Los 20 años de la Sociedad Colombiana de Cirugía
“El secreto de la existencia humana está no sólo en vivir, sino también en saber para qué se vive”. Este pensamiento del conocido escritor ruso del siglo XIX, Fedor Dostoievsky, parece haber inspirado la gestación, el nacimiento, el crecimiento y la continua prosperidad de la Sociedad Colombiana de Cirujanos Generales a través de sus 4 lustros de existencia. Digo mal, de sus 5 lustros, como quiera que la primera etapa la de gestación, no se tomó menos de 5 años de tenaz persistencia en la labor de motivación de los cirujanos generales colombianos sobre la inaplazable necesidad de su creación. No podríamos recordar aquel período de persuación si no mencionáramos y honráramos el nombre ilustre de Rafael Casas Morales quien con sus excepcionales cualidades humanas y científicas colaboró e intervino eficazmente en la decisión final tomada por la mayoría de nuestros colegas, de reunirse en asamblea general constitutiva que él presidió sabiamente en la noche del 30 de noviembre de 1972, justo hace 20 años, en el salón de conferencias de la Clínica de Marly de Bogotá, ante una audiencia de 64 cirujanos imbuidos de mística y grandes proyectos gremiales y científicos.
Un imperativo histórico nos obliga en esta oportunidad a recordar el texto fiel del acta de aquella asamblea memorable, que a la letra dice: “Acta de Constitución de la Sociedad Colombiana de Cirujanos Generales y de Aprobación de Estatutos. En la ciudad de Bogotá, D.E., República de Colombia, siendo las siete (7:00) de la noche del día jueves 30 de noviembre de mil novecientos setenta y dos (1972), se reunieron en el Auditorio de la Clínica de Marly un grupo de cirujanos generales por convocatoria hecha por los doctores Rafael Casas Morales, Joaquín Silva Silva, Femando Acosta Lleras, Orlando Jiménez Barriga y Jorge Archila Fajardo, con el fin de fundar la SOCIEDAD COLOMBIANA DE CIRUJANOS GENERALES.
En primer lugar, el doctor Rafael Casas Morales explicó a los asistentes el motivo de la reunión, cuáles eran las finalidades que se buscaban al fundar esta Sociedad, y preguntó a los asistentes si, después de oídas todas estas explicaciones, deseaban constituirse en Asamblea para fundar la Sociedad propuesta. Los asistentes, en número de sesenta y cuatro (64), así lo aprobaron y eligieron una Junta Directiva Provisional que quedó integrada por los doctores Rafael Casas Morales, presidente; Joaquín Silva Silva, vicepresidente y Carlos Ibla Niño, secretario.
El doctor Casas Morales dio lectura a un proyecto de Estatutos de la Sociedad Colombiana de Cirujanos Generales, el cual fue aprobado artículo por artículo, por unanimidad.
A continuación se hizo elección por votación secreta de Junta Directiva, la cual quedó integrada así:
PRESIDENTE | Doctor Joaquín Silva Silva |
VICEPRESIDENTE | Doctor Federico Peñalosa Bonilla |
SECRETARIO | Doctor Mario Rueda Gómez |
SECRETARIO SUPLENTE | Doctor Alvaro Murcia Gómez |
TESORERO | Doctor Jorge Suárez Betancourt |
TESORERO SUPLENTE | Doctor Orlando Jiménez Barriga |
VOCALES PRINCIPALES | Doctor Rafael Casas Morales Doctor Orlando Rodríguez Doctor Luis Céspedes Doctor Fidel Camacho |
VOCALES SUPLENTES | Doctor Hemando Abaúnza Doctor Efraín Leal Doctor Eduardo Fonseca Doctor Antonio Erlinto Eraso |
Acto seguido, el doctor Casas dio posesión a la nueva Junta Directiva. El doctor Joaquín Silva, como presidente, ofreció organizar de inmediato la Sociedad.
No siendo otro el objeto de la reunión, se levantó la sesión a las ocho y treinta (8:30) p.m.
En constancia se finna en Bogotá, a los treinta (30) días del mes de noviembre de 1972 (1972).
El Presidente de la Junta Directiva Provisional, doctor Rafael Casas Morales. El Secretario ad-hoc, doctor Carlos Ibla Niño. El Presidente de la Junta Directiva, doctor Joaquín Silva Silva. El Secretario, doctor Mario Rueda GÓmez. Los Socios Fundadores, (siguen 48 finnas).
La conmemoración y celebración de estos hechos trascendentales en la vida de nuestra especialidad, la más importante y numerosa dentro del ámbito quirúrgico, es lo que hoy nos congrega en este ágape fratemal; y uso deliberadamente el ténnino ágape porque es quizá el que mejor se ajusta, en nuestro sentir, según su etimología grecolatina que le da el significado de afecto y amor, sentimientos que presidían los convites que tenían entre sí los primeros cristianos en sus asambleas, a fin de estrechar más y más la concordia y la unión entre los miembros de un mismo cuerpo. Esto sí que está de acuerdo con el espíritu de la Sociedad.
Sería inadecuado para una ocasión como ésta hacer un detallado recuento histórico de lo que ha acontecido en esta institución a partir de aquella noche inolvidable de su nacimiento. Sólo diremos que el 2 de mayo de 1973 se expidió por el Ministerio de Justicia la Resolución Na. 1460 en la que se le concedió la Personería Jurídica a la Sociedad Colombiana de Cirujanos Generales, que para entonces ya había adoptado el logotipo que la distingue y le sirve de escudo heráldico, cuyo significado es bien conocido de todos. Este nombre inicial fue sustituido posteriomlente por el de Sociedad Colombiana de Cirugía mediante reforma aprobada en asamblea general convocada estatutariamente para el 2 de noviembre de 1979 en la ciudad de Barranquilla con motivo del XI Congreso del Colegio Colombiano de Cirujanos.
El 27 de julio del mismo año de 1973 se reunió la 1 Asamblea General Ordinaria, y con tal motivo se realizó un Simposio sobre “El Cirujano General frente a la Seguridad Social” que curiosamente hoy vuelve a ser tema de preocupación y estudio para el gremio médico.
Desde sus albores, la Sociedad hizo honor a su calificativo y condición de colombiana, no sólo al incluir en la Primera Junta Directiva a un distinguido cirujano de la ciudad de Pasto que nos honró con su presencia y participación en la Asamblea Constitutiva, sino que desde entonces estimuló y obtuvo la solidaridad profesional de las Sociedades de Cirujanos Generales de Medellín y Cali que, habiendo seguido el ejemplo de Bogotá, iniciaron una efectiva promoción con miras a la organización de la especialidad en aquellas ciudades. Este criterio de integración nacional ha prevalecido y se ha incrementado en fonna progresiva y afectiva en una doble vía: La Sociedad va a los cirujanos que ejercen fuera de Bogotá, y estos se integran a la Sociedad para afiliarse a ella en calidad de socios activos, hasta el punto de que uno de ellos en buena hora ocupó la presidencia como justo reconocimiento a sus méritos y ejecutorias personales.
La vigorosa lucha gremial que caracterizó las primeras etapas de la vida jurídica de la Sociedad Colombiana de Cirujanos Generales, especialmente frente al Seguro Social, pasó a un segundo plano cuando las circunstancias laborales así lo determinaron, y predominó entonces la orientación científica, académica y tecnológica que tantos éxitos ha alcanzado en beneficio de los cirujanos y en especial de los pacientes que por nonna hipocrática constituyen la razón de ser de nuestra profesión.
y fue así como el 25 de septiembre de 1975 se inauguró el “1 Curso sobre Trauma” en el Hotel Bogotá Hilton, con la sorprendente asistencia de 800 cirujanos provenientes de todas las regiones del país, unos como conferencistas y otros como asistentes, pero todos atraídos por la novedad del programa que incluía aspectos tan importantes como el shock, la infección, la respuesta metabólica al trauma, los nuevos conceptos radiológicos en el trauma, el trauma y el socorrismo a cargo de la Cruz Roja Colombiana, y el trauma en el niño, entre otros.
Era esta la primera vez que se trataba este tema en nuestro medio con participación de profesores nacionales, algunos de ellos cerebros fugados a EE. UU. que contestaron presente al llamado de la Sociedad.
y el trauma siguió siendo el tema bandera en los cursos sucesivos, alternando desde 1977 con el de avances en cirugía. El tercer curso, en el año citado introdujo dos innovaciones que se perpetuarían para los cursos y congresos del futuro: la vinculación a ellos de destacados profesores extranjeros y la programación de la oración “Maestros de la Cirugía Colombiana”, máxima intervención humanística del certamen, y supremo honor para quien sea nominado orador en una de las sesiones de mayor solemnidad.
y al hablar de temas novedosos en este medio quirúrgico, de cuyo estudio y práctica ha sido pionera nuestra Sociedad, debe mencionarse el de la nutrición en cirugía, de reconocida importancia en el ejercicio de la especialidad, al punto que hoy funcionan sociedades científicas dedicadas a ella, sin que la nuestra haya abandonado esta actividad a través de su Comité de Nutrición, que como los demás Comités Asesores de la Junta Directiva, sigue trabajando con éxito en el desarrollo de sus programas en unión de aquellas Sociedades consideradas como filiales de la nuestra. En este mismo orden de ideas, podemos decir que últimamente la Sociedad ha organizado por primera vez en el país el adiestramiento en Cirugía Laparoscópica mediante cursos especiales y se ha preocupado por la divulgación de esta disciplina a través de su órgano oficial de publicidad científica.
En el año de 1983, la Sociedad dio un paso importante en su vida de progreso ininterrumpido: la adquisición de sede propia, lo cual aumentó su estabilidad financiera y administrativa; y en 1989 fue sustituida por una más amplia y mejor ubicada, en la que hoy desempeña sus labores con mayor comodidad y rendimiento.
Pero antes de esta última fecha, en abril de 1986, había ocurrido uno de los acontecimientos memorables en la existencia de la Sociedad: el lanzamiento del primer número de la Revista CIRUGIA, órgano oficial publicitario de trabajos de carácter científico, cultural, sociológico, educativo, histórico y gremial, que establece un lazo de unión entre los socios a quienes estimula a publicar sus propias experiencias, y divulga ante el cuerpo médico los avances y el nivel de la cirugía colombiana, así como los aspectos humanísticos inherentes a la condición de médico y cirujano.
Los cursos anuales, de prestigio y asistencia crecientes, a los que acude en fonna masiva la cirugía general colombiana, se organizaron como congresos a partir de 1989, con lo cual se le ha dado al certamen un carácter participativo para los cirujanos nacionales que estimulados por ello, realizan trabajos científicos para ser presentados en el llamado “Foro Quirúrgico Colombiano” como una importante actividad en cada congreso y como una fuente de material de publicación para la Revista.
La creación del cargo de Director Ejecutivo de la Sociedad, ocurrida en el mismo año de 1989 y la provisión de dicho cargo en la persona de un activo y místico expresidente de la misma, ha sido una innovación trascendental en la organización y buena marcha de la Sociedad.
Aunque en este sintético recuento de los hechos más importantes sucedidos durante la trayectoria dinámica de la Sociedad Colombiana de Cirugía, incompleto por fuerza de las circunstancias, en el que aparte de los nombres propios consignados en el acta constitutiva, no se ha recordado ninguno otro a pesar de que los miembros de todas las Juntas Directivas serían merecedores de esta y otras tantas distinciones, no puedo menos que mencionar uno a uno los nombres de quienes han ejercido la presidencia a través de los primeros 20 años de vida de la Sociedad, que se han hecho acreedores, a excepción de quien esto escribe, de un justo y cordial reconocimiento por la labor desarrollada en favor de esta benemérita Institución; ellos son, en su orden, los doctores:
Joaquín Silva
Mario Rueda
Hemando Abaúnza
José Félix Patiño
Camilo Cabrera
Erix Bozón
Assaad Matuk
Humberto Aristizábal
Jaime De la Hoz
No se necesita ser arúspice para presagiarle a nuestra Sociedad el más brillante y próspero porvenir, habida cuenta de su organización administrativa, de sus programas científicos, de su actividad docente, de la calidad humana de sus dirigentes, de la vocación científica, técnica y gremial que preside los proyectos y decisiones y, por sobre todo, de la honestidad y la ética que inspiran todos los actos de su vida.
No podríamos terminar esta intervención sin antes evocar la memoria de aquellos Socios Fundadores y Activos que emprendieron ya su viaje en busca de la morada que Dios nos tiene reservada para toda la etemidad. j Que brille para ellos la luz perpetua !.
* Palabras pronunciadas por el doctor Joaquín Silva con motivo del XX aniversario de la Sociedad Colombiana de CirugÚl, el30 de noviembre de 1992, en el Hotel Tequendama de Bogotá, D.C., Colombia
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