Perlas
Exploran la asociación entre el estado posmenopáusico y el riesgo cardiovascular, teniendo en cuenta el efecto de la menopausia temprana.
Fuente: Menopause 2006; 13: 265-279.
Contrariamente a la creencia popular, no existe una asociación confiable entre el estado posmenopáusico y enfermedad cardiovascular, aunque hay una modesta asociación en las mujeres con menopausia temprana, según han encontrado investigadores holandeses.
Según se ha afirmado, la pérdida de la función ovárica y la subsiguiente falta de estrógenos endógenos que ocurre después de la menopausia aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte asociada. Para investigar más, el equipo, dirigido por Ivonne van der Schouw, del Centro Médico Universitario de Utrecht, realizó una revisión de los estudios que analizaron el estado posmenopáusico y la edad a la menopausia, y su asociación con enfermedad cardiovascular.
El riesgo relativo estimado de enfermedad cardiovascular a lo largo de los 18 estudios del estado posmenopáusico frente al premenopáusico fue 1.36, según descubrió el equipo investigador. No obstante, esta estimación cayó al 0.96 luego de tener en cuenta la edad y el estado de fumador. Para las mujeres que se sometieron a ooforectomía bilateral, el riesgo relativo estimado de enfermedad cardiovascular fue de 2.62, llegando a 4.55 luego de tener en cuenta la edad y el estado de fumador; mientras que el riesgo de enfermedad cardiovascular entre las mujeres que tuvieron una menopausia temprana fue de 1.26, llegando a 1.38 después de tener en cuenta la edad y el estado de fumador.
“En general, no hubo una relación convincente entre el estado posmenopáusico y enfermedad cardiovascular”, –dicen los investigadores. “No obstante, hubo un modesto efecto de la menopausia temprana en la enfermedad cardiovascular”.
