Alimentación Recomendada en Guías Alimentarías para Mayores de 2 Años
Para la elaboración de la alimentación recomendada al grupo familiar colombiano mayor de 2 años se tienen en cuenta: el desarrollo biológico de cada uno de los grupos de población y su relación con la alimentación; la influencia de la actividad física en la salud y el bienestar de la población, la importancia del agua en la alimentación, el perfil epidemiológico y nutricional, los hábitos alimentarios, la disponibilidad de alimentos, la lista de intercambio, las medidas aproximadas de alimentos y algunas de las porciones mas usadas a nivel nacional.
Para la elaboración de las guías alimentarias se definieron cinco grupos de población: preescolar (2 – 6 años), escolar (7 – 12 años), adolescente (13 – 17 años), adulto (18 – 59 años) y adulto mayor (60 y más años). (Leer también: Grasas en Guías Alimentarias para Mayores de 2 Años)
El conocimiento de la clasificación de los grupos de población en el país, permite deducir que hay diferencias en la agrupación de la población en las distintas entidades para la orientación de los programas dirigidos a la comunidad; por esa razón se decidió utilizar en los instrumentos educativos de las Guías Alimentarias, la clasificación utilizada en las acciones comunitarias del ICBF.
La trayectoria de manejo de esta agrupación por parte de los agentes educativos facilita el uso de los materiales educativos.
El Desarrollo Biológico de los Grupos de Población y su Relación con la Alimentación
Preescolar: 2 a 6 Años
La etapa preescolar tiene una particular importancia en el establecimiento de los hábitos alimentarios, por ser años de aprendizaje y formación; las costumbres adquiridas durante este lapso repercutirán a lo largo de toda la vida del individuo.
Entre los 3 y 6 años de edad, los incrementos anuales en el peso y la talla son de alrededor de 2 kilos y 6 centímetros, respectivamente.
En este periodo el niño tiene una tasa de crecimiento menor que en los años anteriores y por lo tanto sus requerimientos disminuyen.
Igualmente el organismo en ésta etapa no almacena grasa y se presenta una aparente delgadez que es causa de preocupación. Es importante que los padres conozcan estas características de desarrollo del niño, las entiendan y eviten entrar en conflicto y generar problemas alimentarios.
El maltrato y el utilizar los alimentos como premio o castigo conducen a selecciones inadecuadas y desinterés por la comida.
No hay diferencias notables entre niños y niñas en lo que respecta al peso y talla, aunque sí existen pequeñas variaciones en la composición corporal; por ejemplo desde esta etapa es notable la diferencia en el área grasa que se incrementa más en las niñas que en los niños, sin embargo, no hay diferencia en cuanto a las necesidades nutricionales en uno y otro sexo, pues estas se empiezan a manifestar hacia el final de la edad escolar.
Durante esta etapa es necesario fomentar un cuidado especial en la salud bucal y en la formación concreta de hábitos de higiene.
Una alimentación que contenga alimentos que requieren masticación vigorosa, es mejor para mantener la normalidad de las encías, en tanto que los alimentos suaves y pegajosos fácilmente se adhieren al diente, en especial en el borde gingival, lo cual contribuye a la aparición de enfermedades dentales.
La dentadura bien formada y calcificada parece tener mayor resistencia a la caries que la dentadura deficiente.
Como los niños están creciendo y desarrollando los huesos, dientes, músculos y sangre, necesitan más alimentos nutritivos en proporción con su peso que los adultos. Pueden tener el riesgo de desnutrición cuando su apetito disminuye por mucho tiempo, aceptan un número limitado de alimentos o diluyen sus menús de manera importante con alimentos deficientes en nutrientes.
En estos casos es conveniente averiguar si hay un problema orgánico o psicológico. Lea También: Alimentación Recomendada, Adultos: 18 a 59 Años
Escolar: 7 a 12 Años
A esta etapa se le ha denominado período de crecimiento latente, porque durante ella son muy estables las tasas del crecimiento somático y los cambios corporales se producen de una manera lenta y gradual. En este período se acentúan el dimorfismo sexual y las modificaciones en la composición corporal son evidentes.
Así mismo en esta etapa los incrementos en el peso y la estatura se mantienen constantes. Conforme aumenta la edad, las mujeres van teniendo mayores incrementos que los hombres en el peso y la talla.
Las mujeres inician primero sus cambios y por unos pocos años son más altas que los hombres de su misma edad; después ellos aceleran su desarrollo, su aumento en talla es más intenso y sostenido y generalmente sobrepasan la talla de la mujer.
Antes de la pubertad se vuelve a almacenar grasa (rebrote de adiposidad) que se usará como energía para el estirón puberal, la mujer lo continuará haciendo durante y después de la pubertad y el hombre formará masa libre de grasa. Es importante saber que si en ésta etapa se es obeso, la probabilidad de seguir siéndolo en la edad adulta es muy grande y la obesidad que se adquiere es de tipo hiperplásico especialmente.
La relación alimentaria es un proceso interactivo en el que participan la madre o quien la sustituya y el niño y se conforma con las interacciones que se suceden en torno a la alimentación: selección, compra, ingestión, actitudes y comportamientos. La alimentación ofrece múltiples oportunidades para que el niño desarrolle habilidades y aprenda a hacer cosas por sí mismo.
En esta etapa se presenta la división de responsabilidades:
Los encargados del niño son los responsables de qué comida se ofrece y la manera como ésta se hace; los niños por su parte son responsables de cuánto comer, y de hecho de comer o no hacerlo.
El mundo del niño se amplía y las oportunidades de comer fuera del ambiente familiar se multiplican, se expone a diferentes alimentos y diversas formas de prepararlos, con distintos horarios y lugares. El qué comer, cómo y dónde hacerlo depende en ocasiones en esta edad, más de una comunidad que de la familia.
En los últimos años de la etapa escolar el niño pasa más tiempo fuera de casa en compañía de sus compañeros, quienes adquieren una gran influencia sobre él: al comer con los amigos se establece una forma de recreación y sociabilidad importante en esta edad.
El grupo define qué alimentos se comen, donde y cómo se ingieren. Por lo general están muy influidos por la publicidad y tienden a copiar modelos foráneos no sólo en cuanto a la comida sino al tipo de imagen corporal deseable.
El reto es motivar a los niños para que aprendan a seleccionar una alimentación recomendable, sin importar en dónde o cuando coman. 8
Algunos Factores Asociados a la Edad Escolar:
Obesidad:
Es una enfermedad multifactorial y compleja en cuyo desarrollo intervienen factores genéticos y ambientales. En algunos casos la alimentación puede contribuir a la obesidad; no se debe recomendar una restricción energética severa, porque se corre el riesgo de menoscabar el crecimiento y el desarrollo; la meta es mantener el peso o reducir su ritmo de ganancia.
Inactividad física:
Se ha identificado la inactividad física como un factor clave en el desarrollo de la obesidad y se ha asociado al exceso de tiempo viendo la televisión, que se ha convertido en un agente importante y responsable de esa falta de actividad física.
Caries:
Entre los hidratos de carbono, se considera a la sacarosa como el más cariogénico; el consumo de azúcar, especialmente entre comidas, aumenta la posibilidad de que aparezcan caries.
El problema no radica solo en la cantidad de azúcar que se ingiere sino también en la frecuencia con que se consume, el tiempo que permanece en la boca y en la forma del alimento que hace que se adhiera a la superficie del esmalte, aumentando el tiempo de contacto de este con el agente cariogénico.
En relación con los carbohidratos es necesario tener en cuenta la importancia de la higiene bucal. Se ha demostrado que el consumo de carbohidratos en aquellos grupos de población que tienen un apropiado aseo, evita el desarrollo de caries.
Adolescentes: 13 a 17 Años
Pubertad:
Período de máxima diferenciación sexual, en el que se producen cambios en los órganos reproductivos, aparecen las características sexuales secundarias y se modifican el tamaño y la composición corporales (las proporciones de músculo, grasa y esqueleto cambian), lo que requiere de un sin número de ajustes fisiológicos.
La pubertad termina cuando el individuo deja de crecer y está apto para la reproducción.
Adolescencia:
Es un proceso psicosocial que comprende todos aquellos cambios que le permiten la transición de niño o niña a adultos.
Las necesidades nutricionales de los adolescentes tienen relación con la mayor cantidad de estrógenos y progesterona en las mujeres y testosterona y andrógenos en los hombres.
En los adolescentes, el aumento de los estrógenos y de la hormona de crecimiento, entre otras hormonas anabolizantes, favorece la actividad osteoblástica; niñas con alimentación pobre en calcio tienen un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis en la edad adulta.
El hierro, el calcio y el zinc son especialmente importantes durante el período de la adolescencia. El riesgo de adquirir anemia por deficiencia de hierro es más alto durante la adolescencia que en la etapa escolar.
En este período el hierro se requiere no solo para el mantenimiento sino también para el crecimiento de los tejidos corporales (en los varones, sobretodo para el tejido muscular) y el aumento en el volumen sanguíneo; en las mujeres, se precisa para reponer las pérdidas debidas a la menstruación.
A lo largo de la pubertad se debe vigilar el consumo de calcio, procurando que se incluyan en las comidas alimentos ricos en este nutriente. En cuanto al zinc su deficiencia se puede manifestar por pérdida de peso, infecciones intercurrentes e hipogonadismo en los varones.
Es necesario vigilar el consumo de zinc en esta etapa recordando que el pescado, las aves y las carnes en general, junto con las nueces, las lentejas y los frijoles son buenas fuentes de este nutriente.
CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO