Una Aproximación a la Ciencia y al Arte: El Sueño un Fenómeno Biológico Inspirador del Arte
The Dream Of Biological Phenomena Inspiring Art
Rafael Vargas *, Andrés Camargo Sánchez*
Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (UDCA)
Uno de los ritmos biológicos de mayor interés es el denominado sueño/vigilia, y de este el sueño ha acaparado la atención, ha causado curiosidad y desatado infinidad de interpretaciones y estudios, de igual forma muchos artistas han plasmado en sus obras su visión personal de lo que es este fenómeno, algunas veces de manera consciente y otras de manera casual.
Aunque el sueño es un fenómeno evidente, conocido y se ha estudiado intensivamente en las últimas décadas, sigue siendo un misterio para el hombre y sigue envuelto en conjeturas, mitos y misterios.(1)
El sueño es un fenómeno común, necesario e inevitable a todos los seres humanos y desde la visión cristiana es un regalo de Dios para mitigar las desgracias, angustias y tragedias del hombre como se lee en el libro de salmos en la Biblia: “En vano será levantaros antes de amanecer; levantaos después de haber descansado, y acudid al Señor los que coméis pan de lágrimas.
Mientras concede Dios el sueño y el reposo a sus amados.”; una idea similar la expresa Pedro Calderón de la Barca cuando escribió: “Y vosotras ideas que en fantásticos cuerpos representáis como en retratos en vivo ansias y gozos a sentidos muertos, ved que Dios conmovido de una virtud al ruego, en términos nos manda que las ruinas que el sueño destruyó, restaure el sueño”.
Dentro de la mitología griega Morfeo:
Considerado el dios del sueño, era hijo de Hipnos (dios del sueño) y de Nix (diosa de la noche), es de resaltar también que era hermano de Tánatos (dios de la muerte) y tenía la misión de recrear sueños con figuras, tal vez para que el hombre dejara de pensar en la tragedia de la muerte o porque el dormir era asumido como una pequeña muerte y la muerte como un gran sueño de allí surge la frase para cuando se tiene sueño “caer en los brazos de Morfeo”.
El hombre duerme en promedio un tercio de la vida. Es un momento de vulnerabilidad y peligro porque en este estado, no se es capaz de buscar alimento o refugio y se tiene una menor capacidad para defenderse; lo cual se describe como un estado regular, recurrente, y fácilmente reversible (figura 1). Se ha documentado la asociación entre de privación de sueño y cambios en el comportamiento emocional, la personalidad y la psicopatología.
Se ha demostrado que la privación del sueño es útil para aliviar los síntomas de la depresión, desencadenante de episodios de manía y estados temporales de esquizofrenia paranoide.
Además, tanto la privación del sueño y como su fragmentación, afectan negativamente el estado de ánimo, como el vigor y la fatiga(2) tal vez situación vivida por Don Quijote como lo escribe Cervantes en las páginas iniciales de su libro “él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el seso, de manera que vino a perder el juicio…”
También se caracteriza por la relativa tranquilidad y una gran disminución en el umbral de respuesta a los estímulos externos,(3,4):
La vulnerabilidad a la que el hombre a través de la historia siempre ha causado angustia, como se describió en la Biblia “Por tanto el Señor Dios hizo caer sobre Adán un profundo sueño y mientras estaba dormido le quitó una de sus costillas y llenó de carne aquel vacío.
Y de la costilla aquella que había sacado de Adán formó el Señor Dios una mujer: la cual puso delante de Adán.”
(Génesis 2,21-22), también se observa en el libro de Jueces el caso de Sansón y Dalila, que cuando éste dormía ella le cortó sus cabellos, los que le daban el poder de su extraordinaria fuerza (figura 2), y en el libro de Samuel con las historia de David y Saúl, en la que el primero encuentra al segundo dormido, pero respeta su vida y sólo toma su agua y su lanza.(1)
El sueño puede adquirir un tono moral por ser un momento de intimidad; esto puede obedecer a la indefensión que se presenta al no poder interactuar con el medio.
El nobel de literatura Gabriel García Márquez expresa en un fragmento de su último libro “Memoria de mis putas tristes” los sentimientos inmersos al contemplar a alguien mientras duerme: “Aquella noche descubrí el placer inverosímil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor”.
Las alteraciones en el sueño también son un fenómeno que aparece en el arte, como es la parálisis de sueño donde la persona queda inmóvil, siente miedo, ansiedad, desesperación y opresión en el pecho, como si tuviera a alguien encima; le cuesta trabajo respirar, sufre taquicardia y puede experimentar alucinaciones auditivas, visuales, táctiles y olfativas.
Es una alteración en el sueño generalmente desconocida para la población:
Aunque se estima que ocurre por lo menos una vez en la vida en el 40%-50% de los sujetos normales,( 5) puede estar asociada a factores desencadenantes, como hábitos irregulares de sueño, estrés psicológico, privación de sueño o la posición al dormir.(6)
Este fenómeno no es nuevo y hasta ha merecido ser plasmado en el arte como lo hizo Henry Fuseli, 1781 en su pintura “La pesadilla” (figura 3) donde plasma un espíritu que en la mitología Nórdica se decía que atormentaba y sofocaba a traviesas, con una morbosa opresión en el pecho durante la noche.(7)
Otros trastornos del sueño como pesadillas, hablar dormido, insomnio, ronquidos fuertes y perturbadores, y sonambulismo son tan frecuentes que forman parte del conocimiento común para gran parte de la población en general en el mundo industrializado.
Este conocimiento también se ha ejemplificado en películas, programas de televisión, la literatura y los cómics en los que los personajes representados sufren de algún tipo de problema de sueño.
En estas situaciones, el autor o el guionista a menudo introducen una alteración del sueño como elemento cómico y/o para despertar la curiosidad del lector o espectador de cine, con la excepción de las pesadillas que a menudo se presentan como elementos de terror o suspenso, Cervantes, Shakespeare y Dickens no fueron ajenos a que sus personajes pudieran ser afectados por un trastorno del sueño.
En la primera parte de Don Quijote (1605), el mismo Don Quijote tuvo un episodio de sueño tipo REM (sueño con movimientos oculares rápidos), cuando soñó que estaba luchando contra un gigante a quien apuñaló con su espada, aunque en la realidad Don Quijote, dormido, atacaba y rasgabacueros de vino en una posada, lo que resultó en el derrame de una cantidad considerable de vino, para consternación del ventero.
Shakespeare en Macbeth describe personajes afectados por insomnio y sueños intensos, mientras que Dickens en una de sus novelas:
“Los papeles póstumos del Club Pickwick”, describe el caso de un joven llamado Joe quien padecía obesidad mórbida y presentaba episodios de apnea obstructiva del sueño e hipersomnia.
Otra caracterización más reciente de esta entidad clínica se ve en el cine; en la película Star Wars Episodio I La Amenaza Fantasma (1999), de George Lucas, en una escena, cuando Anakin Skywalker tiene 9 años y participa en una carrera en el planeta Tatooine.
A pesar de lo intenso y emocionante de la carrera que mantiene al espectador a la expectativa, un personaje obeso que personifica un Rey se queda dormido durante la carrera, cuando esta termina debe ser despertado por la fuerza con el fin de declarar el ganador.(8)
Por su parte Mario Benedetti, en su penúltimo libro Insomnios y Duermevelas, recrea las alteraciones del sueño en el anciano cuando escribe: “Reconozco que no soy un cliente asiduo del insomnio, pero cuando este me alcanza, la noche se convierte en una incómoda mazmorra.
Los ruidos de la calle (bocinas, frenadas, breves tiroteos, cantos de borrachos, truenos, tamboriles) invaden mi habitación sin el menor escrúpulo.
Cuando el alboroto proviene del propio edificio (taladros eléctricos, rock and roll, jadeos amatorios) cierro los ojos pero los oídos permanecen abiertos y aquella baraúnda me eriza los pelos o me dispersa los arrepentimientos”.
Otro fenómeno inmerso en el dormir son los sueños, en todas las culturas y su expresiones artísticas ha sido instituido el uso social de los sueños, haciendo de esta experiencia individual una forma de comunicación no solo con el “otro mundo” sino también entre seres humanos.
El contenido de los sueños y su interpretación traducen a menudo la posición cultural y social del soñador y donde la sociedad filtra los sueños y los ordena dándoles un significado para ser interpretados.
Muchas culturas establecen una dependencia e incluso suponen una continuidad entre la vida nocturna y las actividades diurnas,(9):
Llevando a percibir y conceptualizar las continuidades, en lugar de discontinuidades, entre la vigilia y el sueño, mismo donde los sueños son algunas veces representaciones de hechos traumáticos o estresantes.(10)
Para algunas culturas o religiones los sueños o las pesadillas son la representación de mensajes premonitorios y prescriptivos, un ejemplo es en la biblia donde Dios habla a través de los sueños.
En el Antiguo Testamento se hacen múltiples referencias a los sueños y su interpretación; por ejemplo, los sueños del faraón (el más conocido es el de las siete vacas gordas y las siete vacas flacas que José interpreta como siete años de abundancia seguidos de siete años de escasez), los sueños de Nabucodonosor, descifrados por Daniel, el sueño de Abraham, en que Dios le comunica lo que ocurrirá con sus descendientes hasta la cuarta generación, los de David, los de Jacob (el más famoso es el de la escalera).
Los de Labán, el de Salomón, el de Judas Macabeo, en fin, en la tradición judeocristiana(11) y en el Nuevo Testamento en el evangelio de San Mateo en la huida de Egipto donde se observa el poder de los sueños que experimento San José “Mientras reflexionaba sobre esto, he aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor…” “Al despertar José de su sueño hizo como el ángel del Señor le había mandado, recibiendo a su esposa, la cual, sin que él la conociese, dio a luz un hijo y le puso por nombre Jesús.”
Y cuando peligraba la vida de Jesús “Después que ellos se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga” y también a los reyes magos cuando a través de revelaciones en sueños fueron avisados para que no volvieran a donde Herodes y regresaran a su tierra por otro camino para garantizar la supervivencia de Mesías (figura 4).
En la obra literaria La Odisea vemos como: “Penélope estaba sin comer y beber pensando en si su intachable hijo Telémaco escaparía de la persecución de los pretendientes. Más sobrevino el dulce sueño y entonces Atenea le envió un mensaje a través de un fantasma “oscuro” en forma de mujer similar a su hermana Iftima.
El fantasma le dijo en su sueño: “¿Duermes Penélope con el corazón afligido? Los dioses que viven felizmente no te permiten llorar ni angustiarte pues tu hijo aun ha de volver ya que en nada pecó contra las deidades”, le agregó que estaba protegido por Palas Atenea quien le enviaba para avisarla.
Posteriormente, Penélope despierta y se le alegró el corazón porque había tenido tan claro sueño en la oscuridad de la noche”. (1) El realismo mágico de Gabriel García Márquez también muestra el poder misterioso y premonitorio de los sueños en su cuento ojos de perro azul cuando la protagonista dice: ”Siempre sueño con un hombre que me dice: -Ojos de perro azul-. Y dijo que el vendedor la había mirado a los ojos y le dijo: -En realidad, señorita, usted tiene los ojos así-. Y ella le dijo: -Necesito encontrar al hombre que me dijo en sueños eso mismo-.
En este mismo cuento el protagonista responde:
“Mañana te reconoceré por eso -dije-. Te reconoceré cuando vea en la calle una mujer que escriba en las paredes: Ojos de perro azul” y donde los protagonista concluyen diciendo: “Fue en ese sueño en el que le pregunté por primera vez: -¿Quién es usted?-. Y ella me dijo: -No lo recuerdo-. Yo le dije: -Pero creo que nos hemos visto antes-. Y ella dijo, indiferente: -Creo que alguna vez soñé con usted, con este mismo cuarto-. Y yo le dije: -Eso es. Ya empiezo a recordarlo-. Y ella dijo: -Qué curioso. Es cierto que nos hemos encontrado en otros sueños-
El misterio de los sueños ha causado gran interés en los pintores de todas las épocas, lo que se ve reflejado en sus obras donde expresan sus visiones sobre el mundo onírico.
Un ejemplo es “El Sueño”, una de las pintura de Salvador Dali y es conocida la frase del pintor con respecto al tema de los sueños: “El acto de dormir es una especie de monstruo sostenido por las muletas de la realidad” (Figura 5).
De este mismo artista también es la pintura “Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada, un segundo antes de despertar” en donde se observa una visión fantástica y surrealista del mundo de los sueños (Figura 6).
Además existe una compleja interacción de los sueños y el cine:
Como se observa en la película “El mago de Oz (1939)” y Pesadilla en Elm Street (1984)” que ilustra cómo los sueños influyen en las películas, y las películas a los sueños,(12) como se evidencia en las películas de terror que cumplen su función de asustar y donde las pesadillas, miedo a dormirse, y otros problemas del sueño suelen comenzar, un claro ejemplo de esto se observa en Elm Street donde un personaje clásico Freddy Kruger muestra la vulnerabilidad del hombre en el sueño y a su vez puede influir en este, como le sucedió a una niña de 8 años de edad, que comenzó a tener sueños aterradores una noche después de ver esta película que alquiló su hermano de 16 años mientras la cuidaba.(13)
Las ideas desarrolladas a lo largo de este artículo muestran como los escritores, artistas, guionistas, pintores que de manera consciente o intuitiva desarrollan grandes y complejas ideas sobre ritmos biológicos específicamente sobre sueño-vigilia, inspirando y estimulando un creciente interés sobre conceptos que pueden ser aplicados para mejorar el cuidado de enfermería que brindamos día a día a nuestros pacientes.
En el cuadro más famoso de Dalí, La persistencia de la memoria, aparecen unos relojes que adquieren, como el mismo Dalí decía, la sensualidad cremosa del camembert (figura 7). Esta sensualidad es aplicable al caso del reloj biológico, que atrae a investigadores de todo el mundo y que lleva a los autores de este escrito a trabajar todos los días por conocer y comprender el bello mundo de la cronobiología iniciando por el tema del ciclo sueño-vigilia.
Nuestro objetivo final es divulgar esta área de las neurociencias y porque no, persuadir a muchos lectores a que el tema del sueño y los ritmos biológicos entre a formar parte de los conocimientos.
Como en el cuadro “la Revelación o El relojero” (figura 8), pintado en 1955, por Remedios Varo y donde ella dice:
“Aquí se trata del tiempo, por eso hay un relojero, pero por la ventana entra una –revelación–, y comprende de golpe muchísimas cosas…”;(14) aquí y ahora comprendemos muchos de los fenómenos fisiológicos, psicológicos y sociales que nos suceden a lo largo del día y que están regulados por nuestro reloj biológico, pero todavía hay un mundo por descubrir.
Conflictos de interés
Los autores declaran que el presente manuscrito no presenta conflictos de intereses
Referencias bibliográficas
- 1. Aquino J, Alonso C. Marco histórico y teórico de las funciones del sueño. Revista Habanera de Ciencias Médicas. 2006; 5(2):1-12.
- 2. Tartar JL, Ward CP, Cordeira JW, Legare SL, Blanchette AJ, McCarley RW, Strecker RE. Experimental sleep fragmentation and sleep deprivation in rats increases exploration in an open field test of anxiety while increasing plasma corticosterone levels. Behav Brain Res. 2009;11;197(2):450-453.
- 3. Hodgson LA. Why do we need sleep? Relating theory to nursing practice. J Adv Nurs. 1991;16(12):1503-1510.
- 4. Camara-Conde N, Carretero-Román J, García-Pozo A, Menéndez-Rubiera M, Sán-chez-alfonso J, Sekade-Gutiérrez N. Intervención de la enfermera especialista en salud mental para la prevención de trastornos de sueño por hábitos incorrectos del lactante. NURE Inv.2009; 6 (42).
- 5. Pérez-Pérez H, Pérez-Lorensu PJ, De Juan-Hernández P. Hypnopompic sleep paralysis with hallucinations and exploding brain syndrome: an infrequent association. Rev Neurol. 2010;16;51(4):255- 256.
- 6. Huamaní C, Martínez A, Martínez C. Prevalencia y presentación de la parálisis del sueño en estudiantes de Medicina Humana de la UNMSM. An Fac Med Lima. 2006; 67(2):168-172.
- 7. Devon E. Hinton, David J. Hufford, Laurence J. Kirmayer Culture and Sleep Paralysis. Transcultural Psychiatry. 2005; 42:5-10.
- 8. Iranzo A, Schenck CH, Fonte J. REM sleep behavior disorder and other sleep disturbances in Disney animated films. Sleep Med. 2007 Aug;8(5):531-536.
- 9. Territorio y cultura del campo a la ciudad: últimas tendencias en teoría y método: memorias 1er Seminario Internacional sobre territorio y cultura, Manizales, Colombia, octubre de 1999. Editorial Abya Yala, 1999:11-15.
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Fuentes Bibliográficas
- 11. Soto E. Dormir y sonar. Elementos: Ciencia y Cultura.2010;17(80):3-11.
- 12. Bulkeley K. Touring the Dream Factory: The Dream-Film Connection in The Wizard of Oz and A Nightmare on Elm Street. Dreaming: Journal of the Association for the Study of Dreams. 1999; 9(1):101-109.
- 13. Schmitt BD. Nightmares on main street. Am J Dis Child. 1989;143(6):649.
- 14. Álvarez Cordero R. El tiempo en el arte. Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM. 2011:54(2);62-63.
*Rafael Vargas. Médico, Magíster en Fisiología, Doctor en Ciencias Biomédicas.
Universidad Nacional de Colombia, Universidad Nacional Autónoma de México. Docente de la Facultad de Medicina, Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (UDCA). Correspondencia: rvargas3200@hotmail.com
**Andrés Camargo Sánchez. Enfermero, Magíster en enfermería con énfasis en cuidado al paciente crónico, Universidad Nacional de Colombia. Docente de la Facultad de Enfermería, Universidad de Ciencias
Aplicadas y Ambientales (UDCA). Correspondencia: acamargos@unal.edu.co
Recibido: noviembre de 2011
Aceptado para publicación: noviembre de 2011.
Actual. Enferm. 2011;14(4):34-39
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