Los Daños de una Posible Recesión de la Economía a Nivel Mundial
A pesar de que el Banco Mundial sostiene en sus informes sobre el contexto de Colombia, que su economía se ha recuperado con fuerza del COVID 19, la realidad indica lo contrario.
Basta con salir a las calles y mercados a querer adquirir los bienes y servicios esenciales, para notar la escasez y los impactos de la pandemia, la guerra y la inflación.
Expectativas económicas y recesión
En su último resumen del año 2022, el Banco Mundial señaló que Colombia recuperó en un 10,7% el Producto Interno Bruto (PIB) y anticipan un crecimiento del 7,1%.
Sin embargo, los analistas difieren de estas expectativas tan positivas, para reafirmar los peligros de una recesión económica mundial, que pueda afectar a países en desarrollo.
En el panorama colombiano, los ciudadanos combaten contra el alto índice inflacionario, la suba de los precios en las góndolas, las altas cifras a pagar por combustibles, la devaluación del peso ante la moneda extranjera, la reforma tributaria y los aumentos de tasas de interés del Banco de la República.
El costo de vida en el país es el más alto de la última década, según las cifras publicadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), en su último informe del Índice de Precios al Consumidor. La suba de la inflación terminó por encima de los números esperados con un 11,44 % en el acumulado interanual.
Consecuencias inflacionarias y devaluación
Los altos números inflacionarios son la prueba clara de una economía en desajuste, que está lidiando con las consecuencias de la crisis global. Según la Junta Directiva del Banco de la República, existen señales claras de una desaceleración en la actividad productiva; consecuencia de los desajustes del mercado mundial y local.
Paralelamente los precios del dólar se vieron disparados en las casas de cambio, superando los 4.500 pesos. La devaluación de la moneda nacional ha sido de un 18,21 %; superando la de países como Chile y otros de Latinoamérica y el Caribe.
Ante los datos de esta nueva realidad, los analistas del Gobierno nacional bajaron su expectativa de crecimiento para el 2023, a un 0,7%.
La junta directiva declaró sobre la crisis en el sector productivo que “esa tendencia podría reforzarse en los próximos meses como consecuencia del agotamiento de los efectos de la demanda represada post pandemia, los efectos de la mayor inflación sobre el ingreso real, un menor impulso fiscal y la postura restrictiva de la política monetaria”.
Recesión y desaceleración autoinfligida
La caída de la actividad económica y el descenso del PIB del país son claras evidencias de una posible recesión económica. En consecuencia, potencias mundiales, como los Estados Unidos; optaron por desacelerar la economía intencionalmente, para enfrentar los altos índices inflacionarios.
Se espera que este tipo de políticas monetarias impacten positivamente y contribuyan a la recuperación, aun siendo estrategias altamente riesgosas. Se busca aumentar las tasas de interés, para detener el espiral inflacionario.
En orden de poner pausa a las altas demandas de productos y bajar consecuentemente los precios, se aumentan los costos en los créditos de dinero y las tasas de interés bancarias; buscando fomentar las inversiones en moneda local.
Los analistas esperan que los esfuerzos del Banco de la República, el desarrollo de la economía interna y las estrategias para detener la recesión global; sean suficientes para estabilizar el mercado colombiano.
CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO