En el día a día son muy común los gastos pequeños. Salir a almorzar a un sitio cerca de nuestra oficina. Quizá invitar a unos amigos a tomar café en el sitio de moda, que por de más está decir que el café tiene un precio considerablemente mayor y si a esto le sumamos unas galleticas o quizá un pastel, la cuenta aumenta. ¿Es familiar esta escena para ti?
Otra que es permanente en nuestros días: dormir 5 minutos más, ¿y si vivimos en una ciudad que tiene un tráfico pesado? Esto se convierte en no poder caminar hasta el trabajo o la cita que tengamos o quizá no lograr conseguir un transporte masivo nos lleve al sitio.
Entonces es cuando acudo a las aplicaciones o servicio de taxi, esto por una vez no afecta nuestro bolsillo. Pero si no es una, ni dos, ni tres, sino que se convirtió en costumbre.
¿Esto lo tienes contemplado dentro del presupuesto? O tal vez nos pagan nuestro salario u honorarios y estos se desvanece como por arte de magia. Planteamiento de Objetivos y Metas Financieras
Pero te tengo una muy buena noticia, todo esto se puede solucionar con algo que es cambio de hábitos. Tomar conciencia del gasto, de llevar un record de cada compra por mínima que esta sea. Ahora la tecnología nos apoya en este punto, existen aplicaciones para nuestro smartphone donde podemos llevar el control de los gastos pequeños, de cada centavo que nos gastamos y cómo cada centavo disminuye de los ingresos.
Realmente es en este tipo de gastos no determinados en el presupuesto es en donde las finanzas empiezan a perder el control.
Vamos a realizar varias tareas si lo que queremos es generar unas finanzas sanas, ahora manos a la obra. Por una semana realizaremos el control de cada gasto que tengamos, sea la compra de algún artículo de precio alto, pago de facturas, también el dulce o las papitas de paquete. Consejos para mejorar sus finanzas.
Todo, absolutamente todo, lo llevaremos en registro. Sea con las facturas que nos dieron o en un papel anotando cada cosa, todo esto lo vamos a meter en una caja, ejemplo de lunes a lunes y así sucesivamente.
Estarás pensando que esto no tiene sentido, pero lo tiene todo, a la semana abriremos la caja y sumaremos cuánto nos gastamos en esa semana y cuánto de allí realmente no está dentro del presupuesto o peor aun ni siquiera lo necesitábamos.
Este es el primer paso para entrar en conciencia de realmente cuánto dinero estamos gastando que podría estar invirtiéndose en las metas que tenemos a corto, mediano y largo plazo.
Recuerda esto, sin importar que nivel de ingresos que tengamos, esta situación se encuentra en el 95% de las personas. Solo un 5% son realmente ordenadas en el gasto.
La idea de generar un seguimiento y no llevarnos a ser extremadamente ahorrativos, tanto que se pase el límite de no disfrutar de las cosas de la vida.
La invitación que te hago por el contrario, es poder realmente disfrutar de nuestra vida. Y que los ingresos provenientes de nuestro trabajo se vean reflejados en el cumplimiento de nuestros objetivos. Que estos se dejen de aplazar cada 31 de diciembre. Que la lista que hacemos en el cumpleaños o en las fechas importantes, se cumplan una a una. (Lee también: Qué son los gastos irregulares y cómo administrarlos)
Recuerda que esa salida a comer 3 veces a la semana, te alejan de lo que quieres, solo multiplica por cada semana, cada mes y llévalo al año y te darás cuenta que allí quizá están los estudios que quieres o el viaje de tus sueños. Recuerda es cuestión de conciencia y fijarnos los objetivos que deseamos.
La segunda recomendación para controlar los gastos pequeños, guarda las tarjetas de crédito. Y en lo posible, lleva efectivo, el gasto con dinero hace que pensemos dos veces antes de realizarlo. El pagar con dinero plástico hace que perdamos la proporción del gasto y más aún si se realiza con tarjeta de crédito.
