Píldoras de Sólo Progestina
Capítulo Tercero
Anticonceptivos Orales de sólo Progestina (parte 5)
Dr. Álvaro Monterrosa Castro, M.D
Las píldoras de sólo progestina no pueden impedir infecciones del tracto reproductor bajo y se desconoce su interacción con el VIH, no existiendo protección contra el VIH [17].
Debido al efecto directo y continuo sobre el endometrio, la minipíldora es un buen inhibidor de la proliferación endometrial, lo cual favorece la presencia de los cambios secretores. Este es un sólido argumento para señalar la presencia de un potencial efecto benéfico al reducir la tasa de aparición de cáncer endometrial. Aunque se ha señalado, todavía no existen las suficientes evidencias para puntualizar la presencia de efecto protector contra el cáncer de ovario. Al parecer la minipíldora no tiene impacto alguno sobre el potencial riesgo de cáncer de seno, cuello del útero, hepático o colorectal [17,218].
(Lea También: Anticoncepción de Emergencia)
Uso de la minipíldora
Las siguientes son anotaciones prácticas muy importantes para tener en cuenta al momento de recomendar el uso de la minipíldora, y algunas fueron sugeridas por Family Health Internacional desde 1995 y tienen plena vigencia [222]:
1. Antes de la prescripción, debe realizarse una adecuada valoración clínica y descartarse la presencia de embarazo.
2. Si la mujer presenta episodios de sangrado genital anormal, deben realizarse los estudios necesarios y llegarse a un diagnóstico definido.
3. Cuando la mujer está teniendo períodos menstruales, las tabletas deben iniciarse siempre el primer día de la regla y deben ser siempre de desogestrel. La minipildora de levonorgestrel debe utilizarse sólo en mujeres lactantes.
4. Cuando la mujer está en lactancia, tiene amenorrea y no ha tenido relaciones coitales posparto o se ha descartado con certeza la presencia de gestación, se pueden iniciar en cualquier momento, pero enfatizando la necesidad de protección con un método de barrera en las primeras 48 a 72 horas.
5. La minipildora debe tomarse diariamente y a la misma hora, incluso si la mujer no tiene relaciones sexuales frecuentes.
6. Si la mujer está lactando, debe iniciarlas a las seis semanas posparto, y puede ser de levonorgestrel o desogestrel.
7. Si la mujer no está lactando, ha tenido un aborto, un óbito fetal o muerte neonatal y se decide seleccionar minipildora, puede iniciarse inmediatamente posterior al parto o al aborto. Autores consideran que debe ser de desogestrel.
8. Las mujeres que no estén lactando pueden cambiar la píldora de sólo progestina por orales combinadas en cualquier momento, siendo de preferencia el primer día de sangrado, sin interesar si coincide con la finalización del empaque de minipíldoras.
9. Si se desea cambiar de píldoras combinadas a minipíldoras, éstas se iniciaran después de la última píldora combinada activa.
10. Si la usuaria olvida tomar una tableta, debe tomarla tan pronto como se acuerde y utilizar un método de barrera o abstinencia las siguientes 48 72 horas. La píldora siguiente debe tomarse a la hora habitual, lo cual puede significar tomarse dos tabletas en un sólo día. Estos criterios pueden aplicarse si el atraso en la toma supera las seis horas.
11. Si la usuaria presenta episodio severo de vómito o diarrea, puede perderse parte de la progestina recibida, por tanto debe recurrir a protección con método de barrera durante las 48 a 72 horas siguientes.
12. Si la usuaria tiene relaciones sexuales y ha olvidado tomar una tableta, es probable que esté sin protección, por lo tanto puede recomendarse aplicar anticoncepción de emergencia en las primeras 72 horas luego del coito. Puede continuarse la minipildora, pero se hace necesario vigilancia y seguimiento del profesional de salud.
13. Si la usuaria queda en embarazo utilizando la minipildora, debe suspenderla inmediatamente se diagnostica la gestación.
Los estudios no han señalado que la minipildora tenga un efecto nocivo sobre el feto.
14. Las píldoras de sólo progestina pueden dejarse de tomar en cualquier momento, sin necesidad de esperar finalizar el paquete.
15. Se debe tener presente que la fecundidad regresa muy pronto, en términos de días de suspendida la minipíldora.
16. En mujeres que padecen trastornos convulsivos y reciben fenitoína, carbamazepina, primidona y fenobarbital, que son inductores de las enzimas que aceleran la depuración de progestinas y por lo tanto reducen la efectividad anticonceptiva, debe evitarse recomendar la minipíldora. Por lo contrario el ácido valproico que no induce la producción de enzimas hepáticas no parece alterar la eficacia de la minipíldora.
17. Algunos autores sentencian evitar el uso en mujeres con cuadros depresivos, debido a que las progestinas pueden empeorarlos. No obstante, la OMS en sus criterios de elegibilidad del 2004, lo considera en la categoría numero uno.
En resumen, La minipildora se considera una buena elección en las siguientes situaciones:
1. Lactancia. Iniciar siempre después de la sexta semana.
2. Intolerancia a los preparados que contienen estrógenos, fundamentalmente gastrointestinales, cefalea, mastalgia.
3. Contraindicaciones al uso de estrógenos, como la presencia de hipertensión arterial, dislipidemias incluyendo hipertrigliceridemia, hipercoagulabilidad sanguínea, diabetes, enfermedad cardiovascular, enfermedad venosa, fenómenos trombóticos o embólicos y lupus eritematoso sistémico.
4. Presencia de cefaleas migrañosas complicadas, como las relacionadas con fenómenos neurológicos severos, y en las migrañas que se intensifican con el uso de los anticonceptivos orales combinados.
5. Mujeres mayores.
6. Mujeres fumadoras y sobre todo si son mayores de 35 años de edad.
7. En casos seleccionados de mujeres con antecedentes personales de trombosis.
La administración de los anticonceptivos orales de sólo progestina, al igual que los demás métodos que regulan la fertilidad, debe siempre estar precedida de una adecuada consejería en planificación familiar a la pareja. El profesional de la salud debe colocar en su verdadera dimensión todos los métodos disponibles, con todas sus ventajas, desventajas y efectos secundarios. La pareja escogerá siempre el método de su preferencia, siendo deber y responsabilidad del profesional de la salud aportar las instrucciones, recomendaciones y el acompañamiento respectivo, sólo así el método seleccionado brindará la eficacia anticonceptiva y por ende la protección esperada [218].
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