Editorial: La Bioética en la Formación del Profesional de Enfermería

Visión para Latinoamérica*

Sonia Echeverri de Pimiento, Enf., CNSN
Magíster en Bioética. Editora de Actualizaciones en Enfermería.
Magistrada (presidente) del Tribunal Departamental Ético de Enfermería de Cundinamarca y Bogotá, D.C.
soporte.metabolico@fsfb.org.co

Los avances de la ciencia, la tecnología, los tratamientos farmacéuticos han desbordado la ética.

La brecha entre los que piensan que los valores humanos y la legislación son los únicos que pueden regular, de alguna manera, el avance de la ciencia, y los que están convencidos de que la evolución de la humanidad, la biotecnología y la ciencia deben permitirse y apoyarse sin restricciones, pensando en la grandeza de la raza humana, en el poder de la mente sobre la estructura y los procesos biológicos, en la supremacía de la inteligencia sobre la moral, en un sentido netamente antropocéntrico, sin lugar a dudas se ha ido profundizando cada vez más y con más fuerza.

Estos grandes avances han producido, por un lado perplejidad, admiración, pero también temor ante la tiranía, ingobernabilidad y el dominio de unos pocos, de los científicos; y por otro el dilema de aceptar y apoyar estos avances y la presión de creencias religiosas y fanatismos que pretenden hacer que la biotecnología se perciba como el avance del imperio del mal, de la pérdida de valores y del irrespeto a la dignidad humana.

Lo que hace la bioética, término acuñado por Potter, es tender un puente entre las dos el bios y el ethos.(1)

Pero, ¿afecta esta situación el quehacer de la enfermera? Yo diría que sí, sin duda la enfermera se enfrenta a esta difícil situación toda vez que ella forma parte del equipo científico de salud, participa activamente en investigación, en la clínica, brindando cuidado directo al paciente, en la docencia, en la definición de políticas gubernamentales y en la aplicación de códigos disciplinarios, entre otros.

La bioética se ha erigido, entonces, como la posibilidad de velar porque estos grandes e importantes avances se asuman con responsabilidad y respeto por el otro, no sólo por el otro entendido en términos de ser humano, si no el respeto por la vida misma, buscando y aportando soluciones moralmente admisibles y jurídicamente enmarcadas, como es el caso de la ONU y la UNESCO, que buscan llegar a consensos que permitan el avance regulado de la ciencia, su compromiso con la humanidad, toda forma de vida, el medio ambiente, la biosfera, como también la responsabilidad de los países desarrollados hacia los países en vía de desarrollo.

Valores morales y principios éticos han normado, a través del tiempo, el actuar del personal de salud y la relación con el paciente desde la ética nicomaquea. Pero, ¿es lo que la sociedad espera de nosotros? ¿Por qué es necesario enseñar la Bioética?, ¿Cómo se aprende la Bioética? La medicina y la enfermería en su afán de estudiar el hombre, su complejidad, los avances de la ciencia, y las tendencias económicas ha dejado de lado el estudio y enriquecimiento de su espiritualidad. Ha subestimado el estudio de las humanidades produciendo en la mayoría de los casos, la pérdida de sensibilidad por la situación del paciente y de la comunidad.(1-4)

Si nos limitamos al estudiante de enfermería y teniendo en cuenta el poco interés que muestran los estudiantes de enfermería por la ética, enseñada en forma tradicional, es válido proponer que la Bioética se aprenda pensándola desde la educación contemporánea, como una herramienta que le permita al enfermero(a) adquirir desde los primerosaños de la carrera profesional una sensibilidad especial por lo que pasa no sólo en su entorno cercano, si no con una visión de un mundo amplio donde la pluralidad y la diversidad sean un referente.(3-4)

Si bien es cierto que es importante que la formación de la enfermera contemple aspectos científicos, clínicos, biotecnológicos, de investigación, administrativos y de gerencia, es fundamental para la supervivencia de la profesión de enfermería, que se trabaje y se enfatice en la construcción de una conciencia moral, en la bioética, los problemas sociales, la convivencia, la solidaridad, los principios y valores, no sólo a través de la teoría sino de modelos entregados en ese currículo no visible que tanta relevancia tiene a la hora de formar colegas y al que tan poca importancia damos…(5-8)
Es importante que la estudiante de enfermería reciba toda la información y enseñanza que le permita elaborar en su imaginario un concepto amplio, universal y libre de prejuicios de los dilemas éticos que va a enfrentar en el curso de su vida estudiantil y en el desarrollo de su profesión, bien sea que se desempeñe en investigación, docencia, asistencia, gerencia, mercadeo, etc., lugares y situaciones comunes en toda la América Latina. La enfermera latinoamericana debe sensibilizarse ante la pobreza, el hambre, la injusticia, la violencia, la corrupción, pero sobre todo ante la inequidad, el dolor y el sufri miento de los menos favorecidos. Debe convertirse en la defensora de los derechos del enfermo.

Por formar parte de equipos multidisciplinarios, inter y transdisciplinarios es necesario que la enfermera tenga presente que a pesar de que es una profesional que colabora estrechamente con el médico, tiene sus propias competencias por las que debe responder y una deon tología que debe cumplir. La enfermera debe saber que la responsabilidad personal no se diluye en la del médico y sus actos no pueden ampararse en la delegación o en la orden médica.(5,7,8)

Por lo general, la enfermera se enfrenta en forma per manente a dilemas éticos relacionados con la anticon cepción y regulación natural de la fertilidad, el aborto, la reproducción asistida, los dilemas de la vejez, el dolor y la muerte, los cuidados paliativos, la eutanasia y derecho a morir dignamente, la distribución de recursos, de fender la autonomía, investigación, la relación enfermerapaciente, el consentimiento informado, el secreto pro fesional, la verdad ante el enfermo, la responsabilidad frente a otros profesionales y pacientes, y la humanización del cuidado, cada uno de ellos pueden comprometer y poner en riesgo el actuar de la enfermera.

Por esto, la profesión de enfermería debe luchar por tener su legislación tanto de la profesión, como una Ley que le garantice que sean sus pares los que la juzguen en un momento dado.

La Ley 266 de 1996 reglamenta la profesión de enfermería en Colombia y la Ley 911 de 2004, “por el cual se dictan disposiciones en materia de responsabilidad deontológica para el ejercicio de la profesión de enfermería en Colombia; se establece el régimen disciplinario correspondiente y se dictan otras disposiciones”. En esta ley se encuentran definidos los principios y valores éticos y el acto de cuidado de Enfermería, así como las condiciones para el ejercicio de la enfermería, las responsabilidades del profesional de enfermería con los sujetos de cuidado, con sus colegas y otros miembros del equipo de salud, con las instituciones y la sociedad, con la investigación y do cencia, con los registros de enfermería, y el funcionamiento y organización de los tribunales de ética de enfermería.( 7,8)

Pero también permite que en una situación de riesgo o ante un dilema ético pueda hacer uso de la objeción de conciencia que es un acto individual, privado, no vio lento, de fidelidad a unos principios morales del fuero interno, no pretende el cambio ni la modificación de la ley, aquí no cabe la actuación colectiva, ni el actuar en nombre de un tercero, salvo que sea a través de un repre sentante legal. Protege la autonomía de la persona, la libertad de actuar frente a sus convicciones más íntimas. (7,8)

Por último, considero pertinente proponer a las facultades de enfermería hacer un esfuerzo mancomunado para establecer programas que integren efectivamente las humanidades con los otros aspectos biotecnológicos y definir estrategias de seguimiento a los profesionales de enfermería que egresan de sus claustros. Es loable el esfuerzo que hace en nuestro país la Asociación Colom biana de Facultades de Enfermería, Acofaen, a través de su comité de Bioética para fijar pautas y realizar estudios encaminados a valorar en forma integral el quehacer de la enfermera.

Referencias Bibliografícas

1. Beuchamp TL y Childress JE. Principios de ética biomédica. Barcelona: Masson, S.A. 1999.
2. Aristóteles. Ética Nicomaquea. México: Editores Mexicanos Unidos, S.A. 2ª. Edición: 2000.
3. Gracia D. Fundamentación y enseñanza de la bioética. Ética y Vida. Estudios de Bioética 1. Bogotá: Editorial El Búho. 2000.
4. Echeverri de Pimiento S. La medicina como institución: entre la voracidad y el suicidio. Bogotá: Editorial Kimpres, S.A., 2004.
5. Polaino-Lorente A. En: Manual de Ética y Legislación en Enfermería. Pastor García & León Correa. España: Mosby/Doyma, 1997.
6. Cortina A. El mundo de los valores. “Ética Mínima y educación. Bogotá: Editorial El Búho. 2000.
7. Ley 266 de 1996. República de Colombia.
8. Ley 911 de 2004. República de Colombia. * Apartes de la conferencia dictada en el marco del XV Aniversario del Posgrado de Medicina Crítica y XVI Aniversario del Curso de Adiestramiento en Cuidados Intensivos para Enfermería del Hospital de Clínicas Caracas. “Hacia una nueva visión en medicina critica, uniendo la ciencia con el ser humano”, Caracas, Venezuela del 23 al 26 de Noviembre de 2004.

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