Conclusiones: Riesgo de Cáncer de Mama con y sin TSH
Los beneficios obtenidos con la TSH son claros con algunos grupos de pacientes en relación con la prevención y/o el control de la osteoporosis, la enfermedad cardiovascular y otros problemas. Sin embargo, no es menos cierto que no todas las mujeres postmenopáusicas desarrollarán osteoporosis y/o enfermedades cardiovasculares, lo cual hace suponer que en teoría no todas requerirán TSH.
Problablemente los progresos en las técnicas diagnósticas nos permitirán en un futuro racionalizar cada vez más su uso.
Es claro con la formulación de hormonas, estamos manipulando los mecanismos de reproducción celular y por lo tanto es importante insistir en la importancia de que el médico ginecológico, evalúe adecuadamente a su paciente y lleve a cabo un seguimiento óptimo con exámenes clínicos y mamográficos periódicos.
Según el conocimiento disponible, la TSH:
Debe evitarse en mujeres con antecedente de carcinoma mamario, en la enfermedad atípica porque puede significar una carga psicológica muy pesada y absolutamente cuando confluyen otros factores de riesgo.
En relación con la prolongación del tratamiento, el aparente incremento de RR en usuarias de más de 5 años, no debe ser una indicación para su suspensión. Los efectos negativos de dicha interrupción superan el potencial incremento del riesgo.
Cabe recordar que el riesgo de desarrollar cáncer mamario con la TSH, es diferente al riesgo de muerte por cáncer mamario.
En la edad avanzada, (por encima de 60-64 años), habrá que diferenciar entre las pacientes que llegan a esa edad como usuarias de larga data de la TSH, quienes se beneficiarán de su continuidad de aquellas que ingresaría al tratamiento.
En esta última se evaluará su estado de salud en relación con osteoporosis y enfermedad cardiovascular antes y después de una prueba terapéutica y podrá definirse si existe beneficio al continuar la TSH, o por el contrario debe suspenderse.
La TSH es una opción terapéutica que debe ser considerada obligatoriamente en el climaterio y la postmenopausia.
Se recomienda una completa evaluación del paciente en el pretratamiento y un juicioso seguimiento. Nadie puede negar que con el empleo de hormonas, se incrementa de alguna manera el riesgo de desarrollar un cáncer de la mama.
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