Historia de Brown-Sèquard y su Síndrome, Discusión

El estudio de una estructura tan fina como la médula espinal supone un cierto avance tecnológico razón por la cual en principio éste se limitó de alguna forma a la experiencia reunida al observar los hallazgos en individuos y también en animales con lesiones medulares traumáticas y experimentales y al reporte de dichos casos10.

Las primeras descripciones se remontan a la antigüedad, cuando Herófilo propuso la existencia de un “cordón espinal” como prolongación caudal del romboencéfalo; más adelante Galeno en el segundo siglo de nuestra era, estudió los elementos óseos y ligamentosos que componen la columna y describió las raíces nerviosas como conexión entre el cerebro y los músculos.

Observó además que a medida que descendía el nivel de la lesión a nivel espinal, descendía también el nivel donde empezaba la pérdida de la sensibilidad o las habilidades motoras; también describió que una lesión en una mitad de la medula, producía déficit motor sólo en ese lado por medio de secciones que llevaba a cabo en forma experimental en animales, especialmente monos y micos11,12.

Durante los años siguientes no se hicieron contribuciones más detalladas al estudio de esta estructura. (Lea también: Artículo Científico: Breve Historia de Brown-Sèquard y su Síndrome)

En 1666 gracias a la contribución del anatomista Gerard Blasius se conocieron las primeras descripciones de las raíces nerviosas anteriores y posteriores así como la diferenciación entre sustancia blanca y sustancia gris en la medula.

A partir de allí, otros anatomistas como el suizo Johann Jacob Huber hicieron descripciones detalladas de las estructuras medulares, las raíces medulares y los ligamentos dentados y a partir de sus observaciones, el francés Félix Vicq d’Azyr continuó con la idea de dividir la médula en haces de fibras nerviosas como columnas posteriores, laterales y una comisura blanca anterior y también dividirla en mitades con lo que explicaba entonces las hemiplejías10.

Alrededor de 1811, Sir Charles Bell, fisiólogo inglés, realizó la descripción de las funciones motoras y sensitivas de las raíces anteriores y posteriores respectivamente y algunos años después, el alemán Benedict Stilling inventó el micrótomo, y gracias a éste, a los avances en las técnicas histológicas y a la aparición de técnicas de congelación mediante las cuales se podía estudiar bajo el microscopio pequeñas secciones o series de láminas de médula espinal se logró una descripción más detallada.

Fue entonces cuando Brown-Sèquard inició la era moderna en el estudio de la médula espinal.

En 1846 describió la decusación de los tractos sensitivos y con la descripción del síndrome que lleva su nombre, Brown-Sèquard describió cómo las fibras de algunos tipos de sensibilidad como el dolor y la temperatura, se decusan en niveles cercanos a su entrada a la médula.

Su tesis doctoral se dividió en dos partes: en la primera y mediante estudios en ranas, describía como inmediatamente después de la sección medular ocurre pérdida de los reflejos, con posterior exacerbación de éstos y en la segunda parte se exponen algunos efectos al lesionar diferentes partes de la médula espinal siendo éste el tema de sus estudios subsiguientes14.

Hacia el final del siglo XIX, el anatomopatólogo suizo Rudolph Albert von Kölliker realizó descripciones mucho más precisas de los haces nerviosos en las astas de la médula, de su paso a través de la sustancia gelatinosa, la sustancia gris y su distribución en las diferentes columnas. (Ver también: Síndrome de Brown-Sèquard)

Gracias a Foerster se conoció la distribución por dermatomas y a partir de allí, múltiples personajes como Gowers, Lissauer y Goll realizaron descripciones de diferentes tractos que hasta hoy llevan sus nombres.

Finalmente el anatomista Bror Rexed realizó a mediados del siglo XX la descripción de la organización laminar de la sustancia gris de la médula siendo éste uno de los últimos grandes descubrimientos que se ha realizado sobre el tema de la estructura medular hasta nuestros días10.

Charles Edouard Brown-Sèquard (1817–1894)

charles Edouard BrownCharles Edouard Brown-Sèquard nació en Port Louis, Islas Mauricio el 8 de Abril de 1817 y a pesar de ser éstas, colonia británica se dice que aprendió inglés sólo en 1852. Fue hijo de un marinero americano de ancestros irlandeses que desapareció poco antes de su nacimiento y de una madre francesa y como tal fue educado enteramente en la cultura y tradiciones francesas. Brown-Sèquard inicialmente quería estudiar literatura y ser escritor y luego del rechazo de varios de sus escritos y persuadido por algunos amigos decidió convertirse en médico.

Se mudó con su madre a París para iniciar su carrera y ella murió cuando el era aún estudiante; algún tiempo después de la muerte de su madre añadió el apellido de ésta a su apellido paterno como tributo a su memoria, aunque según dijeron algunos de sus críticos, esta decisión tuvo que ver más con un afán vanidoso de diferenciarse de los otros científicos de apellido Brown de la época1

Se graduó en 1846 a la edad de 29 años con una tesis acerca de las vías sensitivas en la médula espinal que inició una serie de estudios dedicados a éste tema.

En general Brown-Sèquard demostró que no todas las fibras sensitivas viajan a través de la región posterior de la médula como habían propuesto sus antecesores y que las diferentes modalidades sensoriales eran transmitidas por diferentes haces de fibras.

Mediante experimentos realizados lesionando diferentes partes de la médula, demostró que la decusación de las fibras nerviosas no sucedía exclusivamente a nivel del tallo cerebral, sino que en ocasiones ocurrían alteraciones contralaterales al lado lesionado1.

En 1849 Brown-Sèquard publicó por primera vez la descripción del síndrome que lleva su nombre y que se ha convertido en su más reconocida contribución4,14.

Otras contribuciones importante de Brown-Sèquard al conocimiento sobre el Sistema Nervioso se refieren a la demostración del control vasomotor que ejerce el sistema simpático mediante experimentos que involucraban la cadena simpática cervical, también hizo énfasis en el estudio de los reflejos en las enfermedades neurológicas y en la importancia de realizar descompresión rápida en pacientes con algunas lesiones medulares entre otras1.

Menos conocida es su contribución a la endocrinología, donde sus experiencias fueron de alguna forma opacadas y en ocasiones ridiculizadas.

En 1856 demostró que la remoción de las glándulas suprarrenales de forma bilateral en animales de experimentación tenía como consecuencia la muerte en las siguientes 24 horas.

Años después y hacia el final de su carrera; declaró en una reunión de académicos en París que él se inyectaba una solución de extracto testicular y líquido seminal de algunos animales con el fin de rejuvenecerse y lograr un aumento en su poder mental y fuerza física.

Esto inició una gran controversia y un sinnúmero de críticas en el ámbito científico incrementadas además cuando la idea de su extracto empezó a ser utilizada por charlatanes.

Brown-Sèquard proveía la sustancia a algunos médicos con el fin de que estos le reportaran sus experiencias y finalmente al no lograr reunir evidencia suficiente acerca de la efectividad de ésta, se defendió de las acusaciones alegando que sus planteamientos habían sido interpretados erróneamente por la comunidad científica.

En sus últimos reportes Brown-Sèquard declaraba con poca modestia que había sido él quien había dado inicio a la endocrinología como disciplina y a la organoterapia como alternativa de tratamiento de enfermedades mediante extractos de órganos de animales.

Se vislumbra entonces como ésta experiencia inicia la corriente del estudio de los fluidos producidos por ciertos tejidos y el concepto de que la inyección de una sustancia induce funciones en órganos distantes.

En los años siguientes se realizaron los primeros reemplazos exitosos de hormona tiroidea subcutánea para hipotiroidismo surgiendo entonces el concepto de reemplazo hormonal1,14 (véase comentario por el Académico Alfredo Jácome R. al final de este número).

Su vida fue tan apasionante como errática, se dice que cruzó el Atlántico más de 60 veces. Como Médico y Fisiólogo fue ampliamente reconocido en Norteamérica y en Europa y ocupó diversas posiciones de importancia en varios países tanto en la práctica privada como en la vida académica. Murió en París el 1 de Abril de 18941,4.

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