Crianza Positiva

Crianza Positiva

La crianza positiva se fundamenta en el amor como base para la educación. Es un estilo de crianza en el que se educa e inculca el respeto y el cariño, pero fundamentalmente no se recurre a la violencia.

Es importante comprender que la crianza positiva no solo afecta la relación y el trato de los padres hacia los hijos, sino que también este tipo de educación repercute positivamente en el trato de los niños hacia los demás.

La crianza positiva busca que las relaciones de padres e hijos se basen en el respeto, para que, asimismo, los niños desarrollen relaciones con otros de manera constructiva y no violenta. En este estilo de crianza se reconocen a los niños como individuos con derechos que se deben respetar.

A pesar de eso, no se debe confundir con que se le debe permitir todo al niño, se deben también establecer normas claras y cuando un comportamiento no sea el adecuado, recurrir a la disciplina positiva en vez del castigo físico.

Cómo Funciona la Crianza Positiva

Es un proceso que lleva tiempo para adaptarlo a un estilo de vida, como padres pueden comenzar con pasos para que todos en casa se vayan acostumbrado a este tipo de crianza. Lo principal que siempre deben recordar ante situaciones de estrés es que el castigo físico NO está permitido.

Aquí te compartiremos los pasos que pueden ir implementando para lograr totalmente una crianza positiva:

1. Escuchar y entender a los hijos.

Es muy importante que los padres escuchen a los hijos, de esta manera puedan comprender mejor su personalidad. Seguramente ya saben que comparar es malo (es que el hijo de mi amigo no hace pataletas), pero muchas veces caemos en el error sin darnos cuenta.

Y es que al comprender la personalidad y gustos de nuestros hijos, podremos tener más claro el camino que debemos tomar para establecer una disciplina positiva. No es lo mismo corregir en positivo a un niño activo, inquieto y que se expresa fácilmente, a corregir a un niño tímido o reservado.

2. Sé el ejemplo

La mejor manera de educar es con el ejemplo, pero ten paciencia, porque no es de la noche a la mañana que los niños aprender a hacer o ser lo que tú quieres. Lo que sí es claro, es el ejemplo es el mejor mensaje que ellos pueden recibir.

Si los pequeños ven que entre los papas llevan una relación respetuosa y amorosa; de seguro que eso también se reflejará en la relación de los niños con sus padres y el resto de las personas. En cambio, si el niño ve que, por ejemplo, los papas tienen mala relación con los vecinos; no es de extrañar que el niño vaya a tener mala relación con sus compañeros de clase.

3. Educación emocional para nuestros hijos

Esto es fundamental en la crianza del niño, porque no solo es funcional durante la niñez, sino en general para toda su vida. Debemos enseñarles a nuestros hijos a que expresen sus sentimientos, que no teman en decir que algo no les gusta, que no les avergüence expresar amor, que no les de pena decir que sienten miedo.

Reconocer nuestros sentimientos es el primer paso para manejarlos, esto es muy funcional en los episodios de rabia y descontrol, como las odiadas pataletas. La educación emocional también ayuda a educar niños más seguros de sí mismo y con autoestima.

4. Por qué mi hijo hace eso

Antes de que llegues a disciplinarlo con enojo, piensa primero por qué tu hijo está haciendo lo que te molesta. Quizá es porque te está pidiendo más atención; por ejemplo, está inquieto porque su cuerpo necesita quemar calorías, porque quiere jugar contigo, porque quiere compartir tiempo contigo, porque está aburrido, etc.

Una vez que logres analizar su comportamiento, podrás comprenderlo mejor y asimismo presentarle alternativas para solucionar la situación. Por ejemplo, “en este momento no puedo jugar contigo, pero en 1 hora podemos salir al parque”; ó “no está bien que saltes sobre la cama, si quieres jugar espérame 1 hora y jugamos los dos”.

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