Los niños que se acatarran a menudo pueden tener Asma

Los niños que se acatarran a menudo pueden tener Asma

El asma no para de reclutar nuevos adeptos, hasta el punto de que hoy se estima que el porcentaje de población infantil española afectada por esta sintomatología respiratoria ronda el 10 por ciento. Sin embargo, todavía es frecuente que en muchos niños la enfermedad pase desapercibida por sus familiares, al pensar éstos que lo que le ocurre al pequeño es una propensión a contraer catarros.

“Hay, en efecto, muchos niños etiquetados de catarrosos por sus propias familias, e incluso por médicos de cabecera, que en realidad lo que esconden es asma”, señala al respecto el doctor Nicolás Cobos, miembro del área asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

La consecuencia de éste y otros equívocos, que también los hay, es que esos niños que son asmáticos sin saberlo, no podrán beneficiarse de la calidad de los tratamientos actuales.

“En los últimos años -apunta el mencionado especialista- se han producido grandes avances en el tratamiento del asma, de tal forma que en la actualidad, siempre que se sigan las pautas adecuadas, la calidad de vida de los asmáticos ha experimentado tal mejoría que se podría decir que su vida ha cambiado espectacularmente.”

También el conocimiento de su enfermedad por parte de los pequeños pacientes se revela como un factor clave que contribuye a dicha mejoría. “Es importante –señala este neumólogo- que les enseñemos cómo es, cómo debe tratarse y cómo tienen que actuar cuando llega la crisis o sufran períodos de agudizaciones.”

Los tratamientos bien empleados son tan eficaces que, según este especialista de SEPAR, “si se actuara correctamente, lo que por desgracia no siempre es el caso, más del 90 por ciento de los niños conseguiría llevar una vida prácticamente normal.”

Ejercicio físico

Además de la necesidad de que el asma se diagnostique y trate adecuadamente, otro consejo del especialista es que los niños asmáticos no se abstengan de practicar ejercicio físico, ya que ello mejora la capacidad respiratoria y se convierte en un freno a la enfermedad. El médico del niño es el que, en todo caso, debe asesorar sobre qué tipo de ejercicio es el más adecuado, aunque en principio se considera que la natación es uno de los deportes que están especialmente indicados.

También es inevitable la recomendación, por lo demás bastante sabida, de que no se fume delante de ellos, pues el humo del tabaco está considerado como uno de los agentes más implicados tanto en el origen como en el mantenimiento del asma.

Por fortuna, la mayoría de los niños que presentan crisis asmáticas superan la enfermedad a medida que entran en la edad adulta, “pero hasta entonces –comenta el citado neumólogo- bien merece la pena que contribuyamos a su felicidad”.

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