Capítulo 1 Generalidades

1.1 Antecedentes de Interés

Emergencias hospitalarias y desastres. Los hospitales son edificaciones particulares que se diferencian profundamente de cualquier otra instalación.

Mientras, los centros educativos y edificios de oficinas se ocupan cinco días por semana en un promedio de ocho horas al día. Los hospitales son de las pocas instalaciones que operan día y noche sin interrupción. Con instalaciones físicas y un grupo humano variado que los hace más vulnerables.

Más allá de la función diaria de los hospitales, una vez sucede un desastre. Éstos deben (sin descuidar su programación rutinaria), incrementar su capacidad de prestación de servicios. Para responder a la demanda adicional generada por la situación. (Lea también: Introducción Planeamiento Hospitalario para Emergencias)

En el caso de hospitales y centros de salud cuya estructura es insegura. Los desastres naturales ponen en peligro la vida de sus ocupantes y limitan la capacidad de la institución para proveer sus servicios a las víctimas.

La interrupción del servicio de un hospital genera un gran impacto social. Al perderse el acceso a instalaciones fundamentales para el bienestar, seguridad y cuidado de la salud de la comunidad.

La región de las Américas, y en especial América Latina y el Caribe, son áreas azotadas frecuentemente por desastres naturales. Que además de ocasionar pérdidas de vidas, lesionados y problemas de salud pública. Han ocasionado severos daños en la infraestructura hospitalaria y en los sistemas de agua. Lea también: Elementos Conceptuales de Emergencias Hospitalarias

Emergencias hospitalarias y desastres en LATAM

1 La CEPAL reportó que en 15 años (período 1981-1996) un total de 93 hospitales y 538 unidades de salud fueron dañados como consecuencia de los desastres naturales.

Se sabe además que en la región los fenómenos naturales de mayor frecuencia son de tipo meteorológico. Pero los que causan un mayor grado de destrucción física son los de tipo geológico.

La interrupción del servicio de un hospital genera gran impacto social. Al perderse el acceso a instalaciones consideradas fundamentales para el bienestar, seguridad y cuidado de la salud de la comunidad.

Los costos de reducción de la vulnerabilidad de los establecimientos hospitalarios varían de manera importante. De acuerdo con el tipo de amenaza y el grado de intervención de las medidas a implementar. (Por ejemplo, los costos asociados al refuerzo para el caso de huracanes son significativamente menores que para casos de terremotos).

De otra parte, se estima que la inversión necesaria para incluir las medidas preventivas que aumenten la resistencia de un hospital que está por construirse. Puede elevar su costo total en aproximadamente un 2%. 2

La incorporación de medidas de mitigación en un hospital, además de proteger la inversión realizada. Asegura la disponibilidad de los servicios de salud durante y después de situaciones adversas internas o externas que afecten al centro asistencial.

Las pérdidas originadas por los desastres y los consecuentes desequilibrios generados en las finanzas públicas. Han inducido a los gobiernos de la región a introducir nuevas políticas de aseguramiento de la infraestructura pública, incluidos los hospitales.3

Como ejemplo, en Colombia en el año 1999 el Hospital San Juan de Dios de Armenia. Principal centro asistencial de la zona, soportó el sismo gracias a que la edificación tenía adelantado parte de su reforzamiento estructural. Lo cual permitió que se prestara atención inicial de urgencias a muchas de las víctimas del terremoto.

Se requiere un esfuerzo adicional por parte de los administradores de las instituciones hospitalarias. Que refleje su compromiso para la definición de prioridades en la gestión del riesgo y la preparación para la respuesta ante situaciones críticas internas o externas.
La Guía para la reducción de la vulnerabilidad en el diseño de nuevos establecimientos de salud4, preparada por la OPS/OMS.

Nos presenta una relación de las principales afectaciones en la región, de las cuales destacamos las siguientes:

San Francisco California, terremoto de 6.4 grados, 1971.

Tres hospitales sufrieron daños severos y no pudieron operar normalmente cuando más se les necesitaba. Aún más, la mayoría de las víctimas se presentaron en dos de los hospitales que se derrumbaron.

El hospital Olive View fue demolido.

Se reconstruyó en forma tradicional, por lo que nuevamente sufrió daños graves no estructurales en el terremoto de 1994, impidiendo su funcionamiento.

Managua, Nicaragua, 1972, terremoto de 7.2 grados.

El Hospital General resultó severamente dañado. Fue evacuado y posteriormente demolido.

San José, Chile, 1985, sismo de 7.8 grados.

79 hospitales y centros de salud resultaron dañados o destruidos. 3.271 camas quedaron fuera de servicio.

Mendoza, Argentina, 1985, sismo de 6.2 grados.

Se perdió algo más del 10% del total de camas de la ciudad. De 10 instalaciones afectadas, una fue evacuada y dos posteriormente demolidas.

México, D.F., México, 1985, sismo de 8.1 grados.

Colapso estructural de cinco hospitales y daños mayores en otros 22. Al menos 11 instalaciones evacuadas. Pérdidas directas estimadas en US $ 640 millones. En el evento se produjo un déficit súbito de 5.829 camas; en el hospital General murieron 295 personas y en el Juárez 561, entre las que se encontraban pacientes, médicos, enfermeras, personal administrativo, visitantes y recién nacidos.

San Salvador, El Salvador, 1986, sismo de 5.4 grados.

2.000 camas perdidas, más de 11 instalaciones hospitalarias afectadas: 10 desalojadas y una evacuada permanentemente. Se estimaron daños por 97 millones de dólares.

Tena, Ecuador, 1995, sismo de 6.2 grados.

Daños no estructurales moderados en el Hospital Velasco Ibarra (120 camas): agrietamiento de varias paredes, ruptura de vidrios, caída de techos, daños en el sistema de ascensores y algunas tuberías para conducción de oxígeno y agua, obligando a la suspensión de sus servicios y la evacuación de las instalaciones.

 Jamaica. Huracán Gilbert, 1988.

24 hospitales y centros de salud resultaron dañados o destruidos, 5085 camas quedaron fuera de servicio.

Costa Rica y Nicaragua, Huracán Joan, 1988.

4 hospitales y centros de salud resultaron dañados o destruidos.

Honduras, Huracán Mitch, 1998.

78 hospitales y centros de salud resultaron dañados o destruidos. La red institucional de salud de Honduras resultó severamente dañada, quedando fuera de servicio en el momento en que más de 100.000 personas necesitaban atención médica.

Nicaragua, Huracán Mitch, 1998.

108 hospitales y centros de salud resultaron dañados o destruidos.

El Salvador, 2001, sismo de 7.6 grados.

1.917 camas hospitalarias (39.1% de la capacidad del país) fuera de operación. El hospital San Rafael, severamente dañado, continuó parcialmente su función en el exterior del edificio. El hospital Rosales perdió su capacidad de atención quirúrgica. Los hospitales San Juan de Dios de San Miguel, Santa Teresa de Zacatecoluca y San Pedro de Usulután, severamente dañados, continuaron su operación solo parcialmente en los exteriores, el hospital de Oncología tuvo que ser evacuado completamente.

Perú, 2001, sismo de 6.9 grados.

7 hospitales, 80 centros de salud y 150 puestos de salud resultaron afectados en los departamentos de Arequipa, Moquegua, Tacna y Ayacucho.

Emergencias hospitalarias y desastres en Colombia

En Colombia se han visto afectadas más de cuatro millones de personas por desastres naturales en el período comprendido entre 1993 y 2000. La mayoría por inundaciones y sismos.

Dentro de los antecedentes más importantes tenemos:

De acuerdo con la información recibida por la Dirección Nacional de Prevención y Atención de Desastres. Entre enero de 2002 y junio de 2006, se reportaron 3.240 emergencias.

Durante este período se presentaron 755 muertes, 1.640 heridos. Afectando 3.041.398 personas y 55 instituciones de salud.

  • Popayán, 1983, sismo de 5.5 grados que provocó daños e interrupción de servicios en el Hospital Universitario San José. El Hospital Susana López de Valencia sufrió graves daños en un 60% de sus instalaciones averiándose el tercer piso en el área de procedimientos quirúrgicos y salas de pacientes; así como la zona de pediatría, las calderas, cocina y morgue, además de la fractura de 3 columnas en el sector que sostenía el departamento de pediatría y cirugía.
  • Armero, 1985. Con la destrucción del 80% del municipio se perdió toda la infraestructura de salud. En el Hospital Regional Psiquiátrico donde se concentraban el 87% de las camas psiquiátricas del Departamento de Tolima fallecieron 37 5 trabajadores de salud.
  • Eje Cafetero, 1999, sismo de 5.8 grados que causó daños en 61 instalaciones de salud. Debido a los daños estructurales registrados en las instituciones de salud, aproximadamente el 80% de la zona quedó sin servicios asistenciales.

El costo inicial estimado para la rehabilitación de los servicios de salud afectados fue de $7.610 millones de pesos6.

Los anteriores datos para el período revisado significan que en nuestro país, a consecuencia de emergencias y desastres, se afecta en promedio una institución prestadora de servicios de salud cada mes.

Fuentes bibliográficas


1. CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Contribución al seguimiento de “La Tercera Cumbre de las Américas” San José, Costa Rica, Diciembre 4-6, 2001.
2. Manual de Planeamiento Hospitalario para Desastres OPS
3. El impacto de los desastres naturales en el desarrollo: documento metodológico basado para estudios nacionales de caso. Comisión económica para América Latina y el Caribe CEPAL. LC/Méx./1.694 14 de Diciembre del 2005 original: español.
4. Organización Panamericana de la Salud. Boroschek Krauskopf, Rubén. Guía para la reducción de la vulnerabilidad en el diseño de nuevos establecimientos de salud Washington, D.C.: OPS/Banco Mundial, © 2004., 106p.

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