Teoría de la Elección Pública y su Relación con la Economía del Bienestar

Teoría de la Elección Pública

La teoría de la elección pública es una rama de la economía que se enfoca en el análisis de las decisiones políticas y cómo los actores políticos las toman. Esta teoría se ha vuelto cada vez más relevante en la discusión pública debido a la creciente preocupación sobre la corrupción y la ineficiencia gubernamental.

Conceptos clave de la teoría de la elección pública

La teoría se basa en varios conceptos clave que explican cómo los políticos toman decisiones y cómo estas decisiones se ven afectadas por el entorno en el que operan. Entre los principales conceptos se encuentra:

Maximización de la utilidad: es el principio básico que guía la toma de decisiones de los actores políticos. Los políticos buscan maximizar su propia utilidad, es decir, tomar decisiones que les brinden la mayor satisfacción personal.

En este caso, la utilidad se puede entender como cualquier cosa que un individuo valore, ya sea poder, prestigio, dinero o el bienestar de sus electores.

Racionalidad limitada: a diferencia de los modelos económicos tradicionales que asumen que los actores son totalmente racionales, la teoría de la elección pública reconoce que los políticos están limitados por su capacidad cognitiva y por la complejidad de los problemas que enfrentan.

Los políticos, por tanto, no siempre pueden tomar decisiones óptimas debido a la información incompleta o la falta de tiempo para analizar todas las opciones.

Incentivos perversos: la teoría de la elección pública reconoce que los políticos no siempre tienen los mismos incentivos que los ejecutivos de empresas privadas. A menudo, los políticos pueden estar incentivados a tomar decisiones que no sean óptimas desde el punto de vista de los electores, pero que les beneficien personalmente.

Por ejemplo, un político puede decidir gastar más dinero en una obra pública que no es necesaria simplemente para obtener más votos en la próxima elección.

Externalidades políticas: se refiere a los efectos que las decisiones políticas tienen en personas que no son directamente afectadas por ellas. Por ejemplo, una decisión de aumentar el gasto público puede tener efectos en la economía en su conjunto, afectando los precios, la tasa de interés y el empleo.

¿Por qué los políticos actúan de forma diferente a como lo harían en una empresa privada?

Los políticos a menudo se ven como actores que buscan el bien común y que están dispuestos a hacer sacrificios personales en beneficio de la sociedad. Sin embargo, la teoría de la elección pública sugiere que los políticos también buscan maximizar su propia utilidad y que pueden estar sujetos a incentivos perversos que los alejan de este objetivo.

En una empresa privada, los ejecutivos tienen un incentivo claro para maximizar las ganancias de la empresa. Esto es porque les beneficia personalmente a través de bonos y otros incentivos financieros.

En el ámbito político, los incentivos son diferentes. Los políticos pueden estar incentivados a tomar decisiones que les permitan permanecer en el poder o que les brinden una mayor visibilidad pública. Incluso si estas decisiones no son óptimas para la sociedad en su conjunto.

Por otra parte, los políticos están sujetos a una serie de restricciones y regulaciones que no se aplican a las empresas privadas. Por ejemplo, los políticos deben enfrentar las limitaciones presupuestarias impuestas por los gobiernos, lo que puede limitar su capacidad para llevar a cabo proyectos costosos.

Asimismo, los políticos a menudo enfrentan presiones políticas de grupos de interés, lo que puede afectar la forma en que toman decisiones.

Además, la teoría de la elección pública también señala que los políticos están sujetos a una mayor presión pública y a una mayor exposición a los medios de comunicación que los ejecutivos de empresas privadas.

Esto puede hacer que los políticos tomen decisiones que satisfagan a los grupos de interés o a la opinión pública, en lugar de tomar decisiones basadas en la evidencia y el análisis objetivo. (Ver también: La Teoría de la Innovación de Schumpeter)

La teoría de la elección pública mejorar la eficiencia gubernamental

La teoría puede ser útil para mejorar la eficiencia gubernamental al proporcionar una mejor comprensión de los incentivos y restricciones que enfrentan los políticos. Al tener en cuenta estos factores, es posible diseñar políticas públicas que fomenten la toma de decisiones óptimas.

Por ejemplo, una forma de abordar los incentivos perversos es a través del diseño de políticas que recompensen a los políticos por tomar decisiones que benefician a la sociedad en su conjunto. En lugar de tomar decisiones que benefician solo a ellos mismos.

Esto podría incluir la creación de incentivos financieros para los políticos que logran reducir el gasto público o mejorar la eficiencia gubernamental. Otra forma de mejorar la eficiencia gubernamental es a través de la transparencia y la rendición de cuentas.

Si los políticos saben que sus decisiones serán monitoreadas y evaluadas por la sociedad en su conjunto, es más probable que tomen decisiones basadas en la evidencia y en el interés público, en lugar de en su propio interés.

Conclusiones

En resumen, la teoría de la elección pública es una herramienta valiosa para entender cómo los políticos toman decisiones y cómo estas decisiones pueden ser influenciadas por una serie de factores. Dentro de estos factores se incluyen los incentivos perversos y las restricciones gubernamentales.

Si bien los políticos a menudo se ven como actores que buscan el bien común, la teoría de la elección pública sugiere que también están sujetos a incentivos que los alejan de este objetivo.

Al comprender mejor estos factores, es posible diseñar políticas públicas que fomenten la toma de decisiones óptimas y que mejoren la eficiencia gubernamental en general. Esto podría incluir la creación de incentivos financieros para los políticos que logran reducir el gasto público o mejorar la eficiencia gubernamental, así como la mejora de la transparencia y la rendición de cuentas. En última instancia, esto podría conducir a una mayor confianza en el gobierno y una mejor calidad de vida para los ciudadanos.

Referencias

  • Buchanan, J. M. (1987). La teoría de la elección pública: política sin romanticismo. Madrid: Unión Editorial.
  • Stigler, G. J. (1971). The theory of economic regulation. The Bell Journal of Economics and Management Science, 2(1), 3-21.
  • Mueller, D. C. (2003). Public choice III. Cambridge, UK: Cambridge University Press.
  • Shepsle, K. A., & Weingast, B. R. (1987). The institutional foundations of committee power. American Political Science Review, 81(1), 85-104.
  • North, D. C. (1990). Institutions, institutional change and economic performance. Cambridge, UK: Cambridge University Press.
  • Rodrik, D. (2015). Economics rules: The rights and wrongs of the dismal science. New York: W. W. Norton & Company.

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