De la Bioética a la Biopolítica
Sus Desafíos de Cerca al Siglo XXI
(Reflexiones sobre el conflicto armado colombiano)
José D. Cardona Arias*
Resumen
Se hacen algunas consideraciones generales sobre la Bioética. Se considera que el concepto inicial de Bioética no es suficiente, enfrentado a los nuevos desafíos que tiene la humanidad.
Por eso se afirma que más que una Bioética global debe dársele vigencia a una Bioética profunda que “demanda reflexión sobre la supervivencia a largo plazo, en términos de la naturaleza de la existencia humana”. Se afirma la existencia de un conflicto social y armado en Colombia. (Lea también: La Bioética Frente al Conflicto Colombiano)
Bajo estas premisas se analiza la contribución de la Bioética a la solución de conflictos y, de acuerdo con sus postulados, a la convivencia pacífica, teniendo en cuenta la dignidad humana, la justicia social y el respeto por la vida y los derechos fundamentales como contribución a la paz.
Palabras claves: Bioética política, Conflicto, Derechos Humanos, UNESCO, Sociedad Civil, Ética del Siglo XXI, Proyecto de Ética mundial de Küng.
Introducción
Se puede decir que la Bioética tuvo dos orígenes. Nace en 1971 de manera simultánea en dos lugares distintos: por una parte, la “Bioética aplicada o clínica” se origina en la Universidad de Georgetown con el médico André Hellegers a la cabeza; por otro lado, la “Bioética global o ciencia de la vida” se inicia en la Universidad de Wisconsin, gracias a Van Rensselaer Potter quien se pregunta por el futuro de la humanidad y de los sistemas biológicos a largo plazo.
El término “Bioética global” surge con Potter en la década de los ochentas, significando con ello que el concepto inicial de la Bioética no es suficiente de cara a los nuevos desafíos que tiene la humanidad.
Será insuficiente si no tiene en cuenta las transformaciones que está experimentando el paradigma científico de la ciencia moderna, y más que global, debe ser una “Bioética profunda que demanda reflexión sobre las cuestiones de la supervivencia a largo plazo en términos de la naturaleza de la existencia humana”. (1)
La Bioética busca una nueva forma de usar el conocimiento científico para la mejoría y supervivencia de la humanidad. Esta manera de cómo usar el conocimiento es llamado por Potter “Bioética Política”.
Potter percibía que la “supervivencia futura a largo plazo se reduce a un asunto de Bioética y que, por lo tanto tendrá que desarrollarse una Bioética Política” La Bioética hace referencia a la interacción entre las personas y los sistemas biológicos, mientras que la Bioética Política es fundamental en la toma de decisiones y en la creación de políticas acertadas.
Potter insiste en que en un mundo globalizado, la Bioética ha de evolucionar y convertirse en una Bioética política. La acción política para la supervivencia social a largo plazo constituye un mandato bioético, es decir, el destino común de la humanidad es una responsabilidad eminentemente política.(2)
Bajo estas premisas cabría preguntarnos si la Bioética puede contribuir a la solución de los conflictos. Algunos analistas niegan esta posibilidad. Vivimos en una sociedad anárquica, sin principios permanente. Los principios bioéticos de autonomía, beneficencia y justicia, son de por sí normas de vida que nos deben conducir a una convivencia pacífica. La calidad de vida significa también vivir en paz, lo que supone un respeto a la vida.
No se puede vivir en paz mientas se eterniza una situación de injusticia. En la actualidad toda la gente habla de Bioética y desde la Bioética se habla de todo, inclusive de paz. No se puede ser bueno en una sociedad injusta, decía Aristóteles. (3) La paz es la expresión máxima del bien, es un imperativo ético-bioético, es una agenda de la Bioética. La presencia de la paz es el principio de beneficencia y ausencia de maleficencia
La Bioética entonces deberá tener responsabilidad de proveer las estrategias para ubicar los problemas éticos y darles solución, debiendo hacer claridad sobre sus limitaciones, pero comprometiéndose con los sectores más vulnerables de la población.
El desarrollo que ha alcanzado la Bioética en todo el mundo desde que Potter utilizara el neologismo hace 35 años, como disciplina multidisciplinaria e interdisciplinaria, con fundamentos éticos, filosóficos y antropológicos, se pone de manifiesto en la variadísima gama de temas y en la diversidad de enfoques, dentro los cuales tiene cabida la problemática social y de violencia que sufre nuestro país, vinculada directamente con la violación sistemática de los derechos humanos: siendo así cualquier tema discutible del proceder humano puede ser convertido hoy en un problema bioético.
Esta reflexión surgida de la interpelación de la teoría ética, se ha extendido al ámbito total de la cultura y la deliberación contemporáneas.
Se acepta que la ética del siglo XXI es la Bioética. La sola lucha por la equidad, la observancia de los derechos humanos, la libertad y la solidaridad, son de por sí una contribución a la paz y deben ser temas bioéticos obligados como aportes a una convivencia pacífica. Hay necesidad de desarrollar la paz mediante una cultura de los derechos fundamentales. (4 – 5)
En las etapas iniciales la Bioética tuvo que ver con los dilemas éticos generados por el desarrollo de la Medicina; después se amplió a todas las ciencias biológicas. En el siglo XXI ha adquirido mayor trascendencia por el manejo que ha querido darle a toda la problemática humana, comoquiera que es la ciencia de la vida.
Es importante recordar, que el profesor Michel Foucault ha hecho importantes consideraciones en torno al tema del bio-poder y de la bio-política.
El término biopolítica es originariamente focaultiano. Focault entiende por biopolítica “las estrategias a partir de las cuales la vida, entendida como un todo es manipulada en el mundo capitalista por mecanismos de estandarización y control, a tal punto que la vida humana queda asfixiada.
La salida en este caso para Focault, es la resistencia y la disidencia de las minorías” (1-6). En nuestra convulsionada sociedad actual, también asfixiada, la salida de la crisis no sería la resistencia de las minorías, sino la liberación de las mayorías, teniendo en cuenta que lo que para los primeros mundos son las minorías intelectuales, para los terceros mundos son las mayorías excluidas, conceptos bastante reales y prácticos.
Justificación
La Bioética Política es un instrumento social cuya aplicación en el mundo de hoy está plenamente justificada. Más allá de los asuntos clínicos, la Bioética se propone reflexionar sobre su relación con la política en la sociedad contemporánea, pretendiendo ir más allá de las normas jurídicas que rigen a los ciudadanos y a la sociedad.
Pierre Cür, coordinador del curso de formación en Bioética de la red europea “Medicina y Derechos Humanos”, dice que “la bioética concierne esencialmente al ser humano, en relación con sus factores ambientales – naturaleza – cultura – sociedad, y su campo es más vasto y mucho más interdisciplinario que el de la ética biomédica”… la caracteriza el pluralismo, el multiculturismo y la transdisciplinaridad, yendo más allá de las deontologías que definen los códigos de buena conducta de los médicos y pacientes (7).
En este contexto, la prudencia, el diálogo y la tolerancia son ingredientes fundamentales como contribución a la convivencia pacífica. La Bioética tiene como consigna la protección de la vida, un compromiso ético, científico y político.
La Bioética Política tiene como objetivos:
1. Examinar la relación existente entre las políticas actuales y la bioética.
2. Analizar el impacto político, económico y social de la Biotecnología.
3. Exponer los alcances de la justicia social como problema político.
4. Estudiar desde la perspectiva Bioética los más importantes temas de la agenda política global: ecología, derechos humanos, desarme, pobreza, biotecnología, guerra, terrorismo, entre otros.
5. Examinar la crisis colombiana a la luz de la Bioética.
6. Profundizar en el Bioderecho como resultado de la biopolítica.
Se desarrolla en el ámbito de la ética de la sociedad civil, llamada también ética cívica y que surge en el seno de una sociedad democrática. Sería una ética racional, pluralista y laica, que se preocupa por la dimensión ética de la vida humana en cuanto a su trascendencia en la sociedad civil. Es un llamado para que en los problemas de injusticia social, sobre todo en el ámbito de la salud, se desarrollen políticas con mayor sentido ético y humano.
La Bioética desde sus comienzos, se identifica históricamente con la mentalidad emergente del movimiento de los Derechos Humanos surgido en los siglos XVII y XVIII, corroborado en el juicio de Nuremberg en 1947 y con la Declaración Universal de los Derechos del Hombre en 1948. (8)
Más allá de la ética aparece la Bioética como la filosofía del siglo XXI y se discute si es la ética del siglo XXI como lo afirma el filósofo Guillermo Hoyos o es una ética aplicada, práctica, como lo dice el profesor Diego Gracía. (9), concepto que también comparten analistas como Gafo y Maturana. Hoyos afirma que la Bioética es ética aplicada y debe tener una fundamentación moral. La ética en el siglo XXI será Bioética o no será nada.
Sin entrar a polemizar, constituye un gigantesco esfuerzo para encontrar respuestas a las innumerables inquietudes generadas por la compleja y difícil sociedad actual, y su incapacidad para construir por sí sola el bienestar que la humanidad espera.
En los últimos 30 años transcurridos, la Bioética ha crecido en forma extraordinaria, habiendo llegado a decirse que “la bioética ha salvado a la Ética Filosófica (11), la bioética será la ética del siglo XXI”, o que, incluso “el Tercer Milenio será la Era de la Bioética global o la era de la Anarquía”. (12)
La bioética nace en medio de una verdadera explosión biotecnológica, como expresión de la profunda convicción sobre la incapacidad radical del conocimiento científico y del programa tecnológico para construir, por sí solos, el bienestar de la humanidad. Antes de proseguir estas reflexiones es conveniente hacer unas consideraciones generales sobre el conflicto armado.
* Médico de la Universidad Nacional del Litoral, en Rosario, República Argentina. Especialista en Neumología y Cirugía de Tórax en Argentina, Chile, Brasil y España. Especialista en Bioética. Universidad Javeriana 2007. Miembro del Instituto Colombiano de Estudios Bioéticos – Miembro de número de la Academia Nacional de Medicina. Email: jdcardona@cablenet.com
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