Vulnerabilidad en los Recursos y Procesos Hospitalarios
Vulnerabilidad en los Recursos
La Vulnerabilidad en los Recursos, es también conocida como la vulnerabilidad estructural y no estructural.
Los recursos se analizan desde dos campos: el de las construcciones (edificaciones, obras civiles, vías, puentes y servicios públicos), y el de la maquinaria y equipos utilizados para la respuesta en caso de desastre.
Para cada uno de estos campos se califica la instrumentación, la protección física y los sistemas de control.
La instrumentación hace referencia a los aparatos utilizados para medir o vigilar los peligros o amenazas y el monitoreo se entiende como la información (datos) permanente que producen los aparatos para observar cualquier cambio de la amenaza que pueda generar alguna situación de riesgo.
La protección física se entiende como la barrera o diseño estructural que disminuye los efectos que pueda ocasionar la amenaza.
Los sistemas de control, son los equipos instalados o normas administrativas para responder ante la presencia de una amenaza con el fin de disminuir sus efectos. Para calificar la vulnerabilidad sobre los recursos, se da a cada ítem el valor de:
- Cero (0) cuando se cuenta con los implementos descritos en la definición.
- 0.5 cuando se cuenta parcialmente con éstos.
- Uno (1) cuando no se dispone de ellos.
Al realizar la sumatoria del análisis llevado a cabo, se califica la vulnerabilidad como:
- BAJA O VERDE cuando el resultado se encuentra entre cero (0) y 2,0
- MEDIA O AMARILLA cunado el resultado se encuentra entre 2.5 y 4,0
- ALTA O ROJA para valores entre 4.5 y 6.0
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Vulnerabilidad en los procesos
Los procesos se entienden como el desarrollo de las actividades sociales y productivas de los elementos bajo riesgo, involucrados dentro de un conjunto ordenado de normas y procedimientos.
En este campo se analizan dos variables. La primera, relacionada con el procedimiento de recuperación o actividades previamente concebidas que permitan ante una amenaza o un desastre, poner en funcionamiento nuevamente los procesos, ya sea por sí mismos o a través del pago de seguros o de otra forma de financiación. Igualmente se debe considerar la recuperación ambiental, física y psicosocial.
La segunda, es el servicio alterno entendido como el proceso existente, mecanismo o sistema paralelo que permite realizar la misma función temporalmente en la fase de impacto o de recuperación de un desastre, disponibilidad de sitios alternos para reubicación, tanto propios como contratados y personal experto de apoyo.
Para analizar las variables, se da un valor de:
- Cero (0) cuando se dispone de los elementos.
- 0.5 cuando se tienen parcialmente.
- Uno (1) cuando no se cuenta con el recurso.
La calificación de la vulnerabilidad sobre los procesos y recursos se realiza teniendo en cuenta la sumatoria de sus elementos. Se determina
- BAJA O VERDE cuando el resultado es cero (0),
- MEDIA O AMARILLA cuando el valor es uno (1)
- ALTA O ROJA cuando el valor es de dos (2).
Una vez se tengan calificadas la amenaza y vulnerabilidad se deben definir los escenarios de riesgo a los cuales debe responder el Plan Hospitalario para Emergencias
Calificación del riesgo – Vulnerabilidad en los Recursos y Procesos
Este proceso se lleva a cabo con base en la información obtenida en el hospital sobre las amenazas y las condiciones vulnerables en relación con las personas, los equipos y los procesos desarrollados.
La calificación del riesgo siempre arrojará un resultado cualitativo que deberá ser analizado y utilizado de forma estratégica, para definir e implementar las acciones requeridas en función de disminuir el riesgo global y mitigar el efecto derivado de cada escenario en particular.
Para la calificación del riesgo se utiliza un cuadrado con cuatro rombos internos. Uno de ellos representa la amenaza y los 3 restantes, en su orden, la vulnerabilidad en los recursos y procesos. Además de la vulnerabilidad en las personas.
De acuerdo con la calificación obtenida en el análisis de la amenaza y la vulnerabilidad, se marcan los rombos con los colores correspondientes a su calificación.
El riesgo se considera alto cuando 3 ó 4 figuras en el rombo tienen el color rojo. Medio cuando hay 1 ó 2 figuras rojas o 3 ó 4 son amarillas. Y bajo cuando hay 1 ó 2 amarillas y las restantes verdes, o todas son verdes.
La interpretación que lleva a esta calificación del riesgo es la siguiente:
Riesgo alto:
Significa que del 75% al 100% de los valores que representan la vulnerabilidad y la amenaza están en su punto máximo, para que los efectos de un desastre produzcan un cambio significativo en la sociedad, la economía, la infraestructura y el medio ambiente.
Riesgo medio:
Significa que del 25% al 50% de los valores que representan la vulnerabilidad son altos o la amenaza es alta, también es posible que 3 ó 4 de todos los componentes sean calificados como medios.
Las consecuencias y efectos sociales, económicos y del medio ambiente, pueden ser de magnitud, pero se espera sean inferiores a los ocasionados por el riesgo alto.
Riesgo bajo:
Significa que del 25% al 50% de los valores calificados en la vulnerabilidad y la amenaza representan valores intermedios, o que del 70% al 100% de la vulnerabilidad y la amenaza están controlados.
En este caso se espera que los efectos sociales, económicos y del medio ambiente produzcan pérdidas menores.
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