“Despiértalo, que le Toca”

Técnicas de Lactancia materna

Para el niño pequeño, dormir es lo primero. Si usted estuviera durmiendo profunda y tranquilamente, ¿le gustaría que la llamaran para darle de comer?

Lo que es desagradable para usted (persona adulta) ¿es agradable para el bebito que es el gran dormilón? No ofenda el sentido común aunque se lo ordene “el sabio Merlín”.

El sueño alimenta. ¿Lo sabía usted? ¿Por qué se le olvidó al despertar a su hijo…? ¿Por qué le cambia un alimento que está tomando a gusto por otro que no ha pedido todavía? ¿No le parece a usted que esto es un poco insensato? Cuando el hambre llegue el bebé despertará. No lo dude, porque el niño siente el hambre más que usted: él siente como un dolor cuando el estómago se le vacía.

Téngale preparada la leche para que no espere demasiado por el tetero. Pero no lo despierte para introducirle el pecho o el biberón en la boca (que llora y grita). Así empieza usted a enseñar a su hijo a unir alimento y desagrado. Por ahí puede empezar el desgano, que tanto preocupará más tarde.

Es verdad que algunos niños, algunas veces, casi ni se despiertan cuando les colocan el pezón o el biberón en la boca, y pasan del entresueño a la succión agradablemente.

Pero otras veces y otros niños sufren mucho cuando se les despierta, y el pezón o el biberón demora mucho en entrar en su boca. En medio del llanto, acude usted a alimentarlo.

Y esto no sucede una vez sino que repite el error muchas veces, sin darse cuenta que está ligando en el cerebro de su hijo (acondicionándolo) el par de hechos antes mencionado: desagrado y alimento.

¿Le gusta a usted comer estando “enojada”? A casi nadie le agrada. Pero si es usted de las personas que comen más cuando están nerviosas, piense que su hijo todavía está sano, y que, por lo tanto, no le agrada. (Lea También: “No Puedo Darle el Pecho”)

Y que si se alimenta irritado es porque la toma coincidió con el hambre, y en este caso usted está enseñando a su hijo a alimentarse estando “bravito”, lo que le puede originar cuando sea mayor no sólo desgano sino dispepsia y otros padecimientos digestivos.

Crianza: Despiértalo que ya es horaNo despierte a su hijo para alimentarlo. Mire al reloj para prepararle el biberón o darle el pecho en cuanto despierte. Esté segura que se despertará cuando tenga hambre. Y recuerde que el hambre en el bebito es una sensación muy fuerte que no lo dejará tranquilo. No lo haga esperar.

Si lo despierta, no para alimentarlo sino para bañarlo o irse usted a pasear… ¡qué podré decir! Eso es una barbaridad. Posiblemente usted sea caritativa. Respete el sueño de su hijo como usted quisiera que respetaran el suyo.

“Niño que no llora no mama…” es un buen método para criar… llorones.

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