Fundoplicación de Nissen por Técnica Laparoscópica

G. B. CADIERE, J. HIMPENS, A. RAJAN, V. MULS, J. C. LEMPER, J. BRUYNS, D. URBAIN, H. HAM. Department of Gastro-Intestinal Surgery. C.H.U. Saint Pierre, Bruselas Belgium. Hepato Gastroenterology. Vol. 44 Jan-Feb 4-10,1997.

El advenimiento de las drogas inhibidoras de la bomba de protones y las técnicas laparoscópicas han tenido un dramático impacto en la terapéutica del reflujo gastroesofágico.

Los autores informan un estudio realizado entre mayo de 1991 y febrero de 1996 en el cual 274 pacientes fueron tratados por la fundoplicación de Nissen efectuada por vía laparoscópica; 13 pacientes presentaban esofagitis Estado V (Barrett); 4, esofagitis Estado IV; 16, Estado III; 181, Estado 11;y 11, Estado 1.

La operación fue efectuada con 5 trocares y después de movilizar la gran curva gástrica se realizó la.fundoplicatura de 5 cm fijándola al esófago. El tiempo medio de la operación fue de 60 min. (39-300); se presentaron 5 complicaciones postoperatorias (1 perforación gástrica, 3 perforaciones pleurales y 1 laceración de hígado tratada por electrocoagulación); en 3 pacientes fue necesaria la laparotomía convencional. De los 5 pacientes complicados, 2 presentaron infección pulmonar y a 2 hubo que reoperarlos, 1 de ellos por necrosis de la fundoplicación con peritonitis y otro por perforación del intestino delgado.

La gastroscopia postoperatoria fue realizada en 133 casos, con resultado normal en 121 de ellos; se encontró esofagitis en Estado I en 9 pacientes, y una esofagitis en Estado 11en otros 2 pacientes. La presión preoperatoria del esfínter esofágico inferior fue en promedio de 10 mmHg (2.9 a 3.0) y de 19 mmHg (9 a 40) postoperatoriamente; el tiempo medio del reflujo fue del 10% (O a 65) preoperatoriamente y de 1% (O a 38) postoperatoriamente; 154 pacientes tuvieron un control promedio de 30 meses; 130 pacientes tuvieron un Visick 1; 11, Visick 11; 8, Visick III; y 5, pacientes necesitaron reoperación (3 por disfagia, 1 por dolor epigástrico y 1 por pirosis).

La conclusión final de los autores es que la fundoplicación de Nissen es una atractiva alternativa a una terapia de largo término con inhibidores de la bomba de protones.