Lesiones del Ligamento Colateral Interno

F. FIGUEROA, MD,
J. GUTIERREZ, MD,
M. SERRATO, MD.

En el deporte recreativo como en el de alto rendimiento, una de las zonas más vulnerables y por tanto de mayores lesiones es la rodilla, destacándose en especial el ligamento colateral interno LCI o medial LCM.

Conocer su incidencia es muy difícil siendo en muchas ocasiones no consultado al presentarse lesiones leves.

Desde los estudios de Brangtigan y Voshell en 1941, sobre la anatomía y función de la cara interna de la rodilla hasta los métodos de rehabilitación hoy en día han despertado grandes controversias.

Es por tanto nuestra intención poder unificar un poco los conceptos para un mejor tratamiento hacia nuestros pacientes.

Anatomía del Ligamento

Warren y Marshall dividen la anatomía de la cara interna o medial de la rodilla en tres planos principales: Uno superficial, medio y uno profundo.

El plano superficial lo componen un plano principalmente aponeurótico el cual se encuentra por debajo de la piel.

Se encuentran fibras aponeuróticas que cubren el músculo sartorio, uno de los tres componentes de la pata de ganso (semitendinoso y recto interno). Hacia delante se funde con la parte anterior del plano medio conformando el retináculo interno de la rótula.

En su parte posterior cubre los músculos gastrognemios y las estructuras del hueco poplíteo (grasa, nervios y vasos sanguíneos). Distalmente se une al perióstio de la tibia.

El plano medio lo conforma el ligamento colateral interno superficial, el cual se divide en dos porciones, una anterior con fibras verticales y paralelas; y una posterior con fibras oblicuas.

La porción anterior proviene del epicóndilo femoral interno, anterior al tubérculo de los aductores, mide unos 11 cm de longitud por unos 1.5 cm de ancho. Se dirige hacia abajo y se inserta en promedio unos 4,6 cm por debajo de la superficie articular de la tibia por detrás de la inserción de la pata de ganso. Muller describió como las fibras anteriores se encuentran tensas durante flexión y extensión, mientras las fibras posteriores se tornaban oblicuas y un poco laxos durante la excursión en flexión.

La porción posterior u oblicua es un ligamento capsular triangular, proviene desde el epicóndilo interno femoral para insertarse inmediatamente por debajo de la superficie articular posterior entremezcladas con fibras provenientes del plano profundo y un tercio de sus fibras sobre el borde del menisco interno.

El plano profundo se encuentra conformado por la cápsula articular propiamente dicha y por el ligamento colateral interno profundo:

Este ligamento se dispone en fibras anteriores, medias y posteriores.

Las fibras anteriores son delgadas y con poca importancia funcional. Están separadas del ligamento superficial por una bursa (bursa de Voshell) de gran importancia en la inspección semiológica, por asiento de procesos inflamatorios en especial en las mujeres. Las fibras medias son fibras verticales cortas, siendo estas más anchas pero a su ves más desordenadas en comparación con el ligamento superficial.

Su inserción proximal es en el epicóndilo interno femoral, un poco por debajo de la inserción del ligamento superficial para insertarse sobre porción media del borde periférico del menisco interno conocido como el ligamento meniscofemoral y de allí se desprenden fibras que se insertan inmediatamente por debajo de la superficie articular y se conoce como el ligamento meniscotibial.

Las fibras posteriores son fibras gruesas que se unen con fibras de inserción del semimembranoso y del ligamento superficial su porción oblicua.

Lea También: Lesiones del Ligamento Colateral Interno, Biomecanica

Epidemiología

Las lesiones del ligamento colateral interno de la rodilla es una de las principales causas de consulta de lesiones deportivas de rodilla. Su incidencia probablemente puede ser aún mayor a la conocida estadísticamente ya que la mayoría de los esguinces grado I nunca llegan a ser consultados a un médico.

En el caso del alto rendimiento su seguimiento puede ser mejor, debido al control que se puede tener sobre muchas otras variables, específicamente en el fútbol profesional, las lesiones del LCI son relativamente frecuentes, debido a la gran cantidad de movimientos específicos que tienden a llevar la pierna en valgo, o la posibilidad de que ocurra un trauma directo en varo cerca del eje de rotación de la rodilla con el pie fijo al suelo, mecanismo que provoca ruptura mayor del LCI con posible compromiso de otras estructuras.

En el equipo de fútbol Santa Fe DC durante un año de seguimiento epidemiológico sistematizado estricto, se encontró que de un total de 300 consultas el 78% correspondieron a lesiones o problemas derivados de la práctica del deporte. Cerca del 5% correspondieron a lesiones del LCI en todos sus grados, siendo más comunes las de primer grado, mientras que las lesiones del LCE fueron solo del 0.5%, Gráfica 1. La probabilidad de que un jugador tenga una lesión del LCI en un período de un año del 0.26. Es decir que la cuarta parte de los jugadores sufrirán algún grado de lesión del LCI. Estos datos justifican la intervención profiláctica y rehabilitadora pronta y adecuada.

 Jugadores de futbol y lesiones deportivas

Estas lesiones pueden ser por traumatismo directo o indirecto.

Su mecanismo indirecto compromete movimientos valgizantes y de rotación.

Esguinces grado III son poco frecuentes sin trauma directo o movimiento valgizante. Fettto y Marshall:

han encontrado que un gran porcentaje de las lesiones del ligamento se acompaña de lesiones en otras estructuras.

Es así como el 20% de los esguinces grado I, el 52% de los esguinces grado II y el 78% de los esguinces grado III Gráfica 2, se presentan con lesiones concomitantes.

La estructura generalmente más afectada es el ligamento cruzado anterior encontrándose comprometida en el 95% de los esguinces grado III que presentan lesión concomitante.

Meniscopatías han sido encontradas en un 0-5% de las lesiones ligamentarias mediales.

Miyasaca et. al. en California demostró que estas lesiones ligamentarias mediales se asociaban principalmente con actividades deportivas destacándose es esquí, béisbol, fútbol americano, fútbol y baloncesto en personas mayores de 14 años.

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VER 1 comentario

  1. Ceferino Gerardo cayo dice:

    La verdad que me fue dé mucha advertencia porque tengo Los ligamentos interno rotura completa grado 3