Situación de los Grupos de Soporte Metabólico y Nutricional en Brasil

Bottoni, et al. 61, publicaron un trabajo realizado por un grupo de investigadores brasileros sobre el impacto de los grupos de soporte nutricional, en hospitales en São Paulo y su área metropolitana.

Se evaluaron 119 hospitales, 84 en la ciudad y 35 en ciudades periféricas, sin encontrarse diferencias estadísticamente significativas entre los hospitales.

Algunos de los hallazgos fueron los siguientes:

• Las instituciones filantrópicas tenían con mayor frecuencia grupos de soporte metabólico y nutricional.

• Los grupos de soporte metabólico y nutricional estaban por debajo del requisito establecido por la ley en el Brasil.

• Los grupos de soporte metabólico y nutricional eran más frecuentes en hospitales grandes y medianos.

• El suministro del equipo y material, era más adecuado cuando no era costeado por el Estado.

• La implementación de la nutrición entérica y parenteral era mejor en hospitales privados.

• Los hospitales privados ofrecen mejores condiciones de crecimiento profesional para los integrantes del grupo de soporte.

Soporte nutricional en Europa

En 1999, el Consejo Europeo 62 decidió recolectar información sobre los programas nutricionales existentes en los hospitales.

Reunió 12 expertos con el objeto de revisar las prácticas con respecto al suministro de alimentos, resaltar las deficiencias y proponer recomendaciones para mejorar el cuidado y el soporte nutricional de los pacientes hospitalizados.

Los países encuestados fueron: Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Holanda, Portugal, Noruega, Eslovenia, Suecia, Suiza y Reino Unido.

Los resultados se pueden dividir en las siguientes seis categorías.

1. Alimentación hospitalaria.

En todos los países la dieta más usada pertenecía al menú general, con un contenido proteico de 15 a 20 %, y el de grasas variaba entre 30 y 40 %.

A pesar de que existía la recomendación de seis comidas por día, en los hospitales de algunos de los países europeos, se servían tres comidas por día. La hora de la comida, por lo general, era inflexible y muy pobremente adaptada a los hábitos de los pacientes.

Pueden existir periodos muy largos, hasta de 12 horas, como es el caso del espacio entre la cena y el desayuno, y espacios cortos, entre otros periodos.

2. Evaluación y tamización de riesgo nutricional.

En la práctica, la tamización o la evaluación nutricional no se hace al ingreso del paciente o durante la hospitalización. La razón aducida es la falta de tiempo, de instrucciones y de conocimiento.

En el caso de practicarse, lo más común es que se haga con el peso corporal, la estimación de la pérdida de peso y el índice de masa corporal. En algunos países se hacen exámenes de laboratorio.

3. Soporte nutricional.

El uso de soporte nutricional para pacientes desnutridos o con riesgo nutricional, es escaso, inconsistente o sólo se hace en pacientes gravemente desnutridos.

Los impedimentos para hacer soporte nutricional son la falta de conocimiento y de guías, y los costos de los suplementos alimenticios y del soporte nutricional.

4. Grupos de soporte metabólico y nutricional y comités directivos de nutrición.

Los comités directivos de nutrición son prácticamente inexistentes en la mayoría de los hospitales.

Se encuentran solamente en los hospitales grandes. En la mitad de los hospitales encuestados, no tenían información de los grupos de soporte metabólico y nutricional.

Solamente en 10 a 50 % de los restantes, existían grupos de soporte metabólico y nutricional.

5. Asesoría nutricional.

La prevalencia de asesoría nutricional varía debido a la falta de conocimiento en nutrición general, como también de nutricionistas clínicas.

6. Responsabilidades.

Algunos países, como Finlandia, Noruega, Suecia y el Reino Unido, tienen recomendaciones oficiales sobre las responsabilidades, deberes y objetivos tanto del cuidado clínico nutricional como del servicio de alimentos.

En la mayoría de los países, la educación a los médicos a nivel de pregrado y posgrado es muy pobre. Éste es el mismo caso de las enfermeras, las cuales tampoco se encuentran capacitadas para identificar pacientes en riesgo, para implementar planes de nutrición y evaluar el efecto del soporte nutricional.

Con respecto al equipo del servicio de alimentos, carece de formación nutricional clínica y tampoco tienen la preparación adecuada para el manejo de pacientes desnutridos. La otra situación que se vio es que la mayor parte del personal que está en contacto directo con el paciente y en relación con su comida, son las personas de nivel doméstico, que son quienes tienen el menor nivel de educación.

El estudio concluye diciendo que en la mayoría de los hospitales europeos, los pacientes pasan varios días sin comer. Una causa muy importante del déficit de cuidado nutricional en el paciente hospitalizado, es la falta de educación y entrenamiento a todo nivel; se requieren programas de educación continua, para todo el grupo que se encuentre relacionado con el cuidado nutricional.

Además, existe una discrepancia entre el mismo equipo de salud, acerca de quién debe ser el responsable del soporte nutricional.

Finalmente, la composición y la frecuencia con las que se administra la alimentación en los hospitales, son inapropiadas para la mayoría de los pacientes, que presentan reducción del apetito.

Es muy importante que se asignen responsabilidades sobre las funciones de cada quien en el hospital. Esto quiere decir que se deben tener estándares de cuidado nutricional, tamización y evaluación nutricional, como también protocolos de seguimiento y control.

Grupos de soporte metabólico y nutricional en Colombia

La Asociación Colombiana de Nutrición Clínica ha mantenido el esfuerzo para incentivar los grupos de soporte metabólico y nutricional en el país. Al igual que en otros países, ha sido difícil crear la iniciativa en los hospitales y clínicas, y mantenerlos funcionando.

Según la investigación de Villa 63, existen en Colombia 41 grupos de soporte metabólico y nutricional, de los cuales, 20 se encuentran en Bogotá, 6 en Cali, 3 en Medellín, 3 en Barranquilla y 2 en otras ciudades.

Muchos de ellos no están constituidos por todos los miembros reglamentarios de un grupo de soporte metabólico y nutricional, sino por dos o tres profesionales del equipo de salud.

En la mayoría de los casos (82,9 %), el médico especialista es el coordinador del grupo. Se ha encontrado mucha resistencia por parte de los directivos de los hospitales, quienes aducen los costos como la primera causa de rechazo.

Al igual que sucede en Brasil, cuando los grupos se encuentran en clínicas privadas, generalmente funcionan con más facilidad y con mayores recursos.

Es fundamental continuar con la educación sobre las ventajas que genera el soporte nutricional y generar información producto de la investigación, para presentársela a las directivas de las instituciones, con el objeto de lograr su interés, aprobación y mantenimiento de los grupos de soporte metabólico y nutricional.

Reducción de costos

Mucho se ha hablado de la reducción de costos debida a la implementación del soporte nutricional. En la revisión de la literatura científica, en el trabajo de Ochoa, publicado en el 2000 9, se evaluaba la hipótesis de que los grupos de soporte metabólico y nutricional mejoraban el cuidado del paciente mientras que reducían los costos y que, por lo tanto, deberían mantenerse por un periodo largo.

Los resultados mostraron un cambio importante en la vía de administración de nutrientes cuando se instituyó el grupo de soporte metabólico y nutricional. Esto coincidió con el incremento de médicos conscientes de que la vía entérica para la administración de nutrientes podía seleccionarse en la mayoría de los pacientes, evitando o aboliendo el uso indiscriminado de nutrición parenteral total.

En el primer año de creados los grupos de soporte metabólico y nutricional, la tendencia inicial fue 46 % de reducción (p<0,001) de la nutrición parenteral total, la cual se mantuvo a través de los años (78,6 % en 1999; p<0,001).

El empleo de nutrición entérica se incrementó proporcionalmente. La reducción del desperdicio de nutrición parenteral pasó de 493 bolsas en 1991, a 34 bolsas en 1999. El cumplimiento de las órdenes de nutrición emitidas por el grupo de soporte pasó de 50 % en 1991 a 90 % en 1999.

El costo anual de la nutrición parenteral total era de US$ 513.246,00 y pasó a ser de US$ 195.176,00 en 1999.

En el artículo se concluye que los grupos de soporte metabólico y nutricional brindan una intervención y una vigilancia constante sobre la apropiada vía de administración y el uso adecuado del soporte nutricional, y reducen el desperdicio de los productos e implementos que se utilizan.

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *