?
Lic. Rodríguez:
No. Realmente no estoy de acuerdo con esa posición de que somos los Colombianos potencialmente violentos por tener información genética para ser por siempre violentos.
Es cierto que en nuestra cultura hemos tolerado demasiadas, múltiples formas de violencia y que vivimos esas múltiples violencias, pero necesitamos reaccionar de alguna forma, crear un nuevo pensamiento, un pensamiento que esté relacionado con unos espacios amplios de negociación, de dialogo en la familia, en la pareja, en la comunidad, en la sociedad, donde todos coloquemos nuestras diferencias sobre la mesa y entendamos esas diferencias, y sin rencores hagamos con seriedad y honestidad lo nuestro, mirándolo como un complemento de lo del vecino, y que él actúe en reciprocidad.
No es cierto que seamos violentos porque tengamos en nuestro código personal un material genético dispuesto para ser de esa manera, violentos. Me gustaría conocer la opinión del Doctor Buelvas.
Opina el Dr. Buelvas.
Estoy plenamente de acuerdo con usted. En primer lugar los colombianos no somos más ni menos violentos que el resto de habitantes del planeta tierra. Todos los pueblos, en determinado periodo histórico han desarrollado conflictos sociales, que se expresan en todos los medios incluido el medio familiar.
Las estadísticas nos muestran unos niveles altos de violencia: homicidios, matanzas, secuestros que están permanentemente cruzadas con conflictos de narcotráfico y política, y esto invade todos los medios por el deterioro social, la descomposición social que en este momento es un problema universal.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿Pudiésemos deducir que la violencia intrafamiliar entonces es un proceso que se aprende, es un proceso que va del niño al adulto, es un proceso que se vuelve normal dentro de lo cotidiano?
Lic. Morad:
Exactamente, la violencia intrafamiliar es una conducta socialmente aprendida en la familia, en la calle y en todos los espacios de socialización de los niños y niñas. Es una conducta aprendida que se va repitiendo, y va haciendo un círculo en el grupo familiar.
De tal manera que si ahora el padre le dice a los hijos que no valen nada y que ahora con estos golpes si van a aprender a respetar, está ahí una carga de violencia, en la palabra y en el golpe físico. Estos esquemas culturales son los que se van repitiendo en el hijo, en el individuo que se convierte en adulto, y que aplica a su pareja y a sus futuros hijos.
Pregunta de un televidente:
Cuando un hombre le causa lesiones personales a su esposa. ¿A qué penas puede ser sometido por la justicia?
Dr. Buelvas:
Las lesiones personales tienen unas medidas que van desde la reparación del daño hasta la privación de la libertad, la cual se tabula en meses y hasta en dos años.
Esas medidas las toman los jueces, luego de todas las valoraciones respectivas, pero antes de ello, la persona agredida u ofendida tiene una medida inmediata de protección, y es la separación del agresor del medio familiar donde se está produciendo la agresión.
Pregunta de un televidente:
¿ Existirán algunos factores sociales que estén relacionados con el origen de la violencia intrafamiliar?
Dr. Buelvas:
Como ha sido señalado, la violencia intrafamiliar en nuestro medio tiene en gran medida un origen de carácter cultural. Fundamentado por la relación de poder y sometimiento que se da en la familia y por la alta tasa de violencia que hay en toda nuestra sociedad.
Se presenta violencia en la familia ya sea directamente con el medio o derivados del medio, con las formas de violencia que se dan en las barriadas con pandillas juveniles, con agresiones a ancianos, con sometimiento del padre a sus hijos, con la compañera o la esposa e incluso a su ascendiente. El origen es por tanto eminentemente cultural y tiene una gran carga perversa en nuestro medio.
La subcultura de violencia que estamos andando en Colombia va creando una simbología de la muerte, que se traduce cada vez en un individuo más violento desde el punto de vista físico y psicológico.
Opina un televidente:
Yo quiero expresar que la violencia intrafamiliar a mi manera de ver, es un problema no tanto cultural como social. La violencia intrafamiliar surge más como el resultado de estados de violencia a nivel externo, lo que posteriormente se va a reflejar a un nivel intrafamiliar.
Continúa el Dr. Buelvas:
También ya señalamos que la violencia intrafamiliar se manifiesta en todos los estratos sociales, lo que ocurre es que en algunos estratos, es más notorio en razón de que el mismo medio, o la sociedad, los difunde con mayor impacto.
En los estratos sociales denominados altos, la violencia intrafamiliar se suele manejar por conciliación, por intermediación, por participación de otros, porque el nivel cultural les permite el acceso a esos medios, mientras que en los estratos medios y bajos, no tienen acceso rápido, a los medios o mecanismos sociales de la solución de los conflictos y eso hace que se expresen más violentamente. (Lea También: La Genética: Herramienta Importante para Determinar la Paternidad)
Importante el comentario del televidente.
Evidentemente cuando decimos que hay un indicativo, que dice que hay violencia, ella se expresa más en la familia. Da la razón su análisis, de que ésta se expresa por un conflicto social en el cual todos estamos inmersos.
Lo que ocurre es que en la familia es más fácil producirla porque hay un medio que desencadena consecuencias, mientras que en otro tipo de violencia, ya sea terrorista, de narcotráfico, política o cualquier otro tipo de violencia distinta, se maneja en una forma más dosificada, más consciente, más permanente por los organismos estatales, por la administración de justicia y por la misma población.
Hoy el estado colombiano ha asumido su características de estado social de derecho, en donde lo principal es el ser humano.
O sea, es un estado con el hombre en el centro, donde el desarrollo del individuo en todos los órdenes es prioritario, y es básico un orden familiar y por eso hoy no sólo hay instituciones encargadas especialmente de eso, sino que la legislación ha seguido avanzando y hay una ley de violencia intrafamiliar para tratar esos problemas.
Hay organismos del estado encargados de la administración de justicia especializada para tratar estos problemas de violencia intrafamiliar.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
Los niños de la calle. ¿Es ese otro problema en parte generado por la violencia intrafamiliar?
Lic. Rodríguez:
Si. Definitivamente la violencia intrafamiliar es uno de los factores contribuyentes para que los niños salgan de la casa, abandonen el hogar, abandonen la familia. Se debe tener en cuenta que el problema de la niñez en la calle tiene que ver mucho con la pobreza, con el abandono. Esas son otras forma de violencia intrafamiliar.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
¿Las entidades gubernamentales y los dirigentes juegan un papel importante en la prevención de la violencia intrafamiliar?
Lic. Rodríguez:
Se necesitan políticas de estado en contra de la violencia y en contra de la violación de los derecho humanos de la mujer. No necesitamos un programa de gobierno, porque estos programas no tienen continuidad cuando se acaba el gobierno, y empieza un nuevo programa diferente. Allí se pierden los esfuerzos. Ejemplo de ello es el Programa Nacional de Equidad, que se diluyó porque el nuevo gobierno le fue eliminando acciones y programas sociales que se estaban desarrollando.
Opinión de un nuevo televidente:
El problema de la violencia intrafamiliar es un problema de la descomposición de la sociedad, porque la sociedad no se descompone por partes, la sociedad se descompone totalmente, y cuando la sociedad se descompone totalmente esa célula que constituye la familia, también se descompone y refleja todo el proceso de descomposición interna que hay en la sociedad.
Estoy de acuerdo con la posición del Dr. Buelvas, el problema de violencia intrafamiliar es un problema de tipo social originado en el comportamiento determinado por el carácter de una sociedad en proceso irremediable de descom-posición. Muchas gracias por la oportunidad.
Pregunta de un televidente:
¿Cómo funciona la parte jurídica sobre las entidades militares, ya que ellos también son violentos con el trato de las personas ? Qué hacer cuando los militares son violentos en la familia, ya que ellos son agresivos por naturaleza?
Dr. Buelvas:
Ninguna persona es violenta por naturaleza. La conducta violenta es adquirida y el hecho que una persona desempeñe una profesión determinada, no es que sea más violenta que otra. Depende de la actitud que se toma en ese momento, no de la profesión que desempeña. Los militares no se deben asociar con la violencia.
Ellos ejercen una acción represiva porque tienen que aplicar la legitima violencia del estado, pero eso es legalmente y por orden de una autoridad. No debe ser su practica cotidiana como individuo en la relación familiar, ni en la relación como ser social en el medio en que se desarrolla.
Pregunta del Dr. Monterrosa:
Vamos concluyendo entonces, que la violencia intrafamiliar y el hecho de ser violento es aprendido, nadie es violento por naturaleza, nadie nace genéticamente violento ¿Cómo se puede llegar a prevenir la violencia intrafamiliar?
Lic. Morad:
Se puede generar prevención ante la violencia intrafamiliar en distintos espacios, y uno de los más importantes es la escuela. Debemos conocer bien la problemática y los implicados. En la Universidad de Cartagena estamos desarrollando un proyecto de investigación, un análisis de lo cultural de la violencia intrafamiliar en la ciudad de Cartagena, desde una perspectiva de genero.
Los municipios todos deben adoptar políticas sociales para defender los derechos de las personas que están siendo violentadas como las mujeres, los niños, los ancianos. Las universidades deben propiciar, desarrollar programas y estudios serios sobre prevención, especialmente en el área social.
Agrega la Lic. Rodríguez:
Es importante desarrollar espacios de diálogo y que todos participen en la política dentro de la escuela. Debe haber participación con voz y voto de las niñas dentro de la familia, para que no se sientan personas anuladas, porque en los imaginarios sociales tenemos un imaginario de poder, que como ya hemos señalado, está sustentado la violencia intrafamiliar, y que en este imaginario de poder las mujeres están disminuidas, perdida su autoestima. Hay que trabajar en la recuperación de la autoestima de la mujer, abrir espacios de dialogo con los niños tanto en la escuela como en la familia.
Opinión de un televidente desde Amberes:
La familia juega un papel muy importante en la sociedad. Si la sociedad está deteriorada, es porque la persona joven ya ha venido con un mal ejemplo de la familia, porque la familia ha jugado un papel básico en la formación de esa persona, es un círculo persistente, los padres siempre van a ser un modelo para sus hijos.
Lic. Rodríguez:
Usted lo ha señalado. La familia tiene un papel importante en el proceso de aprendizaje de normas y valores. En este proceso que nosotros llamamos de socialización, las personas, niños y niñas, van a aprender a como deben comportarse en determinados espacios de la sociedad.
De esa manera estamos reproduciendo valores y normas. Esa reproducción puede ser desafortunada cuando lo que realizamos son normas de autoritarismo y de represión. El clásico ejemplo es cuando se le dice con voz fuerte al niño: los niños no lloran.
Esa es una formula muy agresiva, violenta. Los niños si pueden llorar. Toda persona puede llorar si algo le duele, si algo pierde. En este caso, cuando impedimos llorar, de alguna manera estamos limitando las expresiones de ternura y de sentimiento de los niños
Mensaje final:
Hay dos palabras que pueden ser estrategias importantes para que al interior de la familia, comencemos desde ya y cada uno a prevenir esa violencia intrafamiliar. Las palabras: AMOR y TERNURA, son estrategias importantes que sensibilizan el interior de la familia.
No es que nacimos violentos. No es que genéticamente seamos violentos. Y tampoco es cierto que irremediablemente seremos violentos.
La violencia intrafamiliar se puede prevenir. Comencemos a partir del día de hoy a colocar el buen ejemplo, al interior de la familia debemos ser menos violentos en el comportamiento cotidiano y en el quehacer diario.
De esa manera estaremos colocando nuestro granito de arena para que tengamos una nueva generación en individuos no violentos. Contribuyamos a minimizar la violencia al interior de la pareja, que termina en un momento dado generando una violencia en la relación de los padres con los hijos.
La violencia intrafamiliar es un problema generalizado en todo nuestro contorno latinoamericano por una cultura machista, por una cultura donde se favorece a los varones, quienes ejercen los valores, el poder y la mujer es la subordinada.
Se necesitan programas educativos donde estemos dedicados a crear más espacios, más horizontes y más horas dedicadas al dialogo y a unas relaciones mucho más saludables para los varones y las mujeres.
Debemos generar un nuevo individuo, debemos generar un nuevo ser humano lleno de valores, inflado de virtudes, que sea capaz en gran medida de entrar a cambiar todos estos aspectos que han sido señalados, que sea capaz de impartir justicia, ya que en definitiva la violencia intrafamiliar es otra expresión de injusticia social.
Gracias a todos por haber estado en TODO EN SALUD, y por favor si van a esa tienda de plaza de mercado, la del comienzo, compren semillas, muchas, muchas semillas.
CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO