Infecciones virales

Las neumonías virales son más frecuentes en niños y en personas jóvenes que en los adultos mayores. En niños la neumonía está producida con mayor frecuencia por el virus sincitial respiratorio y el virus de la parainfluenza. En niños mayores y adultos, la neumonía no bacteriana está producida más a menudo por el micoplasma neumoniae y con menor frecuencia por adenovirus y virus de la parainfluenza.

Dentro de los procesos virales más frecuentes, también deben mencionarse los virus de la gripe común, como son el influenza A, B, y C. En la gripe no complicada las radiografías de tórax son habitualmente normales.

En infecciones pulmonares complicadas suelen verse signos de neumonía bilateral, con grados variables de consolidación del parénquima pulmonar. No es infrecuente que un proceso infeccioso que empieza como un proceso viral, se asocie posteriormente a una neumonía bacteriana cambiando por lo tanto también las manifestaciones radiológicas.

En raras ocasiones pueden producirse neumonías por el virus de la parainfluenza, el virus sincitial respiratorio, el adenovirus, rinovirus y el virus del herpes. Ninguno de estos tipos tienen características radiológicas específicas y no es posible diferenciarlos radiológicamente de una neumonía bacteriana, para lo cual el examen clínico, y los exámenes de laboratorio son esenciales.

Virus de la varicela

La varicela y el herpes zoster están producidos por el mismo virus, el virus varicela -zoster y afectan principalmente a niños (varicela) y a pacientes mayores (herpes zoster). La radiografía pulmonar muestra opacidades alveolares moteadas que pueden variar en tamaño, desde opacidades nodulares hasta cambios extensos que afectan a la mayor parte de los pulmones.

Estas opacidades de tamaño variable tienden a desaparecer en una semana. En unos pocos pacientes las opacidades pueden persistir durante meses, y en un muy pequeño porcentaje de las personas afectadas pueden presentarse en forma de micronódulos que con el tiempo se calcifican dejando lesiones residuales permanentes de alta densidad radiológica, típicamente de distribución bilateral. (Lea también: Tratamiento del asma)

Neumonía por micoplasma

La neumonía por micoplasma suele verse en niños y personas jóvenes. Hasta el 15% de los casos de neumonía en pacientes menores de 40 años están producidas por este micro-organismo. La mayoría de las infecciones por micoplasma se manifiestan clínicamente como episodios bronquiales y/o con faringitis asociada. En menos del 10% de los

pacientes se desarrolla un proceso neumónico. Su aspecto radiológico es muy variable pero tiene cierta tendencia a comprometer más los lóbulos inferiores. Los infiltrados van progresando gradualmente con un patrón inicialmente difuso, moteado y mal definido, con compromiso peribronquial, ocasionalmente nodular, que gradualmente se extiende hasta comprometer los segmentos o lóbulos de manera más completa. Con alguna frecuencia se presenta consolidación de tipo lobar.

Esta secuencia de progresión es relativamente típica de esta entidad y puede sugerir el diagnóstico. Los lóbulos superiores, solo de manera infrecuente y ocasional se ven comprometidos. Es muy rara la asociación a zonas de cavitación y formación de abscesos en el parénquima pulmonar, o a derrame pleural. Otra característica que se ha descrito en esta entidad es la persistencia prolongada en el tiempo de las opacidades producidas por este germen.

Neumonía por hongos y por protozoos

La infección pulmonar más frecuente producida por hongos en nuestro medio es la histoplasmosis. Los cambios radiológicos pulmonares producidos por este hongo no muestran características típicas pero tienen parecidos y similitudes importantes con la infección tuberculosa tanto en la forma de su primo infección, como en la forma de reactivación.

Las opacidades igualmente pueden llevar a estados avanzados de fibrosis y calcificación.

En la fase temprana de la histoplasmosis pueden verse áreas de consolidación de tipo neumónico, asociadas a grados variables de crecimiento de los ganglios linfáticos del hilio pulmonar y del mediastino. En los estadios tardíos quedan lesiones calcificadas residuales, tanto de los ganglios linfáticos hiliares y mediastinales, como del parénquima pulmonar.

Enfermedades pulmonares en el paciente inmunosuprimido

Las alteraciones pulmonares en pacientes inmunodeprimidos son cada vez más frecuentes debido al aumento epidemiológico del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y el síndrome de inmunodeficiencia adquirido (SIDA). Igualmente otras formas de inmunosupresión como la que se presenta en pacientes oncológicos o sometidos a

quimioterapia, o a regímenes de inmunosupresión asociados a trasplantes de órganos, han permitido que la sobreinfección pulmonar en estados de inmunosupresión hayan cobrado cada vez mayor importancia. Las manifestaciones radiológicas pulmonares en pacientes inmunosuprimidos son inespecíficas y pueden variar en el caso de los pacientes con SIDA dependiendo del recuento de CD4 y del tipo de germen asociado.

Las opacidades pulmonares pueden ser localizadas, unilaterales, o bien, difusas y bilaterales. La opacidad unilateral localizada está producida más frecuente por una neumonía por hongos. Las bacterias más frecuentemente encontradas son la Pseudomona y la klebsiella. Si las alteraciones radiológicas son difusas y bilaterales el organismo más probable es el Pneumocistis carinii.

En estas infecciones, las opacidades pulmonares se muestran como infiltrados con mayor frecuencia bilaterales, los cuales tienen bordes mal definidos, y presentan un infiltrado mixto, con un componente tanto alveolar como intersticial, que condiciona consolidación del espacio aéreo, así como infiltrados reticulares, con engrosamiento de septos interlobulillares y engrosamiento de paredes bronquiales.

Este componente intersticial se puede apreciar mejor en Tomografía Axial Computada de alta resolución, que en los estudios radiológicos convencionales. Suele observarse progresión en el curso de pocos días, pudiendo llegar a condicionar extensas consolidaciones difusas del parénquima pulmonar, lo que simula el aspecto radiológico de los edemas pulmonares extensos.

No en infrecuente la presencia de una neumonía clínicamente importante por Pneumocistis Carinii , con una radiografía enteramente normal. Otros gérmenes que pueden producir infiltrados difusos en el SIDA son el Citomegalovirus, y la Tuberculosis con diseminación hematógena o broncogénica.

Bibliografía 

Fraser RG. Infectious Diseases. In: Peter Pare JA, Pare P D, Fraser R.S. Genereux GP. Diagnosis of Diseases of the Chest. 3a edición Philadelphia; WB Saunders, 1989:775-1176
Wallace TM. Pulmonary Infections.In: Taveras JM., Ferrucci JT. Radiology. Diagnostic-Imaging-Intervention. J.B. Lippincott Company. 1990:1-29.
Petterson H. Compendio General de Radiología. Instituto NICER. Serie Diagnóstico por Imagen. 1995:724-37.
McLoud T, Naidich DP. Thoracic Diseasease in the Immunocompromised Patient. The Radiologic Clinics of North America.1992;30:525-54.
Rubin T, Lotze MT, Immune function and dysfunction: a primer for the radiologist. The Radiologic Clinics of North America 1992;30:507-23.
Shah RM, Kaji AV, Ostrum BJ, Friedman AC. Interpretation of Chest Radiographs in AIDS Patients: Usefulness of CD4 Lymphocyte count. Radiographics 1997;17:47-61.
McAdams HP, Erasmus J, Winter JA. Radiologic manifestations of pulmonary tuberculosis. The Radiologic Clinics of North America 1995;33:655-678.
Restrepo S. Infecciones pulmonares. En: Restrepo R, Gutierrez JE, Soto JA. Radiología e Imágenes Diagnósticas. Fundamentos de Medicina. Medellin Corporación para Investigaciones Biológicas. 1996.

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *