Inyecciones en los Ganglios Linfáticos para tratar la Alergia al Polen

Un estudio dirigido por investigadores suizos parece haber encontrado una forma de administrar un tratamiento más rápido, seguro y menos doloroso para la alergia al polen de las gramíneas mediante inyecciones directas en los ganglios linfáticos.

En comparación con los regímenes de inyecciones subcutáneas tradicionales que duran varios años e implican la aplicación de docenas de inyecciones, el nuevo método parece ofrecer a los pacientes el mismo grado de alivio, y menos efectos secundarios, con sólo tres inyecciones en dos meses.

“Debido a que la administración directa del alérgeno en los ganglios linfáticos mejora de manera notable su eficacia, la dosis inyectada del alérgeno se podría reducir más de 1,000 veces, lo que a su vez disminuye de manera significativa los efectos secundarios alérgicos”, señaló el coautor del estudio, el Dr. Thomas Kundig, director médico del departamento de dermatología del Hospital Universitario de Zúrich.

Kundig y colegas publicaron los hallazgos en la edición en línea de esta semana de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Los autores subrayaron que el asma alérgica afecta hasta el 35 por ciento de los habitantes de países occidentales. Para combatir el problema, las inyecciones para la alergia estándar, que se inyectan en el tejido graso debajo de la piel, son consideradas como el método “estándar por excelencia”.

Sin embargo, un régimen de inyecciones típico implica la aplicación de 30 a 70 inyecciones en tres a cinco años, un tratamiento que consume mucho tiempo y que a menudo provoca reacciones alérgicas como inflamación en el lugar de la inyección o reacciones alérgicas sistémicas.

El resultado: “Menos del cinco por ciento de los pacientes de alergia son tratados con inmunoterapias de alérgenos específicos”, dijo Kundig.

Para evaluar el potencial de las inyecciones en los ganglios linfáticos, el equipo suizo-estadounidense se centró en poco menos de cien pacientes de 18 a 65 años.

Los voluntarios se dividieron en dos grupos: un grupo recibió el tratamiento para la alergia de inyección estándar con 54 inyecciones programadas en un periodo de tres años, y el otro grupo la terapia en los ganglios linfáticos, que implicaba la aplicación de tres inyecciones en un periodo de ocho semanas.

Kundig y sus colegas hallaron que ambos métodos resultaron en beneficios similares en los dos grupos de pacientes. Sin embargo, los que recibieron la terapia en los ganglios linfáticos experimentaron menos dolor y efectos secundarios menos frecuentes que los que se sometieron al tratamiento convencional.

Tras realizar pruebas nasales para evaluar los síntomas de la alergia como estornudos, secreción nasal, tos y falta de aliento, Kundig y su equipo concluyeron que el método de tratamiento en los ganglios linfáticos demostró ser más seguro y de menor duración en comparación con las inyecciones convencionales. También sugirieron que la alternativa relativamente indolora puede ir más allá para animar a los pacientes a seguir su tratamiento antialérgico hasta el final.

“Como los ganglios linfáticos en sí mismos no tienen nervios, la inyección es indolora”, destacó Kundig. “De hecho, fue catalogada por los pacientes como una opción menos dolorosa que la extracción de sangre. En general, este tratamiento refuerza el cumplimiento del paciente, y la mejora de los síntomas de la fiebre de heno fue duradera”.

Por su parte, el Dr. Clifford Bassett, catedrático clínico de la Facultad de medicina de la Universidad de Nueva York y médico tratante en el departamento de inmunología y alergia del Hospital Universitario Long Island en Brooklyn, Nueva York, describió la terapia de los ganglios linfáticos como un método “muy novedoso” e “intrigante”.

“No había visto este tipo de enfoque antes”, destacó Bassett, que también es director médico de Allergy and Asthma Care of New York en la ciudad de Nueva York. “Los alérgenos que usamos ahora son muy potentes y efectivos. Pero obviamente siempre buscamos nuevas formas de tratar la epidemia de alergia. Y siempre hay necesidad de tratamientos mejores, más rentables y seguros. Por tanto, esta información, aunque es preliminar y se centra solamente en el polen de gramíneas, ofrece algunos conocimientos sobre otras formas de abordar el problema”.

HealthDay

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