Cómo Discutir la Atrofia Vaginal con Mujeres Postmenopáusicas

Si bien muchas mujeres tomaron las libertades de la revolución sexual en su juventud, paradójicamente, con la edad, algunas se avergüenzan y son reacias a discutir sus síntomas vaginales. Entre 10% y 40% de las mujeres postmenopáusicas reportan síntomas de atrofia vaginal, pero sólo una de cuatro busca consejo médico en el mundo occidental32. A diferencia del conocimiento que tienen sobre los bochornos, las mujeres no son plenamente conscientes del vínculo entre las molestias vaginales y la declinación de los estrógenos.

Algunas mujeres atribuyen equivocadamente la sequedad vaginal de la transición perimenopáusica a la baja frecuencia de actividad sexual, a pérdida de interés o a dificultades en su relación de pareja, o simplemente a otro capricho del envejecimiento. Por lo tanto, depende de usted hacer surgir el tema de la salud vaginal. Gran parte de las mujeres expresan alivio y responden positivamente cuando usted, su proveedor de salud, inicia la conversación.

Un posible acercamiento podría ser que comente: “Algunas mujeres notan que experimentan sequedad vaginal durante esta etapa de la vida. Me pregunto si usted está teniendo alguna molestia en el acto sexual”. Sea sensible frente a la presencia (o ausencia) de una pareja sexual y a la posible aflicción frente a las molestias. ¿Le molestan el prurito, el ardor o el flujo vaginal? Incluya preguntas sobre infecciones vaginales, trauma, infecciones recurrentes del tracto urinario, e intentos para aliviar los síntomas. Dependiendo de la población específica donde usted practica, modifique su manera de acercarse a la paciente para asimilarse a la cultura, nomenclatura y grado de modestia de la mujer. Si ella se recata durante la anamnesis, pregunte nuevamente luego del examen físico, especialmente si observa signos de atrofia vaginal.

Asegure a su paciente sobre la reversibilidad de la atrofia vaginal. El antiguo adagio sobre “tornarse totalmente seca” luego de la menopausia todavía existe entre las mujeres. Explíquele que la sequedad/atrofia vaginal no es una molestia temporal como lo son los bochornos que generalmente se resuelven en el tiempo; el alivio de la atrofia requiere tratamiento específico.

Muchas mujeres aún le temen a la terapia estrogénica sistémica a pesar de las recientes garantías de lo contrario. Enfatice sobre la opción de tratar los síntomas localmente en la vagina33. Tranquilice sobre la seguridad de los preparados vaginales si los estrógenos sistémicos están proscritos/contraindicados por una historia de eventos cardiovasculares (infarto al miocardio, accidente vascular encefálico, o evento tromboembólico venoso). En la mujer con cáncer de mamas confirme con su oncólogo que las recomendaciones que usted sugiere cumplan con la estrategia de tratamiento para su cáncer.

Explore la aceptación de su paciente respecto a las opciones de tratamientos disponibles de estrógenos vaginales. Explíquele cuánto tiempo tardará en sentir alivio de los síntomas, y que probablemente requerirá terapia por tiempo largo.

Discuta la titulación de la dosis de estrógenos y/o la frecuencia de administración luego de las primeras semanas de terapia. Adviértale sobre la necesidad de reportar sangrado vaginal y/o sensibilidad mamaria porque estos efectos secundarios de la terapia estrogénica sistémica no debieran presentarse, especialmente con las bajas dosis de estrógenos vaginales recomendadas actualmente. Finalmente, instruya a su paciente sobre la higiene básica en la manipulación de los productos estrogénicos tópicos (lavado de manos luego de la aplicación, seguridad en el almacenamiento y eliminación), y sobre la posibilidad excepcional de exposición estrogénica secundaria en su pareja mediante absorción oral o genital. Aconseje que los estrógenos vaginales no debieran ser usados durante el acto sexual como suplementos lubricantes, y sugiera otras opciones.

Su conversación sobre salud vaginal con su paciente puede hacer más por mejorar la calidad de vida de ella que lo que usted piensa. De modo que recuerde, ¡y tan sólo pregunte!

• Inicie la discusión sobre sequedad vaginal; su paciente puede estar reticente.
• Considere que asuntos de relación de pareja/sexuales pueden presentarse como molestias vaginales.
• Recuerde que las mujeres en terapia estrogénica sistémica también pueden desarrollar síntomas vaginales.
• Tenga conciencia de que algunos síntomas urinarios ocurren en concurrencia con la atrofia vaginal, y también responden positivamente a la terapia estrogénica vaginal.
• Estimule a la mujer para que escoja la terapia vaginal más cómoda para ella.

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