Impacto del Síndrome de Desgate Profesional

Las consecuencias del síndrome de desgaste profesional pueden dividirse en (3):

Psicológicas: problemas psicosomáticos, negativismo, depresión, culpabilidad, ansiedad, cólera, baja tolerancia a la frustración, abuso de alcohol y drogas.

• Contexto organizativo: disminución del rendimiento, negativismo y falta de motivación hacia el trabajo, actitudes negativas hacia el paciente, incapacidad de realizar el trabajo con rigor, rotación laboral aumentada, intención o abandono real del trabajo, ausentismo, retrasos y largas pausas en el trabajo, insatisfacción y disminución del compromiso.

• Contexto ambiental: actitudes negativas hacia la vida en general, disminución de la calidad de vida personal y familiar.

Posibles Áreas de Intervención

Las complejas interacciones del individuo y su trabajo y la relación del síndrome de desgaste profesional con ellas, se pueden establecer mejor en un modelo de persona/ trabajo que se enfoca en el grado de sincronía o asincronía entre la persona y los siguientes seis dominios en su ambiente laboral:

1. Carga de trabajo: sobrecarga y clase de trabajo, relacionados directamente con el componente de cansancio del síndrome.
2. Control: insuficiente control de los recursos necesarios para efectuar el trabajo, relacionado directamente con la baja realización personal.
3. Recompensa: en términos de salario o reconocimiento social y organizativo de la labor efectuada, relacionado directamente con la baja realización personal.
4. Colectividad: sentido positivo de conexión con otros en su trabajo, apoyo social, respeto y ausencia de conflictos en el mismo.
5. Justicia: sensación de injusticia en el trabajo; incluye desigualdades en salario, tipo y cantidad de trabajo, trampas y ascensos o promociones inmerecidas; repercute en el cansancio emocional y aumenta el sentido de cinismo.
6. Valores: efectuar labores no éticas o en contra de la propia escala de valores. Igualmente, incluye el trabajo en una organización donde existan conflictos de valores (búsqueda de la calidad y permanente reducción de costos, por ejemplo).

Las permanentes interacciones de estas seis áreas condicionan la presencia del síndrome de desgaste profesional, con un papel determinante para el dominio de los valores como mediador de las demás. Sin embargo, en el individuo se dan “negociaciones” entre estas áreas, que dependen de la importancia de ellas en su trabajo y de las percepciones de bienestar o no del individuo. De estas interacciones se deriva la presencia o ausencia de la entidad y constituyen un abordaje práctico al evaluar el individuo en contexto y analizarlo de acuerdo con los dominios clave en su trabajo (2).

Malasch y Leiter han redefinido el síndrome de desgaste profesional como una pérdida de la “conexión con el trabajo” (job engagement); este último se caracteriza por la presencia de energía, compromiso y eficacia, que son los opuestos a las tres principales dimensiones del síndrome: cansancio emocional, despersonalización y baja realización personal. Los puntajes desfavorables en las dimensiones del síndrome indicarían los posibles focos de intervención para mejorar esta “conexión” perdida y cuáles de las anteriores seis áreas estarían involucradas.

• Las investigaciones sobre el tema han reconocido dos posibles niveles de intervención: el individuo y el ambiente organizativo (trabajo) (22,23).

Asimismo, se han propuesto varias estrategias, algunas encaminadas a efectuar el tratamiento una vez se presenta la entidad y otras enfocadas a su prevención.

Las medidas enfocadas en el individuo comprenden desde el retiro del trabajador –voluntario o no– hasta los programas de reforzamiento de fortalezas personales o cambios de comportamientos en el trabajo. Cabe anotar que los factores organizativos juegan un papel más importante que los individuales y, por esta razón, las medidas centradas en la persona alivian parcialmente un componente del síndrome (generalmente, cansancio emocional) pero no los dos restantes. Ejemplo de esto son las técnicas de relajación, aprendizaje de habilidades distintas, etc.

Asimismo, resulta más económico cambiar un individuo que una organización (23). Sin embargo, nada puede ser tan lesivo para las instituciones públicas y privadas, pero especialmente para las primeras, como la pérdida funcional parcial de profesionales cuya formación ha sido prolongada y ha costado un gran esfuerzo económico (6).

Las intervenciones en el síndrome de desgaste profesional incluyen manejo del tiempo, trabajo en equipo, adquisición de habilidades especiales, terapias de conflicto, meditación, etc., pero los resultados han sido contradictorios y no han evidenciado una adecuada respuesta al manejo de esta entidad (24,25).

El impacto de las vacaciones en el manejo del síndrome de desgaste profesional resulta en una mejoría en sus componentes, pero hay un retorno a los niveles previos al descanso, cuatro semanas después de la reincorporación al trabajo (26), lo que indica que la influencia del ambiente de trabajo y los aspectos organizativos son factores determinantes fundamentales en su manejo y corroboran la existencia del modelo ecológico del estrés.

Las medidas de intervención organizativa que no involucran los aspectos individuales antes mencionados, no tienen mayor aplicabilidad; por el contrario, se acepta que la mejor forma de intervenir el síndrome es mediante una intervención en el ambiente organizativo y en el individuo, de manera simultánea.

Los investigadores en el tema proponen un abordaje destinado al análisis del individuo en esas seis áreas especiales que inciden directamente en la presencia o ausencia del estrés ocupacional, pero considerando las características particulares del individuo, su tipo de trabajo, necesidades, etc., fortaleciendo aquéllas en las cuales existen hallazgos positivos y trabajando en el mejoramiento de las débiles. Merecen especial énfasis las áreas de justicia y valores, como pilares de la eventual intervención.

Todas estas intervenciones deben dirigirse al restablecimiento de la “conexión” con el trabajo y la sincronía con la misión de la empresa, y los resultados deben ser en términos de aumentar este compromiso laboral y no de disminuir el síndrome de desgaste profesional (2). Sin embargo, estas medidas no son de fácil implementación, requieren tiempo, dinero y la participación activa de los actores del sistema, lo cual no siempre es posible o probable.

Esta entidad se considera relativamente nueva, con un creciente desarrollo de investigaciones y terapéutico, principalmente en los últimos 25 años, que ha evidenciado la importancia de su reconocimiento, generando un gran interés en la aplicabilidad de los conceptos y estrategias en cada una de las profesiones susceptibles de ser afectadas por esta condición derivada del estrés, y su impacto en la salud física y mental (27).

De igual manera y en consonancia con lo anterior, observaremos nuevas luces acerca del entendimiento de este proceso crónico de estrés ocupacional en campos diferentes a la psicología del comportamiento, que incluyen a las ciencias de la salud, resultantes de metodologías longitudinales de investigación, sobre las cuales hoy en día existe un vacío de conocimiento, y que aportan conceptos adicionales dirigidos a un mejor entendimiento de las complejas interrelaciones del individuo y su trabajo.

No sobra decir que deben implementarse las medidas encaminadas a la prevención del síndrome de desgaste profesional, con una importante contribución de los responsables de las políticas organizativas y laborales, y, de esta manera, disminuir el impacto negativo tan perjudicial para ambos. (Ver:Profesión de Terapia Ocupacional)

Síndrome de desgaste Profesional Relación de Factores Determinantes

FIGURA 2. Síndrome de desgaste profesional: relación de factores determinantes.

Conclusión

El estudio del síndrome de desgaste profesional implica comprender su definición como parte de un proceso de respuesta adaptativa al estrés laboral, y le permite ser evaluado dentro de un contexto particular, de acuerdo con la actividad ocupacional del individuo.

Hay unas relaciones complejas entre los actores involucrados en su génesis, establecidas en un modelo multidimensional que facilita su investigación y hace posible un lenguaje común, tanto en los aspectos de investigación y aplicabilidad de los resultados a las diversas profesiones, como en el impacto del síndrome en las personas en contacto con los candidatos a padecerlo y, por ende, en el bienestar de una población específica.

Existe una percepción general, usualmente anecdótica, acerca de una alta prevalencia de la entidad y se dan por obvias algunas interpretaciones producto del síndrome de desgaste profesional en la vida y salud de la población, que no tienen una evidencia científica sólida.

De igual manera, hay aspectos no explorados que podrían aportar nuevos caminos para un mejor desempeño profesional y que redundarían en un mejor clima laboral, con un mejor producto obtenido del trabajo de los individuos (papel de las organizaciones dentro del síndrome, aspectos comunes entre profesiones, procesos de selección empresarial, etc.).

Esto es de particular importancia en la medicina y constituye un área de posibles y futuras investigaciones, debido a las especiales relaciones entre los involucrados en la prevención y el manejo de la salud de las personas. Pensamos que se debe impulsar el efectuar esta “mirada desde adentro” por parte de los mismos profesionales de la salud y no permitir que, de una forma a veces sesgada, se efectúen intervenciones por personas que no comprenden esta visión holística del individuo, tanto del paciente, como del médico.

La realización de una actividad profesional es una parte importante en la vida de las personas y no debe constituir un factor desestabilizador al cual deban dedicarse, para su manejo, recursos emocionales, físicos y económicos entre otros, por parte del individuo y las empresas, lo cual contribuye a aumentar y perpetuar el desgaste continuo ya enunciado en el escrito. Por el contrario, ésta debe ser una actividad placentera, gratificante (económica y emocionalmente), que reafirme el papel importante del individuo en la sociedad.

La pregunta final sería ¿cómo lograr querer lo que se hace y no hacer siempre lo que se quiere?

Professional Burnout Syndrome

Abstract

Stress is a natural phenomenon in the process of evolution. The general adaptation syndrome has three phases: initial alarm reaction, phase of resistance, and phase of exhaustion. The professional burnout syndrome is a pathological entity caused by chronic professional stress in persons that provide intensive and prolonged health care to people in conditions of necessity or dependence.

This term was first coined by Freudenberg in 1974, and in 1981 Maslach and Jackson described a multidimensional model characterized by exhaustion and emotional fatigue, depersonalization and reduced personal accomplishment. Among the several instruments that have been developed for its measurement, the most accepted one is the Malash Burnout Inventory (MBI)

It is believed that there must be an individual sensibility associated with varied environmental factors within an ecologic framework, that presents the syndrome as a dynamic and interrelated process, in which there are four levels of influence: microsystem, organizational, periorganizational and extraorganizational, all of which are susceptible of intervention at the level of the individual and the workplace or at the organizational level.

Key words: burnout, professional; stress; surgery; validity of tests; psychology.

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Correspondencia:

NEIL VALENTÍN VEGA, MD, MSC.
Correo electrónico: neilvalentin@yahoo.com
Bogotá, D.C., Colombia

Nota del Editor

Los autores de este artículo sobre el controvertido “síndrome de desgaste profesional” (burnout syndrome, también denominado “síndrome de quemarse en el trabajo”) lo enmarcan muy acertadamente en concepto de Hans Selye del Estrés y del Síndrome de Adaptación General. Selye, notable científico de origen húngaro (1907-1982), trabajando en la Universidad de McGill en Montreal, publicó por primera vez su teoría en 19361, teoría que lo hizo candidato en más de una ocasión al Premio Nobel. En 1946 apareció un nuevo artículo que mereció la atención del establecimiento científico médico universal2, y en 1950 su opus magnum consagratorio, The Physiology and Pathology of Exposure to Stress. A treatise based on the concepts of the General-Adaptation Syndrome and the Diseases of Adaptation3 un texto de cerca de 1.000 páginas y miles de referencias bibliográficas. Selye describió la reacción de carácter neuro-endocrino (hipotálamo-hipofisario-adrenal) del organismo ante un agente nocivo, agudo o crónico, y escribió: “Si se me permiten una predicción, yo quisiera reiterar mi opinión de que la investigación sobre el estrés será más productiva si se guía por el principio de aprender a imitar -y si necesario corregir y complementar- la capacidad autofarmacológica del cuerpo para combatir el factor de estrés en la enfermedad”.

El llamado “síndrome de desgaste” realmente cabe dentro del Síndrome de Adaptación General de Selye. El “quemarse en el trabajo” con escaso reconocimiento o retribución, viene a ser una no-adaptación al estrés crónico de las condiciones laborales, la tercera fase del síndrome: 1) reacción de alarma; 2) fase de resistencia; 3) fase de agotamiento.

JOSÉ FÉLIX PATIÑO RESTREPO, MD, FACS (Hon), MACC (Hon)


1 SELYE H. A Syndrome produced by diverse noxious agents. Nature 1936;138:32.
2 SELYE H. The general adaptation syndrome and the diseases of adaptation. J Clin Endocrinol 1946;6:117.
3 SELYE H. The Physiology and Pathology of Exposure to Stress. A treatise based on the concepts of the General-Adaptation Syndrome and the Diseases of Adaptation. Acta, Inc. Medical Publishers. Montreal, Canada, 1950.

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