Consejos para que tu Perro y Gato se Lleven Bien
¿Será, que un perro y gato, pueden llevar una buena convivencia, estar tranquilos en un mismo espacio y no corre riesgo ninguna vida? ¡Por supuesto que sí!
Eso del dicho de que “pelean como perros y gatos” es cosa del pasado, está más que demostrado que los perros y gatos se la pueden llevar bien, incluso pueden llegar a ser grandes amigos.
Esta buena convivencia entre los dos depende de muchos factores, por ejemplo, es clave el primer momento en que se conocen; también debes tener muy en cuenta la personalidad de cada mascota y en general otros factores que más adelante te vamos a contar.
No pienses que es misión imposible tener bajo el mismo techo a un perro y gato, al contrario, verás que es más sencillo de lo que imaginas, es solo cuestión de conocer bien a nuestra mascota y conocer estos consejos que te vamos a contar.
Consejos para que tu Perro y Gato se Lleven Bien
Personalidad de las mascotas
Es fundamental conocer la personalidad de nuestra mascota, esto en caso de que ya tengamos a uno, perro o gato, desde hace algún tiempo y llegue el nuevo compañero. Especialmente si se tratan de mascotas ya adultas.
Realmente no todos los perros toleran a los gatos y no todos los gatos toleran a los perros, puede ser alguna experiencia negativa que le provoque esa reacción. Tienes que analizar muy bien el comportamiento de tu mascota antes de llegar con una mascota nueva a casa.
Por ejemplo, si tu perro o gato es sociable, has tenido la oportunidad de que comparta con otras mascotas y se comporta bien, es un buen candidato para recibir a un nuevo compañero en casa.
Si, por el contrario, tu perro o gato es solitario, no le gusta que lo consientan, no es muy amigable con otros animales, no es que sea imposible que conviva con otro animal, pero no va a ser fácil.
Dentro del proceso de personalidad es muy importante la etapa de socialización que tuvieron los animalitos cuando cachorros. Si los tienes a ambos desde pequeños pues la tarea es aún más sencilla, pues desde pequeños se acostumbrarán a la presencia de su otra especie.
La tarea se complica cuando alguno de los dos ya es adulto y debe recibir al otro, si el nuevo que llega es cachorro la situación se puede tornar más tranquila.
La primera cita
El primer día que se conozcan será fundamental para el destino de esa relación. La introducción es algo en que los expertos del comportamiento animal se enfatizan para lograr una buena convivencia entre perro y gato.
Lo primero es tener una zona segura en donde sea posible que ellos se huelan, puedes analizar el comportamiento de ambos y luego dar el siguiente paso, donde se encontrarán finalmente.
Si, por ejemplo, el perro va a recibir al gato nuevo y el perro es muy curioso, activo, juguetón, te recomendamos que lo lleves con una correa para que lo puedas controlar. No porque le vaya a hacer daño al gato, sino porque en su emoción de querer conocerlo, lo puede asustar.
Lo mismo te recomendamos si es el caso, en el que el perro es la nueva mascota del hogar, seguro va a estar más tranquilo porque es un lugar nuevo; pero cuando sea el momento de que el gato se acerque para olerlo, el perro puede reaccionar y asustar al gato, ahí estarás atenta con la correa para hacerle saber que tú estás ahí y controlas la situación.
En cualquier caso, lo mejor es que el gato esté libre y le adecues un espacio en donde pueda subirse y sentirse seguro.
Ten presente que es normal que busquen olerse, es como la carta de presentación en los animales; no impidas que se huelan, si buscan hacerlo es porque se sienten bien. Eso sí, si alguno de los dos se siente incómodo o se pone agresivo con la proximidad del otro, aléjalo hasta que se sientan nuevamente tranquilos.
También es normal que el gato bufe y el perro gruña si se sienten amenazados, si esto pasa, controla la proximidad entre ellos; pero no te afanes más de la cuenta, esa es la forma de cada uno de poner límites en su espacio. En ese caso haz algo que les redirija su atención y que haga que se olviden de la tensión; por ejemplo, hablar duro, llamarlos por su nombre o moverse suavemente para que no se vayan a asustar.
Si debes estar alerta y cambiar rápidamente la situación; cuando veas que, el perro no para de gruñir y comienza a mostrar los dientes; y en el caso del gato ha llevado sus orejas hacia atrás, tiene el pelo erizado y la boca ligeramente abierta.
En este caso lo mejor es actuar rápido, estas señales indican que el perro y gato están a punto de atacar y lo mejor es; primero tratar de llamar la atención para que se distraigan y segundo sacar a alguno de los dos del espacio donde están.
Te recomendamos que sea al perro, ya que lo llevas con correa y es más fácil de manejar; el gato en ese estado de alerta si lo llegas a alzar te puede rasguñar sin querer.
Proceso de adaptación
Cualquier cosa puede pasar, como que de un día para otro tanto perro como gato estén acostados juntos, se acicalen y jueguen un poco; como que las cosas sean un poco más difíciles de lo que esperabas.
Con la llegada de un nuevo miembro a la familia, el comportamiento de todos puede cambiar. Si comienzas a ver “accidentes” como alguna orinada, algún mueble dañado o cosas destrozadas, mantén la calma.
Es normal y es la forma del perro y gato de manifestar su descontento por el cambio; es muy importante que no los regañes y tampoco los maltrates. Sí debes hacerles entender que está mal lo que hicieron, pero nunca tomar una actitud negativa frente a lo sucedido.
Al contrario, deberás recurrir a la educación en positivo, que es reforzar con ayuda de golosinas y caricias, el comportamiento bueno que tengan.
También es muy importante que no tengas algún “favoritismo” por la mascota nueva de la casa, deberás darles amor y atención por igual. Por ejemplo, si es la hora del desayuno y vas a servir el alimento; deberás hacerlo primero al más antiguo de la casa y continuar con el nuevo.
Es obvio, pero vale la pena la aclaración, y es que cada mascota deberá contar con sus platos, sus camas y sus juguetes; así mismo con sus espacios. Es decir, si en cierto lugar le sirves el desayuno a tu perro, busca otro para servirle el desayuno al gato.
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