Responsabilidad de las Partes para Garantizar el Ejercicio de la Misión Médica

Cruz Roja Colombiana

1. La responsabilidad de los Estados: Como Altas Partes Contratantes, de los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales, supone la obligación de “respetar y hacer respetar” sus disposiciones en todas las circunstancias.

No sobra recordar, que Colombia es “Alta Parte Contratante” al haber suscrito estos instrumentos jurídicos y convertirlos en leyes internas. (Leer también: Secreto Profesional)

Esta responsabilidad exige conductas positivas como las de adoptar las medidas de carácter legal, administrativo, reglamentario, entre otras, para garantizar que en el tema que nos ocupa, la protección de los heridos y enfermos y por ende del personal sanitario y religioso destinado a su atención, se materialice en acciones concretas como por ejemplo la reglamentación de la protección de la misión médica, la adopción de medidas para su protección como en el caso de Colombia la Resolución 1020 de 2002 que además de proteger a la Misión Médica, adopta un emblema para hacer visible esa protección o la Ley 875 de 2004 y su Decreto reglamentario 138 de 2005 relativo a la utilización del emblema de la Cruz Roja en Colombia.

Igualmente, dentro de las responsabilidades de los Estados, están las de difundir estas disposiciones y adoptar las medidas necesarias para que la población en general, el personal sanitario y obviamente las partes en conflicto conozcan sus responsabilidades, las medidas de protección y los signos que se han adoptado para hacerla visible.

También recae sobre los Estados la responsabilidad de sancionar a quienes cometan o den la orden de cometer infracciones a la normativa humanitaria, respecto a la Misión Médica, esto supone entre otras responsabilidades, tipificar las infracciones en sus códigos penales y disciplinarios, y garantizar que su sistema de administración de justicia, efectivamente sancione tales infracciones.

2. Responsabilidad de las partes en conflicto: Estas son las entidades estatales y no estatales que participan efectivamente en las hostilidades, esta expresión abarca no sólo las fuerzas armadas legalmente constituidas sino también los grupos armados organizados.

Las partes en conflicto, en virtud de las normas humanitarias deben “recoger y asistir a los heridos y a los enfermos” esto supone contar con personal dedicado exclusivamente a desarrollar estas tareas y garantizar su protección.

De lo anterior se deriva preverlos medios de identificación que faciliten la protección de este personal y en general de la Misión Médica (personal, instalaciones, medios de transporte y actividades)

Uno de los grandes avances en materia humanitaria se dio cuando las normas del DIH establecen una condición de “neutralidad” al personal sanitario y religioso al excluirlo de la calificación de combatiente y personas que no participan directamente en las hostilidades y con ello garantizar que no debe ser objeto de ataques, de represalias o privaciones de la libertad.

Con estas medidas no sólo se protege al personal sanitario sino que obviamente se garantizan los derechos de los heridos y enfermos a ser asistidos.

Además, las partes en conflicto se deben abstener de realizar ataques a la Misión Médica y tomar todas las precauciones en el desarrollo de sus acciones militares para protegerlo y facilitar el cumplimiento de su misión, permitiendo el acceso a donde se requieren sus servicios y no desarrollar acciones hostiles o tomar represalias contra ésta.

Entre los deberes de los jefes de las partes en conflicto está, el impartir las instrucciones para que todas las personas que actúen bajo sus órdenes conozcan la protección a que tiene derecho la Misión Médica y faciliten su labor, igualmente los jefes deben impedir y si es necesario sancionar a las personas que actúan bajo sus órdenes si cometen acciones en contra de la Misión Médica.

3.8 Reducción del Riesgo para el personal de la Misión Médica

Por: Jorge Iván López Jaramillo21

I. Introducción

Una de las tareas humanitarias que mayor riesgo representa tanto para las entidades de socorro, como para el Sector Salud, es la que se presta en situaciones de conflicto armado. Su función específica en estos casos es la de procurar una preparación permanente para afrontar cualquier tipo de evento que pueda afectar la salud de la comunidad, y cumplir su misión humanitaria, sea cual fuere su causa, origen o motivación.

La vulnerabilidad de la misión médica y sanitaria frente al conflicto armado, permanece latente en todo el territorio nacional. Lo anterior se deriva de la magnitud y extensión del conflicto armado en el país y la falta de entrenamiento del personal de salud para afrontar situaciones criticas derivadas del ejercicio profesional en zonas de conflicto.

El deterioro en la gestión de los servicios de salud y el detrimento en el perfil de morbimortalidad en la población general y en el personal de salud, son efectos de trascendental importancia que deben minimizarse con acciones que incidan de una manera favorable en las causas del problema.

Seguridad: Es el conjunto de normas, políticas y sistemas organizativos, necesarios para identificar, retardar, prevenir, evitar o afrontar los riesgos producidos en cualquier circunstancia; en el campo que nos ocupa es el estado de equilibrio dinámico que genera una sensación de tranquilidad, orden y paz, disminuyendo la incertidumbre.

Riesgo: Es la probabilidad y la posibilidad que un hecho suceda, creando incertidumbre frente a la ocurrencia de un evento o situación; El riesgo tiene su origen en eventos naturales, accidentales, fortuitos y dolosos.

II. Análisis de la vulnerabilidad individual

En la vulnerabilidad individual, es el individuo desde sus imaginarios reales, es decir, desde la concepción que el sujeto elabora sobre su entorno y que en esencia es la realidad que este vive y padece, quien puede estar bajo riesgo.

Esta realidad se diferencia del imaginario formal, que es el que se construye desde la lectura realizada por agentes externos, como es el caso de la valoración que se hace en la vulnerabilidad global sobre las personas bajo riesgo. Las variables de la vulnerabilidad individual incluyen: el conocimiento de la amenaza, la afectividad y la capacidad de acción.

Para reducir el riesgo de la Misión Médica se podrá intervenir la vulnerabilidad, mejorando el conocimiento sobre la amenaza (el conflicto armado) frente a los imaginarios reales y relaciones sociales, políticas y económicas, además de conocer las normas y procedimientos relacionados con el DIH que pueden brindar protección durante el ejercicio profesional en zonas de conflicto.

Se podrá mejorar la afectividad (a nivel individual) mediante la aceptación del riesgo o del peligro, siempre que se disponga de la información y de la capacidad de analizar las relaciones de los actores y de las diferentes clases de violencia.

Se podrá mejorar la capacidad de reaccionar mediante ejercicios de simulación y simulacros que le permitan al personal amparado por la Misión Médica adoptar medidas de seguridad adecuadas a las condiciones del medio y las características de la situación local y regional, según se detalla en las consignas de seguridad, que se describen en el siguiente capítulo.

III. Consignas de seguridad

Cualquier tipo de actividad laboral o comunitaria, que se realiza en áreas tanto urbanas como rurales, se ve sometida a mayores riesgos, en especial en aquellas situaciones en las que la violencia o los enfrentamientos armados son los causales de una mayor mortalidad sobre la población civil no combatiente.

Las siguientes recomendaciones pueden ayudar a reducir la vulnerabilidad individual frente a una amenaza latente derivada del conflicto social y político que vive el país. Sin embargo recuerde que siempre será necesario mantener una actitud preventiva) generar el criterio suficiente para decidir la acción más adecuada frente a cada hecho, el cual, a pesar de ser similar a otro, nunca será igual.


21 Médico y Cirujano de la Universidad de Antioquia – Medellín (Colombia), Especialista en Gerencia de la Salud Pública de la Universidad CES – Medellín, Magíster Internacional en Protección Comunitaria y Promoción de la Seguridad de las universidades de Padua (Italia), París XII (Francia), Karolinska (Suecia) y Porto (Portugal). Director del Centro de Simulación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia – Medellín (Colombia).

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