Exposición Ocupacional a Agentes Asmogénicos Contaminantes del aire

7.1.8 ¿Cuáles son Criterios para Clasificar la Exposición Ocupacional a Agentes Asmogénicos Contaminantes del Aire?

Recomendación

Criterios para clasificar la exposición ocupacional a agentes Asmogénicos

Nivel de evidencia:
Para la escala 4
Grado de recomendación: C

Resumen crítico de la evidencia.

En la evaluación de los riesgos resultantes de la exposición a agentes peligrosos contaminantes del aire, se debe tener en cuenta la situación integral y no limitarse simplemente a aplicar los valores de referencia o valores límite permitidos VLP.

Dadas las circunstancias de exposición, la toxicidad del agente y las características individuales de los trabajadores no se debe descartar la probabilidad de aparición de efectos negativos en salud, aún a concentraciones ambientales menores a los VLP. (Lea también: Valores Límite Permisibles de los Agentes Asmogénicos)

La información disponible acerca de los efectos de los distintos contaminantes sobre la salud de los trabajadores, no permiten fijar unos criterios de referencia que presenten una frontera nítida entre una zona de total seguridad y otra de riesgo definido.

El estado actual del conocimiento científico no permite identificar niveles de exposición por debajo de los cuales no exista riesgo de que los agentes cancerígenos, sensibilizantes y mutagénicos produzcan sus efectos específicos sobre la salud.

Sin embargo se admite que existe asociación entre exposición y probabilidad del efecto, de la cual se deduce que cuanto más baja sea la exposición a estos agentes menor será el riesgo (INSTH 2003) por ello la exposición a asmogénicos se debe mantener al mínimo

Para los agentes cancerígenos, sensibilizantes y mutagénicos no existen exposiciones “seguras” aunque exista un TLV orientador.

El uso de los valores límite de exposición adoptados no garantiza la protección de la salud, pero si sirve como referencia máxima para la adopción de las medidas de protección necesarias y el control del ambiente en los puestos de trabajo.

En estos casos mantener la exposición por debajo de un valor máximo determinado permitirá limitar el riesgo pero no se podrá evitar completamente.

Existen varias propuestas para la aplicación de los VLP en la categorización de la exposición a agentes químicos, entre otras:

• OSHA (Occupational Safety and Health Administration): Como una guía de orientación para categorizar el grado de exposición, establece el concepto de “Nivel de Acción”.

El concepto del valor límite de acción (VLA), en higiene ocupacional corresponde al 50% del TLV para el producto evaluado (concentración en ppm o mg/m3). Se usa como referencia para la definición de planes de acción de control y vigilancia de la exposición, dirigidos al trabajador (valoraciones médicas) o al ambiente (monitoreo individual-dosimetría).

Este criterio no es aconsejable aplicarlo para vigilar la exposición a los agentes contaminantes del aire altamente peligrosos como en el caso de los asmogénicos.

• El principio de higiene ocupacional enunciado como “As Low As Reasonably Achievable” (ALARA, por sus siglas en inglés), se refiere a la recomendación de mantener las concentraciones de los agentes contaminantes del aire en el ambiente laboral, tan bajas como sea posible o por debajo del nivel de cuantificación del método analítico para el agente.

Otro criterio aplicado en higiene es el que hace referencia al 10% del TLV como guía para establecer la calidad de aire.

• El modelo propuesto por Rock J (Beverly S. Cohen and Susanne V. Hering ACGIH 1995) establece cinco (5) rangos de exposición utilizando escalas semicuantitativas, teniendo en cuenta las mediciones ambientales y la frecuencia de exposición: No exposición, exposición baja, moderada, alta y muy alta.

• Teniendo en cuenta los modelos antes señalados, se propone el uso de la escala combinada de rangos de exposición (AIHA 2006, Rock J 1995) tendientes al control de la exposición a los agentes asmogénicos, según se esquematiza a continuación:

Peligro para la Salud y la Vida, asma

Zona de exposición mínima: corresponde a los valores inferiores al 10 % del valor límite permisible (VLP), en los que se considera que los riesgos para la salud no existen y se toma como referencia para definir el concepto de calidad de aire.

Zona de exposición baja. Corresponde a los valores inferiores al nivel de acción, en los que se considera que los riesgos para la salud son mínimos y por consiguiente no es necesario adoptar medidas preventivas

Zona de exposición moderada o alta. Comprendida entre el nivel de acción y el valor límite permisible (VLP), se determina que los puestos comprendidos dentro de esta zona, deben ser muestreados con cierta frecuencia a fin de vigilar el comportamiento de las concentraciones. Se requieren controles médicos y ambientales, con medidas técnicas correctoras de fácil ejecución

Zona de exposición muy alta. Correspondiente a zona con valores superiores al valor límite permisible (VLP) lo cual implica la adopción de medidas correctivas ambientales y médicas, así como el seguimiento de la evolución de la concentración existente.

7.1.9 ¿Con Qué Frecuencia se Deben Realizar Evaluaciones de los Agentes Asmogénicos Contaminantes del Aire?

Recomendación

Frecuencia de Evaluaciones para Asma Ocupacional

Nivel de evidencia: 4
Grado de recomendación: C

Resumen crítico de la evidencia

La propuesta de J. Rock, plantea que la periodicidad se establezca en función de los resultados de las mediciones con relación al valor límite permisible y es aplicable para cualquier riesgo higiénico con nivel de acción definido.

De acuerdo con NIOSH las frecuencias de tiempo para la reevaluación pueden variar según las circunstancias que se presenten en los sitios de trabajo, que puedan alterar las condiciones del riesgo, por cambios en la concentración de los agentes asmogénicos contaminantes del aire:

a. Aumento de la materia prima peligrosa.
b. Cambios o instalaciones de nuevos procesos u operaciones. Ej., la utilización de sustancias líquidas asmogénicas a altas temperaturas.
c. Introducción de nuevas sustancias asociadas con asma ocupacional.
d. Desajuste o daño en los sistemas de control.
e. La instalación de nuevos equipos.
f. Cambio en las funciones de los trabajadores.
g. Cambio en las instalaciones

Debe establecerse un programa de monitoreo periódico para verificar la efectividad de los sistemas de control de ingeniería implementados y cuando se introduzcan cambios en los procesos o en los equipos.

Para agentes químicos extremadamente peligrosos como cancerígenos, teratogénicos, mutagénicos y sensibilizantes la reevaluación requiere de atención permanente, especialmente para trabajos en espacios confinados.

Referencias Bibliográficas

• International labor office (ILO). International chemical control Toolkit Implementado en 2004. Ginebra. Suiza. Versión electrónica: https://www.ilo.org/public/english/protection/safework/ctrl_banding/toolkit/main_guide.pdf
• Bullock W., Ignacio J., A strategy for assessing and managing occupational exposures. AIHA Third Edition. Virginia, EEUU. 2006.
• Beverly S. Cohen and Susanne V. Hering (Editors). Air Sampling Instruments. Chapter 2: Occupational Air Sampling Strategies by Rock James C., 8th Edition, ACGIH, Cincinnati, Ohio, E.E.U.U. 1995.
• ACGIH. TLVs and BEIs Threshold Limit Values, for chemical substances and Physical Agents. Biological Exposure Indices.2007
• Brouwer DH, de Pater NA, Zomer C, Lurvink MW, van Hemmen JJ. An experimental study to investigate the feasibility to classify paints according to neurotoxicological risks: occupational air requirement (OAR) and indoor use of alkyd paints. Ann Occup Hyg. 2005 Jul; 49(5):443-51. Epub 2005 Mar 24

• American Industrial Hygiene Association. A Strategy for Assessing and Managing Occupational Exposures. 3rd. Edition. Fairfax. VA 22031. USA.
• Rock, J. Occupational Air Sampling Strategies Occupational Health and Safety Institute, Texas and M University, College Station, Texas. 8 ed. ACGIH pp. 19-39 1995.
• Talty JT (Ed) Industrial Hygiene Engineering Second Edition NIOSH USA1986.
• Woskie, S.R et al; Occupational disorders of the lung. Recognition, management and prevention 1ª ed., 517-533, London 2002.

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