Herniorrafia Inguinal con Anestesia Local
Experiencia en el Hospital de la Samaritana
O. GRACIA, MD, SCC; J. A. VARELA, MD; D. ALVAREZ, MD; F. BAQUERO, MD; A. MARTINEZ, MD.
Palabras claves: Herniorrafia inguinal. Anestesia Local, Baja morbilidad, Buena tolerancia, Reducción de costos.
Entre los meses de abril y noviembre de 1991 se realizaron en el Hospital de La Samaritana, 164 herniorrafias
inguinales, de las cuales 50 ( 30% ) se practicaron bajo anestesia local. Este último procedimiento resultó ser fácilmente aplicable en nuestro medio, bien aceptado por el paciente y el médico tratante y con costos menores que los de la anestesia general o regional.
No se presentaron complicaciones transoperatorias. Ocho pacientes ( 12% ) presentaron hematoma posoperatorio, ninguno de los cuales requirió reintervención y 1 paciente ( 2% ) presentó infección de la herida quirúrgica que requirió tratamiento con antibióticos con herida abierta.
Introducción
La hernia inguinal se conoce desde el año 1500 a. de c., siendo su tratamiento en esa época de tipo médico mediante fajas y vendas.
En el siglo 1 a. de C., Celso describió la cirugía para el tratamiento de la hernia inguinal. La técnica quirúrgica progresó muy poco hasta el siglo XIX cuando aparecieron progresivamente varias técnicas que, con algunas variaciones, se siguen usando hoy en día (1).
En este mismo siglo se comenzó a utilizar la anestesia general para el procedimiento. Con la aparición posterior de la anestesia regional y su aplicación en la herniorrafia, se disminuyó la morbimortalidad inherente a la técnica anestésica y permitió la intervención de pacientes de alto riesgo quirúrgico.
Finalmente, Shouldice publicó su experiencia con una técnica quirúrgica propia empleando de rutina la anestesia local (3).
Desde entonces esta técnica se ha usado con una frecuencia cada vez mayor para la herniorrafia inguinal con resultados excelentes.
Con este trabajo se pretendió adquirir experiencia en la realización de la herniorrafia inguinal con anestesia local, disminuir costos, ocupación de camas y personal quirúrgico y hospitalario.
Materiales y Métodos
Se incluyeron en la muestra 50 pacientes mayores de 14 años que asistieron a la consulta externa de cirugía entre el 1 de abril y el 1 de noviembre de 1991.
Los criterios de exclusión de pacientes para emplear el procedimiento, .son los siguientes:
- Trastornos mentales. 2. No aceptación previa del procedimiento. 3. Obesidad. 4. Hipersensibilidad conocida a anestésicos locales. 5. Hernia encarcelada o estrangulada. 6. Acceso por vía preperitoneal.
Los pacientes fueron estudiados en el preoperatorio en la forma convencional y recibieron un folleto informativo sobre el procedimiento bajo anestesia local.
Antes de la cirugía, el paciente recibió 0.5 mgl kg de peso de Midazolam por goteo en la solución de líquido intravenoso.
La técnica anestesia usada es una variación de la descrita por Ponka (2), en la siguiente forma:
Bloqueo regional de los nervios iliohipogástrico e ilioinguinal a 2 cm hacia adentro de la espina ilíaca anterior y superior por debajo de la aponeurosis del oblicuo mayor (Fig. 1 A).
Infiltración local del tubérculo púbico y del área medial del anillo inguinal superficial (Fig. 1 B).
Bloqueo de las fibras recurrentes del nervio genitocrural mediante infiltración superficial por debajo de la arcada inguinal (Fig. 1 C).
Adicionalmente se infiltra por debajo del cordón inguinal en cercanía del pubis y la base del escroto (Fig. 2)
Infiltración de la piel y del tejido celular subcutáneo en la zona de incisión (Fig. 3).
Infiltración bajo visión directa, después de incidir la aponeurosis del oblicuo mayor, de la zona del anillo inguinal profundo (Fig. 4).
Instilación de anestésico local dentro del saco herniario, bajo visión directa (Fig. 5).
La dosis límite utilizada de lidocaína fue de 7 mg/kg de peso.
Después de la herniorrafia, (posoperatorio inmediato, primera semana de posoperatorio y 3 meses después por consulta telefónica), se consideró una buena aceptación por parte del paciente el hecho de responder afirmativamente a la pregunta de si quisiera ser operado con la misma técnica en caso de requerir una nueva cirugía.
El grupo de cirujanos estuvo conformado por los residentes e instructores del Departamento de Cirugía del Hospital de la Samaritana.
Doctores: Orlando García, Instructor de Cirugía Gral; Juan Agustín Varela, Residente JI de Cirugía Gral; Daniel Alvarez, Residente IV de Cirugía Gral; Félix Baquero, Residente IV de Cirugía Gral., Alfonso Martínez, jefe del Servo de Cir., Hospital Universitario de La Samaritana, Bogotá, D.C., Colombia.
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