Editorial: Lo que los Niños y los Adolescentes Esperan de sus Padres

What Children and Adolecents Expect from their Parents

Sonia Mejía Galvis*

En el desarrollo de la Psicología, y en particular de la Psicología Social, se reconoce que el comportamiento humano no puede ser comprendido o apreciado si se separa del contexto en el que ocurre. Así pues la situación o contexto en el que el individuo actúa o se desarrolla puede en determinados momentos adquirir una importancia crítica.

Urie Bronfenbrenner,(1) subraya la importancia del contexto social en el desarrollo humano y en particular en las relaciones de los padres y los hijos, las cuales en buena parte dependen del contexto en el que la familia vive, pues de una manera especial las conexiones duraderas de los padres con otros fuera del hogar, las normas de cuidado y el lugar donde se halla la familia tendrá una influencia a lo largo del ciclo vital.

De acuerdo con Garbarino(2) la familia es un sistema social inmerso en el entorno social más amplio del vecindario y la comunidad.

La familia se considera un conjunto de individuos en interacción, involucrados en un proceso de autodefinición e interpretación de la realidad que los rodea.

Cuando los miembros de la familia se comunican entre sí, su conducta transmite la percepción que cada miembro tiene de sí mismo y más importante, comunica la percepción que tienen de cada uno de los miembros de la familia.

El comportamiento está influenciado por las percepciones que la persona tiene de sí mismo y de los otros así como de los patrones tanto de crianza como de comunicación, previamente adquiridos y reforzados en la vivencia.

Las familias hoy y las relaciones entre padres e hijos están marcadas por muchas influencias: las vividas personalmente por padres, los patrones de crianza aprendidos, los medios de comunicación, y las leyes del trabajo que hacen que cada día los niños y niñas estén más tiempo solos que en compañía de sus padres.

La retroalimentación proporciona a los padres información acerca de la adecuación de las prácticas educativas que emplean, y desempeña un papel crucial en la formación de valores, expectativas y actitudes en y hacia la infancia y la adolescencia.

Según esta concepción, las relaciones entre padres e hijos están marcadas por las características personales de los niños y la percepción que los padres tienen de ellos; las características personales de los padres y la percepción que los hijos tienen de sus padres y por las conductas de los niños y las manifestaciones de su identidad.

Así pues, las interacciones tienen lugar en un clima del sistema familiar, que a su vez está inmerso en el contexto del entorno ambiental más amplio.

Cuando las condiciones son normales existirá equilibrio y por el contrario, cuando se dan cambios en el exterior de la familia, combinados con cambios en el interior de la misma, pueden aparecer conflictos y violencia.

Realizamos varios procesos de investigación, en un trabajo de grupo focal con padres y niños, y las respuestas nos permitieron obtener los siguientes resultados:

A la pregunta ¿cómo te tratan tus padres? La respuesta en un porcentaje muy alto (87%) fue muy bien.

Sin embargo, se observó que los gritos y castigos se producen con frecuencia. A ese tipo de tratos 60% de los niños dicen que sienten rabia y que se sienten humillados.

Pero curiosamente varios niños dijeron no importarles “porque eso pasa por todo” así que no les hacen caso y “ya no nos importa”.

La investigación (3) se realizó aplicando en grupo focal a los niños y a los padres una encuesta para saber cómo los trataban sus padres, esto nos permitió confirmar que algunos patrones se repiten en la siguiente generación.

Pero los padres manifiestan su necesidad de actuar diferente y de buscar ayuda porque los niños hoy piensan distinto a ellos.

Esto permitió definir 40 comportamientos (3) de los padres que los niños perciben como formas no adecuadas de educar o de criar, pero que algunos de ellos las aceptan como necesarios y que los adultos consideran que pasan de una generación a otra, aunque pueden modificarse y la generación más joven siempre está pensando que sus padres están equivocados.

A pesar de que no son considerados maltrato, manifiestan que sería diferente si los trataran de otra forma.

  1. Decirles malas palabras (groserías)(1)
  2. Regañar por todo
  3. No hacerles caso
  4. No contarles lo que van a hacer
  5. No tener en cuenta ni sus gustos ni sus deseos
  6. Prohibirles tener amigos y llevarlos a casa
  7. Burlarse de ellos y ponerles apodos
  8. Gritar por todo, especialmente si están de mal genio
  9. Pegarles sin razón e injustamente
  10. Olvidarse de lo que les piden o dicen
  11. Pelear, amenazar, gritar, y a veces pegar, a la hora de las comidas
  12. No contestar las preguntas que les hacen
  13. No felicitar cuando lo merecen
  14. No decir que los quieren o decirlo en público delante de los amigos cuando ya son “grandes”
  15. Criticarlos por todo
  16. Echarles la culpa de todo lo que pasa en la familia
  17. Avergonzarse de ellos
  18. Decirle que los desesperan
  19. Asustarlos y amenazarlos
  20. No ayudar cuando lo necesitan
  21. Compararlos con otros y decir que son mejores que ellos (especialmente los hermanos y los primos)
  22. Dejarlos solos sin explicaciones
  23. No permitirles llorar ni expresar sus sentimientos
  24. No tomarlos en cuenta en los planes de la familia
  25. Prohibirles jugar o imponerles el deporte que a ellos les gusta
  26. No ayudarles en las tareas del colegio o querer hacerla por ellos
  27. Amenazar con el “rejo” o la correa
  28. No creer lo que ellos dicen
  29. No darles las gracias cuando hacen algo en casa o ayudan a otros
  30. No tener con ellos trato cordial y amable: pedir por favor, dar las gracias, contestar el saludo
  31. Tomar decisiones por ellos
  32. Decirles que se vayan de la casa
  33. Amenazarlos con irse de la casa
  34. No escucharlos cuando quieren contar algo
  35. Solo escucharlos cuando molestan
  36. No preocuparse porque sean felices
  37. Hacer sentir que los padres se sacrifican por ellos
  38. No saber cómo piensan
  39. No resolver sus dudas y preguntas
  40. Obligarlos a ir con toda la familia cuando ellos tienen un programa con sus amigos.

Si los mayores examinamos este listado tenemos una tarea muy importante que cumplir para no caer en los mismos errores generación, tras generación, y decirnos que lo que pasa es que ahora los niños, niñas y jóvenes son insoportables.

En resumen, después de una encuesta(4) a más de 400 niños, niñas y adolescentes que han escuchado de sus padres y maestros lo que esperan de ellos: que estudien, aprovechen el tiempo, sean obedientes, no tengan malas compañías, etc., ellos nos dijeron lo qué esperan de sus padres.

  • Comprensión: ellos saben que los padres trabajan, pero ellos también, y aunque no lo parezca se cansan, cometen errores porque no son perfectos, les gustan otras cosas diferentes a las que les gustan a los padres y maestros: son diferentes a ellos.
  • Respeto, quieren que se respeten sus decisiones y sus preferencias. Que haya respeto de su privacidad, tener el derecho a tener secretos y a compartir con sus padres sus opiniones. Aunque sus sueños no son siempre los mismos de los padres, ellos quieren cumplirlos.
  • Apoyo, necesitan apoyo para cumplir sus metas, la presencia y compañía para escoger lo mejor para sus vidas, es muy importante.
  • Quieren ser escuchados, en sus inquietudes, dudas y temores, en sus problemas sentimientos, éxitos y fracasos. Nada de lo que ellos dicen es insignificante.
  • Pero necesitan, así lo expresan: orientación, guía y control. Reconocen la experiencia de los padres, por eso esperan que les ayuden siempre a encontrar el camino correcto.

Piden a sus mayores: buen ejemplo y paciencia, el cumplimientode las promesas, y menos premios y más afecto.

Que los controlen sin regaños y golpes y que no les permitan ser caprichosos. Mucho nos enseñan estos niños !!! Recordemos que ellos para crecer sanos y felices necesitan raíces y alas para volar.

Referencias bibliográficas

  1. Bronfenbrenner U. Work and family through time and space. En: Hayes and Kamerman. Los Angeles. 1983.
  2. Garbarino J. Child abuse, why? Currents in modern throught. London. 1990. p. 543-53.
  3. Mejía de Camargo S. Patrones de crianza para el buen trato a la niñez. Vonvenio del Buen Trato. Fundación Restrepo Barco.1999. 4. Mejía de Camargo S. Investigación sobre relaciones familiares. (sin publicar) 2010.

Sonia Mejía Galvis
Psicóloga, Pontificia Universidad Javeriana
Correspondencia: soniameja@yahoo.com
Recibido: septiembre de 2011
Aceptado para publicación: octubre de 2011
Actual. Enferm. 2011;14(1):6-7

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