Revista de Metabolismo y Nutrición Clínica, Carta del Presidente, Volumen 4 Número 1

Josef Kling

Josef Kling

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),la obesidad ha tomado un carácter de epidemia a nivelmundial.

Se calcula que existen en la actualidad alrededor de mil millones de personas en el mundo con exceso de peso, y 300 millones de ellas sufren de obesidad.

Las tasas se encuentran en aumento y se considera que en los países occidentales una de cada dos personas presenta sobrepeso u obesidad.

De mantenerse esta tendencia, es probable que en un plazo de 10 años esta proporción cambie a dos de cada tres personas.

La Encuesta Nacional de Situación Nutricional en Colombia (ENSIN) del año 2010 encontró que nuestro país no es ajeno a esta situación. Se evidencian tasas importantes y en aumento de sobrepeso y obesidad que afectan a la población desde la infancia hasta la edad adulta, incluyendo mujeres en edad fértil y embarazadas.

La llamada transición nutricional, aunada a la transición demográfica:

Ha propiciado que, al igual que otros países de bajo y mediano ingreso económico. Colombia deba enfrentar el fenómeno conocido como malnutrición de doble carga, la cual corresponde a la coexistencia de malnutrición por déficit y malnutrición por exceso en el mismo grupo de población.

Las consecuencias de la malnutrición por exceso se encuentran bien documentadas, tanto a nivel individual como para el sistema de salud en general.

La obesidad se asocia con un riesgo aumentado de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer. La expectativa de vida se ve reducida de manera proporcional al exceso de peso. La calidad de vida y la productividad económica se ven reducidas en el paciente obeso.

La posibilidad de requerir atención médica y de desarrollar incapacidades es sustancialmente mayor con el padecimiento de esta enfermedad, lo cual conduce a gastos aumentados del sistema de salud.

Se calcula que los gastos derivados de la atención de afecciones relacionadas con la obesidad pueden llegar a ser alrededor del 10% del presupuesto de salud en países con cifras elevadas de obesidad, como es el caso de Estados Unidos.

La cirugía bariátrica:

Se ha posicionado como una estrategia muy efectiva en el manejo de la obesidad en aquellos grupos de pacientes en los que se encuentra indicada.

La reducción en el peso se ve acompañada de una clara modificación en la historia natural de la enfermedad con una reducción importante de la enfermedad concomitante.

De igual manera, varios procedimientos de cirugía bariátrica han demostrado ser costo-efectivos.

El manejo moderno de enfermedades complejas ha demostrado tener mejores resultados cuando se hace de manera multidisciplinaria. La cirugía bariátrica no es una excepción.

El éxito de la intervención se ve condicionado a la participación coordinada de múltiples disciplinas antes del procedimiento quirúrgico y después, siendo necesario el seguimiento a largo plazo.

Las particularidades del tratamiento y los factores que condicionan el éxito han conducido al desarrollo de un campo propio de investigación y a la aparición de una nueva disciplina.

Uno de los pilares en el éxito de la cirugía bariátrica es claramente el manejo nutricional, teniendo en cuenta las situaciones únicas que se plantean desde el punto de vista de valoración nutricional, metabolismo y cambios desencadenados por el procedimiento perse en cuanto a necesidades, digestión, absorción y metabolismo de los diferentes sustratos nutricionales.

El manejo nutricional del paciente de cirugía bariátrica:

Requiere por lo tanto, del conocimiento de un marco conceptual propio, así como del desarrollo de competencias clínicas especiales.

El presente consenso es el resultado del trabajo mancomunado de nutricionistas con experiencia clínica amplia en este campo.

Los conceptos acá expuestos obedecen no solamente al conocimiento científico, sino que son el producto de años de experiencia al frente del manejo nutricional de pacientes obesos sometidos a procedimientos de cirugía bariátrica.

Como presidente de la Asociación Colombiana de Nutrición Clínica, quiero manifestar mi agradecimiento a todo el equipo de profesionales que participaron en la elaboración y el perfeccionamiento de este documento y, en forma especial, a la nutricionista Antonieta Espinosa como gestora y coordinadora de este proyecto.

El consenso de manejo nutricional del paciente bariátrico se convertirá, sin duda alguna, en documento obligado de referencia para todos aquellos profesionales interesados en el tema y para todos aquellos que tengan incluida en su práctica clínica la atención de este grupo de pacientes.

Josef Kling, MD, CNSC
Presidente, Junta Directiva, 2012-2014
Asociación Colombiana de Nutrición Clínica

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