Aerobiología en los Países Tropicales

Discusión sobre la aerobiología en países tropicales

A diferencia de la gran información existente sobre alergia a pólenes de árboles, gramíneas y partículas de hongos en los países situados en las zonas templadas del planeta, hay pocos datos sobre la aerobiología en los países tropicales (12,13).

Investigaciones realizadas han mostrado que en estas latitudes no existen, o son poco ABUNDANTES, especies de plantas inductoras de alergia y el número de granos de polen en la atmósfera es menor.

La alta humedad presente en los trópicos, al igual que las fuertes lluvias, se consideran factores que interfieren con la difusión de los pólenes.

En las zonas altas de las montañas del trópico, la producción de pólenes se ve disminuida por la baja floración de las plantas en las condiciones climáticas allí presentes (4, 5).

En Colombia se han realizado algunos estudios de aerobiología (6, 7, 8, 9, 11) . Según Sánchez Medina y col. (6) quien primero escribió en Colombia sobre pólenes fue Villaveces en el año de 1947.

Este autor consideró que los pólenes de Poa pratensis, Plantago lanceolata, Rhumex crispus y Eucalyptus sp. fueron los más observados en la sabana de Bogotá.

Posteriormente, en 1949, Cuervo hizo la mismas observaciones (6). En los trabajos de Naranjo en Cali se observó que los pólenes de gramíneas eran los más abundantes (5).

Los primeros ESTUDIOS sobre la presencia de hongos en la atmósfera fueron realizados por Alvarez (9) y Rincón (8) en Cali y Bucaramanga respectivamente, usando metodologías similares, mostrando que los hongos más reconocidos fueron Penicilium, Hormodendrum, Monilia, Aspergillus y Fusarium.

Estudio de Sánchez Medina

En el estudio de Sánchez Medina (6) se observó que las gramíneas eran las partículas más observadas en el ambiente de la sabana de Bogotá, con un mayor número en noviembre, diciembre y enero.

Pólenes de diversas especies de árboles como Acacia, Alnus sp (álamo), Quercus robur (roble), Populus, Eucalyptus, fraxinus (urapán) y juniperus fueron encontrados en bajo número. Siendo entre ellos, el más frecuente el de Acacia.

Es interesante hacer notar que la presencia de pólenes de urapán fue mínima, con algunos pocos granos presentes durante los meses de agosto y septiembre, información que contrasta con el más reciente trabajo de Leal y col. (11) quienes hallaron que el polen de urapán, junto con el de ciprés y pino fueron los de mayor representación.

En nuestro trabajo, realizado durante el período de un año, se encontró un mayor número de partículas de hongos que de pólenes de árboles y malezas y esporas de helechos, en consistencia con lo observado por Hurtado en Caracas (14) y Leal en Bogotá (11).

Globalmente, estos trabajos han mostrado que el número de partículas de hongos supera en una proporción de 10 a 50 veces el número de partículas de polen.

Publicaciones de otras localidades tropicales como Singapur, han mostrado la abundancia de partículas de hongos durante todo el año. Así como la presencia de sensibilización a diversas especies como Curvularia spp, y Dreschlera spp.

Además, la exacerbación de síntomas alérgicos en los pacientes estuvo asociada a variaciones locales en el perfil de esporas aéreas (15).

(Lea También: Partículas de Hongos)

Los granos de polen:

Constituyeron el 13,4 % del total de partículas observadas en el presente trabajo, correspondiendo el 65,5% de ellas a pólenes de árboles. Siendo las especies más frecuentes el yarumo , el árbol de pan y el ciprés. El 54,9% de los pólenes de árboles observados en Bucaramanga fueron de Cecropia peltata.

La crecopia es un árbol propio de la vegetación tropical de América, presente desde México a Brasil. La Cecropia peltata es la especie más frecuente en Ecuador, Colombia y Venezuela.

Es un árbol de rápido crecimiento que coloniza fácilmente los sitios donde se ha alterado la flora original y produce en cantidades ABUNDANTES un polen pequeño. Este es biporado, de 9×11 micras de diámetro (Figura 5).

Hurtado en el año de 1984 describió por primera vez la presencia de este polen en la atmósfera de la ciudad de Caracas (16), en donde hasta el 20% de los pólenes de árbol correspondieron a Cecropia (17).

Imagen miscroscópica del polen de Cecropia peltata

Figura 5. Imagen miscroscópica del polen de Cecropia peltata (400X)

El polen de Cecropia ha sido observado también en Barquisimeto (Venezuela) y en Bogotá. En esta última ciudad se encontró a pesar de que el yarumo no crece en pisos térmicos fríos, y fue la única planta nativa con recuentos significativos (3,4%) luego del urapán (38,7%), ciprés (35,1%), pino (11%) y eucalipto (4,7%), todas éstas plantas foráneas (17,18).

En un ESTUDIO no publicado realizado en la ciudad de Quibdó se observó que el polen de Cecropia representaba cerca del 90% del total de polen recolectado (18). Estudios adicionales en otras ciudades de Colombia dilucidarán si el polen de Cecropia es el más observado en localizaciones por debajo de los 2000 metros.

Observaciones preliminares realizadas por Rodríguez y col. han demostrado que este polen tiene capacidad alergénica; el 2,9% de un grupo de 207 pacientes con alergia respiratoria tuvo pruebas cutáneas positivas a un extracto crudo, al parecer de baja potencia (18).

Llama la atención que el polen observado con mayor frecuencia luego del de Cecropia correspondió al del árbol del pan (Artocarpus altilis):

Un árbol probablemente originario de Malasia, introducido a América en el siglo XVIII, perteneciente a la familia de las MORACEAE. Las inflorescencias masculinas se hallan agrupadas en una estructura en FORMA de bate, alargada, de color amarillo, que contiene gran cantidad de partículas de polen.

Este árbol tiene una amplia distribución en América, desde el sur de los Estados Unidos hasta Bolivia.

En Caracas, el polen de esta planta constituye el 1.6% de las partículas observadas (14). No ha sido descrito en los estudios aerobiológicos realizados en Colombia.

Tampoco se tiene información sobre su poder sensibilizante. Sin embargo, otros árboles pertenecientes a la familia de las MORACEAE como la morera (Morus alba), productora de polen entre los meses de marzo y abril son causa de alergia en la Florida (12) y es una causa importante de rinitis en el estado de Arizona (19). A esta misma familia también pertenece el Iroko (Cholorophora excelsa) planta que puede ocasionar dermatitis, asma ocupacional y rinitis (20, 21). En Alemania se describió un paciente que desarrolló un síndrome de alergia oral luego de comer el fruto del Artocarpus integrifolia (jackfruit), una fruta de la misma familia del árbol del pan (22).

Los pólenes de gramíneas fueron los segundos en importancia. También se encuentran presentes en pequeñas cantidades durante todo el año, con un claro pico estacional en el mes de noviembre; igual observación realizó Hurtado en Caracas (14).

Imagen microscópica del polen de Artocarpus altilis

Figura 6. Imagen microscópica del polen de Artocarpus altilis.

El presente ESTUDIO fue realizado utilizando un método gravimétrico, el recolector de Durham, el cual tiene la ventaja de su simplicidad y economía. Su eficacia depende del tamaño y concentración de partículas, la velocidad, dirección y turbulencia del aire.

Los métodos de impacto como el rotorod y los de succión como el de Burkard son los más utilizados en el momento. Ya que permiten conocer el número de partículas por unidad de volumen y posibilitan estudios comparativos temporales y espa-ciales. En el estudio de Leal y col. se utilizaron varios métodos.

Si bien los volumétricos regis-traron un recuento superior al de Durham, especialmente en el número de partículas de hongos. El tipo y la proporción de ellas entre los diferentes sistemas de captura fueron similares (11); por tanto, a pesar de las limitaciones inherentes al recolector utilizado. Los resultados obtenidos en el presente estudio muy probablemente reflejan la verdadera distribución de las partículas aerotransportadas en Bucaramanga.

Es de destacar que los pólenes correspondientes a los árboles que se encuentran en mayor número en la ciudad de Bucaramanga como el Oití (Licania tomentosa), guayacán rosado (Tabebuia rosea), gallinero (Pithecellobium dulce), pata de vaca (Bauhnia kalbreieri) y falso sauce llorón (Callistemum lanceolatum), no tuvieron mayor representación en los recuentos de polen.

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