Sobre la Unidad Médica
Ponencia Presentada en la II Asamblea Nacional de la A.M.C.
Sergio Isaza, M. D.
Presidente de la Federación
Médica Colombiana
Unidad Médica
Un propósito fundamental del cuerpo médico colombiano es alcanzar su unidad orgánica y contar algún día con una sola organización de presencia nacional, dinámica, activa, que lo represente íntegramente y responda a las necesidades de la Profesión Médica en todos sus aspectos. Que garantice su autonomía y participe en la construcción e instrumentación de políticas en salud útiles al país.
Hemos trasegado muchos caminos y hace seis años iniciamos otro intento unitario cuando, en multitudinaria asamblea constitutiva. Nos propusimos crear la ASOCIACIÓN MÉDICA COLOMBIANA (AMC). Con el compromiso de la Federación Médica Colombiana, Asmedas, la Academia Nacional de Medicina, la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas y Ascofame para impulsar y apoyar la naciente organización.
El impacto del magno evento y la copiosa inscripción de médicos de todo el país le dio carta de presentación en sociedad y ante el gobierno a la naciente AMC. Que rápidamente tomó asiento en instancias gubernamentales de representación social como el Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud.
En adelante la AMC fué tenida en cuenta por los medios de comunicación y algunos estamentos estatales. Para consultarla acerca de temas relacionados con la problemática médica y la salud en Colombia. Sin embargo, pese a este aparente éxito, el tiempo se encargó de mostrar su incapacidad para desarrollarse y crecer. ¿Por qué?
Objetivo de Unidad Médica
Tal vez una de las razones sea que el objetivo de Unidad Médica requiere de procesos de construcción y para lograr esa construcción, además de voluntad, se necesitan instrumentos. Y hemos caído en el error de confundir el instrumento con el objetivo. Es decir, pensar que la AMC, el instrumento, es igual a la Unidad Médica, el objetivo, y eso no es así.
La AMC ha debido ser el instrumento aglutinador y operativo que definiera -y redefina si es necesario- las políticas de desarrollo de ese proceso de unidad, permitiendo la participación y expresión de cada una de las organizaciones que la generaron. Pero esto no ha sido posible puesto que se optó por una organización con estructura basada en la afiliación unipersonal.
FEDERACIÓN MÉDICA COLOMBIANA
Desde las discusiones iniciales la FEDERACIÓN MÉDICA COLOMBIANA expuso y defendió dos puntos de vista que hasta hoy continúa considerando fundamentales:
Primero. Diseñar una organización que permitiera la articulación armónica de las asociaciones y sociedades ya existentes sin que estas perdieran su propia estructura ni su identidad y autonomía lo cual, a su vez, evitaría la múltiple tributación de los médicos en varias asociaciones y la conversión de la AMC en otra organización más.
El Segundo punto de vista. se refería a abstenerse de comprometer a la AMC en política partidista por considerar que una organización gremial debe respetar el fuero político individual de sus miembros. Esto no significa que sus instancias directivas no inviten a los miembros de la AMC a expresarse políticamente de acuerdo con las propias convicciones de cada uno.
Sin embargo tales puntos de vista fueron derrotados. En ese momento ganó la organización de estructura unipersonal, con posibilidad de participación en política partidista y se inscribió a la AMC como sindicato ante el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social.
Pero el tiempo se encargo de evidenciar tales errores así:
1. Aparte de la seccional de Antioquia, de algunas personas de Cundinamarca y de los miembros de la Junta Directiva Nacional, el cumplimiento del compromiso estatutario del pago de cuota anual de cada individuo fue nulo. Aquí cabe recordar la norma que dice: sin finanzas no hay organización real y sin organización no hay cambio.
2. Si bien es cierto que Unámonos fue un movimiento político de los médicos, que pretendía aglutinarlos en torno a su clara y progresista plataforma política en pro de la salud del pueblo colombiano y de los intereses profesionales y gremiales, el compromiso de la AMC con Unámonos evidenció que en materia de preferencias políticas las personas tienen sus propias convicciones y las privilegian cuando de votar se trata, así unos y otros sean médicos. De hecho, todos los grupos políticos tienen plataformas de salud.
3. La agonía financiera de la AMC y su escuálida morfología ha obligado a sus directivas, en intentos por evitar su colapso y aún haciendo gala de una austeridad franciscana, a echar mano a prácticas no contempladas en los estatutos como son aprobar montos de cuotas muy inferiores a los estatuidos legalmente y en cabeza de organizaciones, no de personas, como lo manda la misma naturaleza de la organización.
Lea También: Discurso Pronunciado por el Doctor Sergio Isaza Villa
Lo anterior es solo una demostración de que la necesidad obliga.
Que una cosa es lo que debería ser y otra lo que es en realidad. Una lo que se quiere y otra lo que se tiene. En tales circunstancias se impone la realidad, invitando a reflexionar sobre los hechos.
Hoy es válido y necesario retomar el problema de la estructura organizativa, aprovechando que, de hecho, la misma Junta Directiva Nacional de la AMC se ha encargado de ir creando un embrión de modelo con participación representativa de entidades, contra el modelo de afiliación unipersonal, al convocar a organizaciones médicas para que se integren a ella mediante la inscripción de sus miembros por un precio menor. Además, hay precios diferenciales según la capacidad de pago de cada sociedad.
Los médicos han ejercido los principios del Derecho Natural desde las más lejanas épocas de la profesión. Ninguno de los principios esenciales de este Derecho es ajeno al conocimiento médico y se ajustan en su totalidad a las normas éticas que giran alrededor del Juramento Hipocrático, aún vigente en sus aspectos sustanciales. |
Los hechos no pueden ser más contundentes y demuestran que la organización unipersonal ha hecho crisis (nació en crisis, mejor) y es inaplazable escudriñar las posibilidades de desarrollo del mencionado modelo. Recientemente iniciado por la junta directiva de la AMC en su búsqueda desesperada por lograr una fórmula que permita la supervivencia económica a la organización.
Es necesario buscar su clara definición en el diseño organizativo y emprender su construcción.
¿Si esta forma de organización ha permitido que la AMC no muera, no es esa la que la AMC necesita?
Desde ya debemos tener claro que el tipo de organización que necesitamos los médicos colombianos no puede ceñirse a encontrar la forma perfecta. Pues esa no existe o, por lo menos, hasta el momento nadie se la ha inventado. Hay que pensar en una estructura elástica y muy resistente.
Pero es necesario, además, pasar de la entelequia a la acción. ¿Acción sobre quien? Sobre mas de 50.000 médicos que tiene Colombia y sobre Colombia en general.
Nada es mas catalizador para el desarrollo de procesos de construcción orgánica que la realización mancomunada de actividades, convocada por criterios que identifiquen a diversas instituciones médicas. Ni lo es menos el buscar en las necesidades del acontecer diario de la vida de la salud del país propuestas que cada individuo sienta como propias y lo muevan a sentirse parte del proceso y, por lo tanto, a actuar en él y por él.
Es necesario dejar a un lado la creencia de que cada organización médica es la única y verdadera poseedora de la razón. No sirven la mirada displicente y discriminatoria ni el oportunismo.
La etapa actual exige que cada organización desarrolle al máximo sus fortalezas y proponga:
De acuerdo con ellas, acciones que aglutinen a todos los médicos sobre la base de interpretar sus necesidades para avanzar en acción conjunta por objetivos puntuales, de largo o corto plazo.
Ese trabajo juntos podría permitir las posibilidades de articulación orgánica. Es probable que, si hay verdadera voluntad política y compromiso serio vayamos construyendo una nueva organización, representativa de todos y que permita avanzar en el proceso de unidad.
CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO