Tumores del Estroma Gastrointestinal en Cirugía Bariátrica, Resultados
En este estudio se incluyeron dos mujeres y un hombre. La edad media fue de 55 años y, el IMC promedio, de 42 kg/m2. Los tres pacientes sufrían hipertensión arterial sistémica y apnea del sueño, y uno presentaba diabetes mellitus de tipo 2. Ninguno tenía enfermedades hereditarias relacionadas con tumores del estroma gastrointestinal, como la neurofibromatosis de tipo 1. El tiempo quirúrgico promedio fue de 60 minutos y la estancia hospitalaria fue de dos días en todos ellos. No presentaron complicaciones o muerte y el sangrado intraoperatorio no aumentó con respecto a un procedimiento bariátrico sin hallazgos tumorales incidentales; fue de 10 ml, aproximadamente.
En los tres pacientes, la cirugía bariátrica escogida era la manga gástrica debido a las comorbilidades y el IMC. En los dos primeros se mantuvo esta opción. En el tercero, durante la laparoscopia se encontró una lesión submucosa en la cara anterior del cuerpo gástrico, por lo cual se canceló la intervención y se tomó una TC con la cual se descartó metástasis a distancia; se consideró que la lesión podía resecarse y, por su ubicación y tamaño (8 cm), se decidió practicar una derivación gástrica con inclusión de la lesión en el área de resección durante la laparoscopia, sin necesidad de conversión a cirugía abierta.
El tipo de cirugía bariátrica se decidió según la ubicación del tumor del estroma gastrointestinal; en los dos pacientes con manga gástrica, el tumor se ubicó en la curvatura mayor y el fondo gástrico y, en el otro, en la cara anterior del cuerpo gástrico, por lo que se optó por la derivación gástrica con el fin de obtener márgenes libres de tumor y llevar a cabo en el mismo tiempo quirúrgico la cirugía bariátrica y la oncológica (figura 1).
Es importante resaltar que todas las piezas quirúrgicas extraídas en nuestro grupo de cirugía bariátrica y metabólica, son revisadas externa e internamente por el cirujano en el acto operatorio y, después, se someten a estudio histopatológico. El tamaño tumoral promedio fue de 3,5 cm con un máximo de 8 cm, y la localización más frecuente fue la curvatura mayor. Los márgenes quirúrgicos fueron negativos para compromiso tumoral en los tres especímenes. Todos los tumores presentaron marcadores positivos para DOG-1, CD-34 y CD-117 (figura 2).
Los tres pacientes evolucionaron de forma favorable en el posoperatorio y se siguió el protocolo establecido, dando el alta hospitalaria al segundo. Ninguno requirió tratamiento adyuvante con quimioterapia con imatinib, ya que se clasificaron como de riesgo intermedio, bajo y muy bajo riesgo, con base en un bajo grado histológico, un índice mitótico bajo, la ubicación gástrica y los bordes quirúrgicos negativos; solo un paciente tenía un tumor de más de 5 cm, pero con índice mitótico bajo. El seguimiento oncológico se hizo con TC abdominal con contraste cada seis meses durante cinco años y, después, anualmente. No se presentó recaída tumoral local o a distancia, es decir, los tres continuaron libres de enfermedad (tabla 1).
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