Mejoría del Dolor Pélvico Crónico
Capítulo Segundo
Dr. Álvaro Monterrosa Castro, M.D
El dolor pélvico crónico es frecuente motivo de consulta al Médico general y al Ginecólogo.
Suele ser en muchas ocasiones un problema difícil y frustrante, en el cual puede no advertirse fácilmente la etiología. Dolor pélvico crónico puede ser la manifestación clínica de una patología orgánica o psicológica. Se considera que la prevalencia del dolor pélvico crónico es del 12%, es causa del 10% de la consulta externa ginecológica, del 33% de las Laparoscopias realizadas y del 12% de las histerectomías. Dolor pélvico crónico se define como la presencia de dolor pélvico cíclico o acíclico, constante o intermitente, de más de 6 meses de evolución.
El dolor pélvico es causado por problemas inflamatorios, infecciosos, tumorales o psicológicos. La paciente que consulta por dolor pélvico crónico, debe ser detalladamente interrogada sobre las características del dolor: duración, irradiación, lateralidad, tipo de dolor (cólico, lancinante, punzada, etc.), relación con respecto a los episodios menstruales, al coito (dispareunia) y con las posturas coitales, la correlación con las actividades rutinarias de la mujer y el impacto en la actividad física, precisando si el dolor es incapacitante. Se debe dejar clara la evolución y las modificaciones presentadas con el paso del tiempo. Interrogar sobre conflictos familiares, estados depresivos o cambios del comportamiento.
Existe un aumento en la prevalencia de desordenes psiquiátricos o psicosomáticos en pacientes con dolor pélvico crónico. Existe interrelación entre dolor pélvico crónico y el antecedente de abuso sexual en la infancia. No atribuirle al dolor pélvico crónico una causa psicológica, hasta haber excluido a satisfacción todas las causas orgánicas. Se debe investigar sobre la vida sexual.
(Lea También: Corrección de los Ciclos Menstruales Irregulares)
Establecer si coexisten dolor pélvico crónico y sintomatología urinaria, gastrointestinal u osteomuscular de la columna vertebral.
Luego proceder a un examen físico detallado, haciendo énfasis a nivel abdominal, genital y rectal, buscando anomalías palpables, presencia de tumoraciones, observando si se reproduce el dolor con el tacto, corroborando zonas dolorosas referidas en el interrogatorio [89]. Los anticonceptivos orales combinados son beneficiosos para el manejo del dolor pélvico crónico asociado al ciclo menstrual con ausencia de lesiones anatómicas. Cuadro que es definido como dismenorrea primaria, y cuyas consideraciones ya se han señalado.
El otro cuadro que produce dolor pélvico crónico que puede ser impactado favorablemente por los anticonceptivos orales combinados, es la endometriosis, que suele ser causal de dismenorrea secundaria. Jansen [43] señala estudios que avalan el concepto que las usuarias de anticonceptivos orales combinados tienen menor incidencia de endometriosis pélvica.
Además se ha notado que las mujeres que tienen endometriosis se benefician con la disminución en la proliferación del endometrio ectópico, causado por el balance positivo hacia la progestina que tiene la píldora.
Moore, Kennedy y Prentice [90] en una revisión Cochrane consideran que los anticonceptivos orales modernos son la primera línea de tratamiento para el dolor causado por endometriosis. Pero dejan constancia de la necesidad de más ensayos clínicos que evalúen completamente los alcances de éste uso terapéutico. Los anticonceptivos orales combinados no tienen acción sobre ninguna de las otras causas ginecológicas o no ginecológicas de dolor pélvico crónico.
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