Acerca de la presidencial gripe AH1N1

La gripa porcina o H1N1 ha atacado a dos presidentes latinoamericanos, el de Costa Rica Oscar Arias, y a nuestro presidente y reconocido estadista latinoamericano Álvaro Uribe. En este último apareció después de reunirse con sus heterólogos (no homólogos) latinoamericanos. La de Arias también coincidió con las rondas para implementar el tratado de San José en el conflicto de Honduras. Ambos guardaron cama, se dedicaron a gobernar por computador, internet y blackberry, y luego salieron a sus puestos. La pregunta es ¿dónde agarraron ese virus? ¿Es el estrés al que estuvieron sometidos el que les bajó las defensas y el virus se aprovechó? Pensando más maquiavélicamente, ¿fueron infectados a propósito en el medio hostil en que se desenvolvían?

Pero, bueno, ese es un aspecto del tema. El otro aspecto es que desde hace tiempo circulan rumores de que se ha exagerado en el cuento o, peor aun, que hay intereses detrás de él. Qué tal lo que hizo el presidente mejicano, que fue interpretado como una cortina de humo para muchos problemas que ha tenido en los últimos tiempos, incluyendo el tema común con nosotros del narcoterrorismo. Los efectos políticos y económicos fueron enormes. ¡Varios países prohibieron ir a Méjico! ¡Le costó el 1% de baja del PIB del país!

Pero el tema más candente y grave es que, se dice, hay intereses económicos claros y que detrás de esto hay una larga historia de acontecimientos y manipulaciones. Acaba de anunciarse la segunda edición del libro La mafia médica (ediciones Vesica Piscis) de la médica canadiense Ghislaine Saint Pierre Lanctôt considerada como una de las grandes personalidades que se atreve a denunciar que el sistema médico vive de la enfermedad, y no de la salud. “Un sistema que está montado como un monumental negocio, pues no olvidemos que la industria farmacéutica es la segunda que más dinero mueve en el planeta.” En una entrevista en internet, plantea, según su punto de vista, cuáles serían las razones para que algunos laboratorios farmacéuticos difundieran y aterrorizaran a la población y los gobiernos, con la complicidad de otros gobiernos, de –primero– la gripe aviar (H5N1) y luego la gripe porcina (H1N1).1

Un profesor de la universidad (del Valle) hizo circular un video que apareció en You-tube2 acerca de la “Operación Pandemia”. Hecho en Argentina por Julián Alterini, en el que se describe una especie de complot para difundir a la opinión pública el tema de la gripe porcina (o H1N1, para de nuevo, por cuestiones económicas, no se estigmatice la carne de cerdo) con una buena dosis de infundir miedo. Lo que relata el video es las coincidencias con relación a estadísticas, sitios, hechos, personajes y empresas que el autor al menos quiere conectar con la difusión, según él exagerada, de la presencia de una enfermedad que puede producir réditos de miles de millones de dólares para personas, gobiernos y empresas en particular.

Hay afirmaciones en el video, de que en 1997 el presidente Bush pronosticó la muerte de dos millones de estadounidenses por el virus AH1N1 y solicitó un presupuesto millonario del cual 1 200 000 000 (20 000 000 de dosis) era para compra de un antiviral (Tamiflu). Méjico, y muchos países, incluyendo Colombia, se “aprovisionaron” de millones de cajas de Tamiflu. Además del presidente y algunos de sus súbditos que la adquirieron (la gripe porcina), ¿cuántos casos han sido reportados en Colombia? Las estadísticas del Ministerio de Protección Social reportan a agosto de 2009, 507 casos confirmados y 29 muertes.3 ¡En un país de 45 millones de habitantes!

Por coincidencia, el que posteriormente fue el ministro de defensa de Bush (Donald Rumsfeld) era en ese entonces el presidente de la junta directiva del laboratorio que fabrica el producto (GILEAD) y que luego le cedió la marca a otro laboratorio (Roche) con la condición de que recibiera el 10% de las ventas. Al 30 de junio del 2009 había habido 382 muertes de los 2 000 000 pronosticados por Bush, comparadas con 15 090 muertes por otras causas de enfermedades respiratorias comunes. ¿Cuántas de las millones de dosis de Tamiflu se han utilizado? (preguntan los autores).

Además se plantean los efectos colaterales de la droga antiviral; desde convulsiones hasta cuadriplejia han sido reportadas. Uno de los acompañantes del presidente en la gira por el sur y en adquisición de la gripe viral, públicamente dijo no querer tomar Tamiflu y mejor se dedicó a los remedios caseros.

Lo cierto es que en nuestra profesión se mueven intereses económicos muy grandes que influyen a veces en las decisiones médicas que tomamos, ya sea por influencia directa sobre nosotros (lavado de cerebro, gratificaciones, etc.), presión de la comunidad (podría ser el caso de la “operación pandemia”) o “espíritu empresarial” de muchos colegas que ven “donde pone las garzas” desde el punto de vista económico.

Lo bueno de todo esto es que nos hace ser más críticos, más científicos, más pensantes en cuanto estemos enfrentados a cuidar la salud de la comunidad y del paciente en particular y sin ir a caer en paranoia, tratar de no dejarnos manipular ni caer en la trama del dinero bastante y fácil.

Nadie puede negar que la enfermedad existe, pero comparada con enfermedades corrientes que causan morbilidad y mortalidad severas (diarrea, enfermedades respiratorias comunes p. ej.) que no tienen publicidad, esta sobredimensionada y debemos estar alerta, hacer uso de los métodos de prevención y evitar el contagio, pero no debemos seguir el juego de alarmar, crear paranoia y porque no, entrar en el juego que hipotéticamente esta planteado.

Gustavo Gómez Tabares
Editor Jefe

Referencias

1. https://www.athanor.es/suscripciones/reportajes/Ghislaine-Lanctot-62.pdf
2. Julian Alterini. https://www.youtube.com/watch_popup?v=gKwk8Kq8QXA
3. https://www.minproteccionsocial.gov.co/VBeContent/NewsDetail.asp?ID=18898&IDCompany=3

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *