Ecoendoscopia Esofágica
Este examen se solicita para evaluar los siguientes tipos de lesiones:
1. Acalasia
La acalasia es un trastorno motor del esófago. Hay enfermedades estructurales, como los tumores primarios o metastáticos de la unión esófago-gástrica, que pueden producir un cuadro clínico similar a la acalasia, denominado seudoacalasia. La ecoendoscopia permite determinar si el cuadro se debe a una seudoacalasia, al poder evaluar si sólo existe engrosamiento de la capa muscular propia o si hay infiltración por otra alteración. Se han reportado múltiples casos en los cuales inicialmente se pensaba que se trataba de una acalasia primaria del esófago, pero con los estudios se demostró que se trataba de seudoacalasia. Las principales causas reportadas son tumores gastrointestinales, tumores pulmonares y linfoma (4).
2. Tumores Submucosos o Compresiones Extrínsecas
Este examen sirve para determinar si una lesión se debe a una compresión extrínseca del esófago (aorta) o a un tumor de la pared; de igual forma, permite definir la capa de la pared donde asienta la lesión y si se puede resecar por vía endoscópica.
3. Masas o Lesiones del Mediastino
La ecoendoscopia esofágica permite determinar si hay lesiones o ganglios en el mediastino anterior, a los lados de la tráquea o en el mediastino posterior, y su relación con las estructuras vecinas, así como su composición (sólida, quística, etc.) (5).
4. Estadificación del Cáncer Pulmonar
El de pulmón es la causa más común de mortalidad relacionada con cáncer en los Estados Unidos, con una incidencia anual de 170.000 casos y 154.000 muertes (6). Las estrategias de manejo se basan en el tipo histológico (carcinoma de células pequeñas y de células no pequeñas) y en la presencia de invasión mediastinal o a distancia del tumor.
La estatificación de la lesión es fundamental, no sólo para establecer el pronóstico, sino para orientar la conducta terapéutica. Usualmente se adopta la clasificación del American Joint Committee on Cancer, la cual se puede resumir así: cuando la lesión no invade el mediastino, se clasifica como estadio I o II y se indica manejo quirúrgico; si hay compromiso de los ganglios ipsilaterales, es un estadio IIIA y su manejo es controversial; algunos grupos dan manejo quirúrgico y otros dan quimiorradioterapia; si hay compromiso de ganglios contralaterales o invasión directa al mediastino, es un estadio IIIB, se indica quimiorradioterapia y tiene una supervivencia a 5 años menor de 5%.
Esta clasificación nos deja ver la importancia de detectar el número y la localización de las adenopatías mediastinales asociadas al cáncer pulmonar (figura 18). Por ello, existen múltiples métodos diagnósticos para estadificar a los pacientes con cáncer pulmonar. Entre otros, está la tomografía axial computadorizada (TC), pero su utilidad para caracterizar el tamaño y la localización de las adenopatías asociadas al tumor es limitada pues tiene una sensibilidad y una especificidad de sólo el 70%. La tomografía por emisión de positrones (PET) tiene una precisión del 85%. Sin embargo, tiene limitaciones por el gran número de falso negativos en tumores que tienen poca actividad metabólica o con ganglios menores de un centímetro. La broncoscopia con biopsia transbronquial es muy segura y bien tolerada, con una sensibilidad de 60% a 70%, pero sólo se puede acceder a los ganglios ubicados en el espacio subcarinal o en el hilio y es incapaz de llegar a la ventana aortopulmonar o al mediastino posterior. La mediastinoscopia y la toracoscopia son métodos diagnósticos de estadificación muy precisos, pero son costosos e invasivos y requieren anestesia general (7).
5. Cáncer Esofágico
La evaluación por ecoendoscopia de los pacientes con cáncer esofágico es de fundamental importancia, tanto para el de tipo escamoso como para el de tipo adenocarcinoma. Cuando la ecoendoscopia muestra que los tumores están limitados a la capa mucosa, es decir, son tumores tempranos (figura 6), éstos son susceptibles de tratamiento endoscópico mediante mucosectomía endoscópica.
FIGURA 6. En la parte superior se observa una lesión hipoecoica que sólo compromete las capas ecográficas uno y dos, es decir, la mucosa, y respeta la capa muscular propia.
No obstante, en los casos de neoplasias avanzadas desde el punto de vista local y regional (estadios IIB y III), la aplicación de tratamiento neoadyuvante mediante la combinación de radioterapia y quimioterapia ha demostrado ser superior a la cirugía aislada o asociada a radioterapia en cuanto a efecto antitumoral, posibilidad de resección, desarrollo de metástasis a distancia y probabilidad de supervivencia libre de enfermedad (8).
Por lo tanto, para clasificar a cada paciente dentro del grupo de tratamiento que le corresponde, es imprescindible realizar una estadificación lo más correcta posible en el momento del diagnóstico de la neoplasia. Clásicamente, múltiples estudios han demostrado la superioridad de la ecoendoscopia con respecto a la TC no helicoidal en el diagnóstico de extensión local y regional de esta neoplasia. En los últimos años, la aparición de la TC helicoidal ha acortado estas diferencias, aunque más recientemente la posibilidad de realizar punción guiada por ecografía de las adenopatías ha demostrado que esta técnica sigue siendo superior a las técnicas clásicas, incluso en la estadificación N (9). La precisión diagnóstica de la ecoendoscopia para el estadio T es de 75% a 90% y, entre 70% y 80% para el estadio N. Algunos fenómenos, como la inflamación peritumoral, pueden dificultar la correcta valoración del grado de infiltración del tumor y condicionar una supraestadificación T.
CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO