Trastornos del Comportamiento Alimentario en Deportistas Practicantes de Karate-Do
Ángel Luis Alberto, Garcia Jenny, Vasquez R. Rafael, Martinez Luz Marina, Chavarro Katerine
Resumen
Objetivos: determinar la frecuencia de trastornos del comportamiento alimentario (TCA) en practicantes de karate-do y establecer su relación con ansiedad y depresión.
Métodos: los sujetos fueron evaluados mediante encuestas para tamizaje para TCA (ECA), depresión y ansiedad (Zung). Las cuales fueron repetidas y validadas por entrevista según el DSM-IIIR.
Resultados: participaron 21 mujeres y 37 hombres, de 22,7±5,3 años. La ECA fue positiva en 14 mujeres y 7 hombres. Se diagnosticaron 15 casos de TCA en la entrevista con predominio de las mujeres (p<0,02) y asociación con sobrepeso (p<0,001). La ECA tuvo una sensibilidad de 93% y especificidad de 84%. Los Zung fueron compatibles con depresión en 22,4% y ansiedad en 17% y hubo asociación con los TCA (p<0,001 y p<0,005, respectivamente).
Conclusiones: 1) La frecuencia de TCA es alta entre los practicantes de karate do, especialmente entre las mujeres; 2) los TCA se asocian con trastornos de depresión y ansiedad.
Palabras claves: Anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, depresión, ansiedad, tamizaje, prevalencia, deportistas.
Introducción
Los trastornos del comportamiento alimentario (TCA) son entidades de importancia médico-social, que comprometen la salud y el destino de un gran número de adolescentes y mujeres jóvenes. Son trastornos mentales relacionados con la comida que comparten entre ellos una intensa preocupación por el peso, los alimentos y las alteraciones de la figura corporal (1). Se subdividen en anorexia nerviosa (AN), bulimia nerviosa (BN) y trastornos del comportamiento alimentario no especificados (TCA NOES).
La anorexia nerviosa consiste en un rechazo contundente a mantener el peso por encima del valor mínimo normal considerado para la edad y la talla, intenso temor a la obesidad. Alteraciones en la percepción de la figura corporal y, en las mujeres, amenorrea primaria o secundaria.
La bulimia nerviosa es un síndrome caracterizado por preocupación persistente por la silueta y el peso con episodios recurrentes e incontrolados de ingestión voraz de comida, seguidos por vómito autoinducido, uso de laxantes o diuréticos, dietas estrictas, y ayuno o ejercicio vigoroso para prevenir el aumento de peso. Para hacer el diagnóstico, se requiere un promedio mínimo de dos episodios de voracidad a la semana durante tres meses.
Los trastornos del comportamiento alimentario no especificados se diagnostican en un paciente cuando no se reunen la totalidad de los criterios para AN y BN. Se pueden observar varios ejemplos en mujeres que cumplen con todos los criterios para AN, excepto amenorrea, o en las que a pesar de la pérdida significativa de peso no están por debajo del ideal.
Es un diagnóstico válido para pacientes con todos los criterios de BN, excepto la frecuencia de ingestión voraz y de mecanismos compensadores. Igualmente lo es cuando el paciente padece de ingestión voraz sin mecanismo compensador.
De acuerdo con estudios realizados en países industrializados:
En los últimos 50 años ha aumentado la frecuencia de TCA (2-8). Se ha estimado una incidencia de AN de 8,1 por 100.000 personas/año, y de 11,4 por 100.000 personas/año para BN (2, 9). La prevalencia varía dependiendo de las características de la muestra y de los criterios diagnósticos utilizados. Reportándose una prevalencia de 0,28% al 1% para AN (2, 10) y de 1 a 19% para BN (2, 4-10). Entre adolescentes, considerado un grupo de alto riesgo, la prevalencia combinada para TCA (AN, BN y obesidad) es de 25% (10).
Estos trastornos tienden a ocurrir más frecuentemente en adolescentes y adultos jóvenes de sexo femenino (10-11) -la razón hombre:mujer es de 1:10 a 1:20-. Especialmente en aquéllas con ocupaciones que exigen un estricto control de peso como el modelaje y el ballet. Los hombres que por sus profesiones tienen preocupación por el control de peso, como luchadores y jockeys, también pueden desarrollarlos (9). Se dice que la alta prevalencia en mujeres es función de los ideales socioculturales que las presionan para ser delgadas y así ser consideradas atractivas (9, 10, 12-13). Pero éstos no parecen ser una condición necesaria para el desarrollo del trastorno (14).
Otro factor de riesgo descrito es pertenecer a la clase socioeconómica media-alta y alta (2, 4-7), aunque se han observado en todas las clases sociales (9). De igual manera, se consideraban propios de la raza blanca en estudios cuyas metodologías son criticables. Además, los TCA se han relacionado con otras entidades psiquiátricas tales como trastornos afectivos (6, 9-10), trastornos obsesivo-compulsivos (6, 7), adicciones (15-16), impulsividad (5-7, 17) y ansiedad (9).
En nuestro medio, el diagnóstico clínico de los TCA es muy escaso.
Grupos aislados han trabajado sobre estos tópicos, observando que la forma de presentación, la edad y el compromiso del estado general. Corresponden a las descripciones hechas por los autores de otras latitudes. De tal manera, los TCA no son exclusivos de los países desarrollados y han dejado de ser una rareza médica y clínica.
Sin embargo, las publicaciones realizadas en Colombia son muy escasas, lo que hace imposible conocer la verdadera magnitud del problema y establecer programas de salud que tiendan a su prevención y tratamiento.
Se hace, por tanto, necesaria la realización de estudios para conocer la frecuencia de los TCA de la población en riesgo que nos permitan aproximarnos no sólo a la magnitud del problema sino a sus características sociodemográficas. Su relación con otras entidades (ansiedad y depresión) y proponer planes específicos de acción.
Como una primera aproximación epidemiológica en Colombia, tomamos un grupo de alto riesgo: jóvenes, universitarios y deportistas. Que entrenaban karate-do en el Club Deportivo de la Universidad Nacional de Colombia.
Con los objetivos de determinar la frecuencia de casos de TCA en general y de cada uno de los trastornos (BN, AN y TCA no especificado) y establecer la relación de los TCA con los estados de ansiedad y depresión en esta población.
(Lea También: Análisis Estadístico del Comportamiento Alimentario en Deportistas)
Sujetos y Métodos
Se trata de un estudio observacional, descriptivo y transversal. Se tomó como población de estudio a las personas que entrenaban karate-do en el Club Deportivo de la Universidad Nacional de Colombia, sede Santa Fe de Bogotá.
Incluyeron todos los sujetos que aceptaron participar en el estudio, correspondiendo al 82% del total de personas mayores de 15 años que entrenaban de forma regular durante el primer semestre de 1994. Cada sujeto fue evaluado en dos oportunidades con un intervalo de tres meses. En la primera fase, mediante encuestas evaluadoras, y en la segunda, se aplicaron nuevamente las encuestas que fueron validadas mediante entrevista semiestructurada. Y además, una valoración nutricional completa.
Las encuestas fueron las siguientes:
1. La encuesta sobre comportamiento alimentario (ECA):
Es un cuestionario elaborado por uno de los investigadores de este trabajo (L.A. Angel) que incluye aspectos como actitudes hacia la alimentación, peso corporal, hábitos alimentarios, pensamientos y conceptos sobre su imagen corporal, aspectos volitivos y sociales de la alimentación, realización de dietas y consumo de medicamentos.
Suele ser llenado por el sujeto en un período corto de 10 a 20 minutos y consta de 32 preguntas, 28 de ellas en forma de selección múltiple con cuatro posibles respuestas.
Las opciones de respuestas en su mayoría son excluyentes de las restantes. Pero se deja la opción de responder a más de una si se considera necesario. Las probables respuestas tienen un orden que va desde la normalidad o pauta de comportamiento más común hasta opciones que suelen apartarse del esquema de la población general.
El orden es variable y aleatorio en las diferentes preguntas, es decir, en algunas la primera opción es la más frecuente y en otras la menos frecuente o probablemente la anormal. La puntuación para las respuestas a cada pregunta va de cero a tres puntos, considerándose a las dos primeras como las variantes más frecuentes. Evaluadas como cero y un punto, y las dos últimas como menos frecuentes con dos y tres puntos.
La máxima puntuación posible es de 91 puntos y la mínima es de cero. En caso de responder dos opciones en alguna pregunta, se aceptará la de mayor puntuación y en caso de no responder o marcar alguna pregunta, se acepta como cero puntos.
Su utilidad ha sido demostrada en pacientes con diagnóstico definitivo de TCA y cuya puntuación por regla general sobrepasa los 22 puntos.
La información así obtenida es confiable y reproducible mediante entrevista personal (18). Muy frecuentemente informa aspectos que previamente han sido ocultados voluntaria o involuntariamente y sirven de punto de partida para el enfoque diagnóstico y terapéutico.
2. Los cuestionarios de Zung para ansiedad y depresión
Son instrumentos de evaluación por autorreporte, utilizados para medir ansiedad y depresión usando sus criterios diagnósticos.
Cada uno consta de 20 ítems con un valor de 1 a 4 puntos, su suma es dividida por 80 y multiplicada por 100 dando como resultado la puntuación en la escala. El cual se considera positivo por encima de 50 puntos. Tienen altos valores de sensibilidad y especificidad (19-20).
Se realizó una entrevista semiestructurada para el diagnóstico de los TCA en la cual se registraron la presencia o no de los criterios diagnósticos y los factores relacionados con su génesis y características clínicas.
La evaluación nutricional se efectuó de la manera estándar (21). La información se recolectó en formularios diseñados previamente.
Autores:
LUIS ALBERTO ANGEL. Profesor Titular, Unidad de Gastroenterología, Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia; Jefe, Departamento de Nutrición, Fundación Cardioinfantil-Instituto de Cardiología.
JENNY GARCIA. Psiquiatra, División de Investigación en Genética, Departamento de Psiquiatría, Universidad de Antioquia.
RAFAEL VASQUEZ R. Profesor Asociado, Unidad de Psiquiatría de Niños y Adolescentes, Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia.
LUZ MARINA MARTINEZ. Psiquiatra. Hospital San Rafael, Beneficencia de Cundinamarca, Fusagasugá.
KATERINE CHAVARRO. Psiquiatra, Hospital Mental de Risaralda.
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