Requerimientos Nutricionales en Niños y Jóvenes Deportistas, Vitaminas
Teniendo en cuenta que las Vitaminas en Requerimientos Nutricionales son indispensables para el desarrollo de todos los procesos metabólicos, con mayor razón deben suministrarse en forma adecuada y suficiente en el deporte.
Es necesario consumir una dieta suficiente y adecuada para satisfacer la recomendación de vitaminas, hay que ajustar el consumo de algunas cuando la intensidad y frecuencia de la actividad deportiva es representativa, cuando se trabaja a temperaturas elevadas o muy bajas, etc.
En los niños, cuya actividad física no incluye alto rendimiento, el aporte de vitaminas debe ser el recomendado para la edad, y en ocasiones se deben hacer algunos ajustes cuando la calidad de la dieta no es la mejor y/o cuando los niveles de entrenamiento superan lo esperado para ellos.
Sin embargo, grandes dosis suplementarias de vitaminas no conllevan un aumento en el rendimiento.
Una sobredosis en las vitaminas liposolubles v. gr., A y D, puede ser nociva a diferencia de las hidrosolubles en que los excesos son fácilmente eliminados en la orina, por lo que no pueden presentarse sobredosis.
En un principio puede tenerse en cuenta las Vitaminas en Requerimientos Nutricionales en los deportistas son dos a tres veces más altos que los de una persona sedentaria; la proporción depende de la intensidad, frecuencia, y tiempo que dedique a la actividad deportiva.
Hay vitaminas que son de mayor importancia en los niños como la B6 (piridoxina), B12 (cianocobalamina), A y C, debido a que tienen una acción directa sobre el metabolismo de las proteínas, el cual es el nutriente indispensable para el crecimiento por tanto el de mayor importancia y necesidad durante ésta época.
Otras como la C, E, D actúan como antioxidantes:
Los cuales evitan la formación de radicales libres, cuidando la salud, mejorando el rendimiento y los procesos curativos después de las lesiones.
Es importante tener en cuenta que así como los niños deportistas requieren dos a cuatro veces mayor cantidad de Vitaminas en Requerimientos Nutricionales que los no deportistas, así mismo el consumo de alimentos debe ser dos a cuatro veces superior.
Esto hace que la mayoría de las Vitaminas en Requerimientos Nutricionales se suministren en cantidad adecuada sin necesidad de hacer complementaciones extras. En ocasiones cuando no se consume una cantidad adecuada de alimentos de alto valor biológico o se incluyen en la dieta muchos alimentos que aportan solo “calorías vacías” se pueden presentar deficiencias específicas y es necesario hacer suplementación de vitaminas.
También cuando se consume una gran cantidad de harinas refinadas, enlatados o alimentos demasiado procesados o cocidos, los que pierden una buena cantidad de las vitaminas que contienen (de un 75 al 100% de las vitaminas), por esto la alimentación que aporte vitaminas en los deportistas debe basarse en dos principios para que este sea más o menos adecuado.
- Utilizar en lo posible, alimentos de alto valor biológico
- Consumir en forma cruda una buena cantidad de alimentos fuentes de vitaminas como verduras, hortalizas, frutas, etc.
Minerales:
los macro y microelementos son sustancias inorgánicas que no se producen ni consumen en el cuerpo y es necesario reponerlos por las pérdidas sufridas con la traspiración, la micción y la defecación.
NECESIDADES DIARIAS DE ALGUNOS MINERALES
EN NIÑOS DEPORTISTAS
SODIO | 2-3 grs | ZINC | 10-20 mg |
CLORO | 3-5 grs | HIERRO | 12-18 mg |
POTASIO | 2-3 grs | COBRE | 2-5 mg |
FOSFORO | 800-1200 mg | YODO | 0.15-0.20 mg |
CALCIO | 800-1200 mg | FLUOR | 1.0-1.5 mg |
MAGNESIO | 220-300 mg |
Los macroelementos son aquellos cuyo requerimiento diario supera 100 mg y microelementos cuando su requerimiento es inferior a 100 mg.
Las necesidades de minerales, al igual que las vitaminas, se cubren bien con una dieta variada, completa y suficiente.
Las deficiencias en los niños y adultos deportistas se presenta cuando el consumo dietario es insuficiente, cuando el aporte de alimentos fuentes es escaso o inadecuado y cuando se aumentan las pérdidas por sudor, orina, diarreas o vómito.
A través de la transpiración se pierde la mayor cantidad de minerales (por cada litro de sudor se pierden aproximadamente 2.7 a 3 grs de sales minerales). Con pérdidas de 2 a 5 litros de sudor diarias a consecuencia del entrenamiento las necesidades de minerales se hacen, tres a cuatro veces mayores en los deportistas que en los no deportistas.
Es importante tener en cuenta que los niños pierden mayor cantidad y con más facilidad líquidos a través del sudor y la orina:
Debido a que el 1% de agua en su organismo es mayor y por tanto la pérdida de minerales puede ser importante si no hay una reposición de los mismos y de líquidos en forma adecuada.
Un aporte equilibrado de micro y macrominerales es importante para el desarrollo óptimo de los procesos metabólicos, la contracción muscular y la conducción nerviosa.
Se debe destacar los minerales antioxidantes como el zinc y el selenio. El selenio es un antioxidante 1.000 veces más activo que la Vitamina E. Las principales deficiencias en macrominerales se presentan en potasio y magnesio; y en ocasiones de calcio por las grandes demandas de éste mineral para la formación de huesos y dientes, y el bajo consumo de leche y derivados, por gusto o poca disponibilidad de estos alimentos en las clases socioeconómicas bajas, en las cuales se desarrollan un gran porcentaje de niños deportistas.
El zinc es un micromineral que interviene en los procesos de crecimiento y que también está relacionado con la palatibilidad de los alimentos, por lo cual es suplementado en casos de desnutrición crónica o aguda, con el fin de estimular el apetito para lograr el consumo de una mayor cantidad y calidad de alimentos, y entonces optimizar el proceso de crecimiento.
Líquidos:
El cuerpo de un niño está compuesto de un 60-70% de agua repartida en diferentes lugares. Los órganos más abundantes en agua son el cerebro, el hígado y el músculo lo cual los hace bastante sensibles a la deshidratación.
El agua sirve como medio de transporte y solución para todas las sustancias hidrosolubles, al tiempo que ayuda a mantener constante la temperatura corporal.
Las necesidades de agua en los niños dependen, al igual que en los adultos, de la cantidad que se pierda con la orina, la defecación, la evaporación por traspiración y respiración. Estas pérdidas son compensadas por el aporte de líquidos y por la oxidación de los alimentos sólidos, por lo cual se debe reponer en forma suficiente y adecuada para evitar la deshidratación.
Durante el ejercicio prolongado los niños, al igual que los adultos, sufren una deshidratación involuntaria, la cual es muy peligrosa por perder líquidos más rápidamente y aumentar la temperatura central, en mayor medida que en los adultos, a cualquier nivel de deshidratación, pero si la reposición de líquidos es suficiente y adecuada (3-5 ls/día, según peso corporal y temperatura ambiente) las pérdidas de líquidos serán compensadas y se evitarán alteraciones en el estado de salud.
Lea También: Requerimientos Nutricionales en Niños y Jóvenes Deportistas, Hidratación
Normas de hidratación a los niños
Antes de enseñar las normas de hidratación a los niños, los adultos (entrenadores, padres, profesores) deben tomar ciertas precauciones para reducir significativamente los riesgos que por deshidratación puedan afectar la salud de los niños:
- Programar los horarios de entrenamiento teniendo en cuenta las temperaturas del día. Se deben escoger los horarios menos calurosos, según la región, (antes de las 10:00 am y después de las 5:00 pm). Condiciones extremas de humedad y calor, son razones válidas para cancelar el entrenamiento o la competencia.
- Se debe enseñar al niño a usar la indumentaria adecuada para la práctica de su ejercicio. Evitar el exceso de ropa y aquella que aumente el calor, evite una adecuada traspiración o pérdida de calor.
- Los entrenadores o profesores deben tener en cuenta las actividades que el niño ha desarrollado antes de su práctica y las que realizará después, para indicar adecuadamente el consumo de líquidos y planear la intensidad del ejercicio.
- Verificar si el niño llega hidratado a la práctica, revisando su peso antes de cada jornada de entrenamiento. Si se encuentra por debajo de su peso habitual se debe evitar que empiece la práctica hasta que esté bien hidratado.
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