Ejemplos Oníricos y su Interpretación Parte 5
Dr. Guillermo Sánchez Medina.
Una paciente joven, estudiante de ciencias pedagógicas, trajo al análisis el siguiente sueño:
“Veía una estatua precolombina; era una cabeza que estaba dentro de estómago o abdomen de otra persona, la cavidad era muy clara. La pieza precolombina era cómo un Tumaco. La veía y me gustaba, me parecía interesante pero me daba mucho temor; era cómo algo misterioso; había algo miedoso de negro”.
La paciente asoció en la siguiente forma: “Las estatuas precolombinas me gustan, me atraen; es algo que uno descubre del pasado de un mismo; son objetos valiosos; ahora cuesta mucho.
Yo he ido a los museos y he visto muchas estatuas; las estatuas romanas y las griegas son perfectas; las Venus son como mujeres que no han tenido hijos, son vírgenes como yo. No recuero haber visto estatuas antiguas con huesos; en las precolombinas he visto varias veces la maternidad. La estatua del sueño es como alguna que he visto. La maternidad…
Cuando niña, pensaba que los niños estaban dentro del estómago o en el abdomen, que salían por el hueco del ombligo y que tenían que operar a la mamá, que le salía mucha sangra y que era algo muy doloroso; finalmente, que les quedaba un hueco, un vacío por dentro; toda esa era mi fantasía; vine a saber cómo era cuando ya estaba mayorcita.
Cuando me vino la regla, en ese momento era como tener un bebé.
La estatua del sueño es como un embarazo. Yo quiero tener un bebé, estar embarazada, eso será maravilloso, pero también es algo misterioso, oscuro, por que no lo conozco, no sé cómo será. Tener un hijo dentro es algo que se tiene, que se es uno y otro al mismo tiempo, que es independientemente; cuando sale, será también, en parte, una prolongación de uno mismo.
“Volviendo a la estatua del sueño, es como una persona, yo, dentro de la cavidad de la madre pero en el sueño era claro y no oscuro. Yo creo que cuando uno está dentro, primero es todo negro, como un caos, es una confusión.
“Aquí en el análisis, uno se mete dentro de este recinto, de este cuarto, dentro de uno mismo, pero también dentro del analista, o igualmente el analista se mete dentro de uno. El interés que tengo por la escultura precolombina y la historia es, como aquí, por mí misma; quizás yo tenga ancestros precolombinos y aquí uno descubre sus raíces indígenas.
No sé por qué en el sueño puse la estatua de Tumaco; pienso que he visto la estatua en algún lugar. Para mí Tumaco es algo misterioso, nunca he estado allí; allá hay negros y dicen que las playas tiene arena negra; es algo miedoso, pero también debe haber en el fondo muchas cosas bellas que uno no conoce; es miedo y amor al mismo tiempo. No sé por qué pienso en los negros y en los caníbales.
(Lea También: Ejemplos Oníricos y su Interpretación Parte 6)
El hueco de la estatua no sólo puede ser el útero, sino la boca y el estómago:
Es como si se comieran los bebes y cayeran al estómago. Recuerdo el mito de Cronos según el cual el padre se comía a los hijos, y también el cuento de Caperucita Roja en el que se la come el lobo y luego la saca el labrador del estómago; también pienso en el de Alicia en el país de la maravillas, cuando se cayo en ese espacio y encontró una y mil maravillas; eso es el estómago, el interior de uno, el inconsciente que a uno le da miedo; es algo terrorífico, pero atractivo y misterioso”.
El análisis de este sueño es muy obvio; la paciente estaba planteando con los recuerdos los restos diurnos y su interés por a arqueología; la cultura precolombina era en el fondo el interés por ella misma; a la vez estaba en el contenido latente sus temores ala maternidad, las fantasías antibalísticas (de ser devorada y de devorar).
Expone la paciente el deseo de perfección en las estatuas griegas y en la virginidad, el temor a quedar después del parto con un vacío; además el mismo parto sería algo temeroso y peligroso por la sangre.
En el tener un hijo y en la estatua del sueño se está describiendo la simbiosis madre-bebé, repetida en el análisis con el analista, con el cual regresa; de la misma forma esto ocurre con el relato de los cuentos infantiles misteriosos y terroríficos (ser comida y lo mismo al ser madre, comer).
Aquí se deja planteado, también, entre otras muchas posibilidades de significación, la fantasía del embarazo por la boca. Ser embarazada comiendo el objeto-pene-pezón es muy común en la fantasía de los niños, más aún cuando lo primero que se introyecta y se incorpora es el pezón, que más tarde forma la ecuación pezón-pene.
En un sueño de un profesional se dejan ver algunas de las fantasías edípicos y de la relación genital a niveles primitivos con ansiedades de castración. El paciente trajo el siguiente sueño: “Estaba en el mar Egeo; entraba a un puerto en un barco antiguo y veía el Coloso de Rodas, era grandísimo, era tan alto como la Torre Eiffel.
Yo me emocionaba y admiraba lo grandioso del hombre. Pensaba cómo lo habían hecho y puesto allí. Era de bronce, brillaba por unos lados pero el agua del mar le quitaba el brillo; pues estaba prohibido pasar por ahí y yo no tenía el permiso para hacerlo; entonces decidí echarme al mar y nadar por debajo del agua; lo hice, pasé por las bases del Coloso, las cuales las veía y al otro lado yo observaba a una mujer desnuda, que nadaba delante de mí; yo la seguía.
Yo iba en busca de un tesoro que estaba debajo del mar en una cueva. Estaba muy transparente. Llegue a una cueva y me encontré con la mujer, nos abrazamos, vino una luz y se iluminó todo; era como un amanecer, todo resplandecía y era un anuncio de algo”.
El analizado asoció lo siguiente: “Nunca he estado en Rodas pero si he querido hacerlo. Recuerdo haber leído sobre el Coloso como una de las maravillas que existen.
En el sueño era real, lo veía claramente; creo que en la realidad el Coloso no existe, pues lo destruyeron. Pienso que el sueño es como pasar por debajo del hombre grandioso, como aceptar que el hombre está por encima del hombre que soy yo, es también aceptar la superioridad de los otros, la grandeza y al mismo tiempo la humildad que uno debe tener o el sometimiento a la autoridad.
Yo creo que uno debe aceptar la autoridad, de lo contrario uno entra en problemas con ella. Creo que pasar por debajo de las piernas de está estatua del Coloso es el sometimiento al padre antes de entrar a la ciudad madre. El puerto, lleno de barcos, es como una vagina llena de penes.
En el sueño yo tenía miedo y no tenía permiso; recuerdo de niño que mi madre no me daba permiso de salir a jugar a la calle, yo lo hacía sin permiso pero con miedo; de niño jugaba con mis amigos a pasar por debajo de las piernas dentro del agua cuando nos bañábamos; era una sensación placentera, era poder conquistar algo, atravesar algo, ser capaz, tener un triunfo; recuerdo que papá me prohibía que me metiera en la cama de mi mamá y cuando lo hacía era con mucho miedo ; cuando él venia yo me hacía el dormido o echaba carrera para mi cama. Recuerdo a mi mama con el pelo largo como Lucía, mi novia; mamá de joven era bella. Un día iré a Rodas pero no encontrare al Coloso.
Me hubiera gustado haber vivido en ese tiempo. En el sueño yo viví ese tiempo. En el sueño había un tesoro; siempre he fantaseado encontrar un tesoro; pienso en todo los tesoros hundidos en el mar Egeo y en el Adriático y que luego algunos los han encontrado; eso es descubrir las culturas antiguas; el tesoro es valioso por lo antiguo, lo artístico y la cultura que conlleva, lo que hizo el hombre. La mujer del sueño era Lucía, mi novia; yo voy detrás de ella y quiero hacer el amor con ella. El análisis es como meterse en el fondo del mar y descubrir cosas.
“Lucía mi novia…Lucía en el país de las maravillas, no, Alicia en el país de las maravillas o de las fantasías, como aquí en el sueño.
Tener una relación con Lucía es maravilloso. En verdad en el coito uno siente una luz, es pasar a otro espacio, otro mundo. Pienso en la cueva o caverna de Platón en donde por dentro todo se hace luz o verdad como aquí en el análisis. La verdad también da placer y sensación de armonía.
“Amor, verdad y dar a luz un hijo es la creación, es la gestación de un hijo, la verdad están bella, pero también la belleza reproducida por el hombre en las estatuas nos trae la verdad intima”.
La interpretación de este sueño en parte el analizado ya lo ha hecho; sin embargo, vale la pena mencionar el conflicto edípico del sujeto, el temor del castigo del padre si se acostaba con la madre, y que ahora se repitió con la fantasía del Coloso de Rodas (padre) hecha por el paciente; aparece muy claros los deseo genitales (coito) pero con los temores subsiguientes y la fusión de la relación sexual con el conocimiento: dar a luz, conocer la verdad.
Queda explícito en el sueño cómo estos descubrimientos amorosos con la genitalidad, la verdad, el tesoro se realizan por debajo de agua (regresión a nivel fetal o primitivo), por debajo de la luz solar, sin que en la realidad externa el hombre los viera; del tal manera no era solamente visto descubierto en la cueva-útero-vagina.
El sujeto del sueño pasaba por debajo de las grandes piernas del Coloso cómo señal de sometimiento al padre, pero podía entrar, ser recibido, contenido y conquistar el sustituto de la madre-Lucía-novia con la cual se relacionaba.
Aquí en el análisis no solo era también conocer la verdad sino someterse al padre analista pasado por debajo de él. El deseo de vivir en aquellas épocas era también una manera de regresar al pasado infantil, fantástico, grandioso, omnipotente.
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