Hematomas Subdurales Crónicos Unilaterales, Presentación Clínica

Resonancia magnéticaEl 50% de los hematomas subdurales crónicos se presentan con síntomas generales de hipertensión intra craneana, como son cefalea, náuseas y vómito.

Otros pacientes presentan síntomas de lesión o compromiso encefálico que se manifiestan con cuadros clínicos de demencia, de accidentes cerebro-vasculares, de lesiones neoplasias intracraneanas o de hidrocefalia[ 1,2,8-15], cuadros consistentes especialmente en alteraciones cognitivas, con alteraciones de la atención, de la memoria, del control de los esfínteres y en cuadros foca les neurológicos como hemiparesias, afasias o ata xias[1,2,8-10,14-15].

La presencia de los hematomas también puede dar síntomas de irritación cortical que se manifiestan como crisis convulsivas focales o generalizadas, como cuadros vasculares cerebrales transitorios y como alteraciones en el comportamiento similares a cuadros psiquiátricos[1,2,8-10,16,32-38]. (Lea también: Hematomas Subdurales Crónicos Unilaterales, Fisiopatología)

Diagnóstico

El diagnóstico del hematoma subdural crónico se realiza actualmente con las imágenes de Tomografía Computadorizada o de Resonancia Magnética Cerebral.

En las Tomografías Computadorizadas se puede presentar el fenómeno de la imagen isodensa entre el hematoma subdural y el parénquima cerebral, dificultando la visualización correcta de estas lesiones subdurales[1,2,8-10,39-40].

Tratamientos Quirúrgicos

Se acepta que son quirúrgicos los hematomas subdurales crónicos mayores de un centímetro de profundidad y aquellos que producen síntomas neurológicos.

Se han ideado muchas técnicas quirúrgicas para tratar esta patología intracraneana, iniciando por unatrepanación o trefinación simple y drenaje del hematoma, pasando por dobles o múltiples trepanaciones; con drenajes externos abiertos o cerrados, en los cuales se han incluido sistemas de drenaje con presión negativa; craneotomías pequeñas o amplias con resección de las membranas neoformadas, y recientemente, con los avances tecnológicos, se están realizando trepanaciones con drenaje y debridamiento de las lesiones con neuroendoscopios.

Encontramos gran cantidad de artículos con series de casos en la literatura médica, don de se describen y comparan diferentes técnicas quirúrgicas, los resultados obtenidos, la morbilidad, la mortalidad y las complicaciones [1,2,8-10,41-62].

En un estudio reciente de Weigel y colaboradores [ 59], analizaron la literatura médica y las series de casos publicados, con criterios de medicina basada en evidencias o resultados de los diferentes tratamientos para los hematomas subdurales crónicos; refieren haber encontraron en la revisión que, la trepanación única con drenaje o sin drenaje y la trepanación con sistema cerrado, deben ser consideradas las técnicas quirúrgicas de primera opción en el tratamiento quirúrgico de esta enfermedad, y la craneotomía debe ser valorada como una segunda opción.

En el articulo igual mente los autores refieren no haber encontrado aportes nuevos en el tratamiento de los hematomas subdurales crónicos en los últimos 20 años.

Se han descrito 3 indicaciones para realizar craneotomía con resección de las membranas neoformadas en un hematoma subdural crónico[2,8-10,59]: cuando el hematoma es sólido y no se puede drenar con irrigación; cuando posee múltiples membranas engrosadas con cavitaciones múltiples; y cuando hay recidivas permanentes del hematoma, tratado con trepanaciones o con craneotomías pequeñas.

Complicaciones

Las complicaciones del hematoma subdural crónico se producen unas por la lesión en sí misma al causar daño e irritación sobre el parénquima cerebral con efecto de masa local, y otras por hipertensión intracraneala con desplazamiento y compromiso de las estructuras encefálicas o vasculares intracranealas a través de las estructuras meníngeas.

Las complicaciones neurológicas más frecuentes son crisis convulsivas, edema e isquemia cerebral, acompañadas de mortalidad causada por la edad de los pacientes[1,2,8,31-62].

Otras complicaciones están asociadas a los procedimientos quirúrgicos y a la evolución postoperatoria. Las más frecuentes son recidivas de los hematomas, hemorragias parenquimatosas, hemorragias epidurales, empiemas subdurales y la falta de expansión del cerebro, que se puede acompañar o no de neumoencéfalo a tensión[1,2,8-10,40-62].

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