Homenajes: Académico Honorario Mario Camacho Pinto

Académico Dr. Germán Peña Quiñones

Agradezco a la Junta Directiva de la Academia por el privilegio de que he sido objeto al haber sido escogido para hacer una remembranza de la vida del Académico Mario Camacho Pinto, que es muy bien conocida por los miembros de la Academia y que debe ser exaltada como un modelo a seguir por las generaciones venideras.

Si, un modelo como caballero y como miembro de familia, como médico y como académico, como neurocirujano y como hombre de ciencia, quién cercano a los 95 años de vida, continúa con su producción científica.

El Dr. Mario Camacho Pinto nació en Santa Rosa de Viterbo el 18 de diciembre de 1912; estudió en el Colegio de Boyacá en Tunja donde recibió el grado de bachiller en 1929; hizo estudios de medicina en la Universidad Nacional y recibió su doctorado en 1938, siendo antes Oficial de Sanidad del Ejército en 1936 y 1937.

Fue sucesivamente y por concurso: Interno y Jefe de Clínica Quirúrgica en el Hospital San Juan de Dios y Jefe de Trabajos Prácticos de Técnica Quirúrgica de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional des de 1938 hasta 1941 cuando viajó a Washington don de estuvo involucrado en el trabajo de Freeman y Watts y aprendió la técnica de la psicocirugía, que vendría a emplear en el Asilo de Locas. También estuvo en el Servicio del Dr. Dandy en Johns Hopkins como “Volunteer Assistant”.

El 8 de abril de 1943 fue nombrado Cirujano Neurólogo del Asilo de Locas de Bogotá, sitio donde había trabajado desde octubre de 1942 y donde practicó en asocio del Dr. Luís Jaime Sánchez, lobotomía bilaterales (Lobulotomías) a 12 pacientes “enfermas crónicas, portadoras desde largo tiempo de graves psicopatías”.

Posteriormente viajó a Nueva York donde fue Fellow y luego Residente en el Servicio de Neurología y Neurocirugía del Bellevue Hospital en 1944, bajo la dirección del Dr. Foster Kennedy; posteriormente fue residente de neurocirugía en el Instituto Neurológico de Nueva York, Presbyterian Medical Center, Universidad de Columbia en 1944 y 1945 donde trabajó con los Drs. Stookey y Scarff hasta que recibió una carta del Dr. Edmundo Rico, que le decía “véngase inmediatamente…”.

Honorario Mario Camacho PintoA su regreso a Colombia fue nombrado “Cirujano Neurólogo para el servicio científico del Hospital San Juan de Dios, el Manicomio de Varones y el Asilo de Locas” el 4 de Julio de 1945; allí fue Jefe de Clínica Neuro psiquiátrica e inició el servicio de neurocirugía, donde practicó la primera arteriografía cerebral.

Tuvo la oportunidad de conocer al Dr. Carlos Fajardo Herrera, quién en esa época practicó estudios de aire para diagnóstico neurológico.

Fue nombrado por concurso Profesor Agregado de Neurocirugía, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional en 1951.

Por el acuerdo 141 de 1955, el Consejo Directivo de la Universidad Nacional aprobó la resolución por la cual se reconocía la especialidad de neurocirugía, que quedaba incluida dentro de la asignación de Clínica Quirúrgica. Desde 1962 hasta 1968 fue Profesor Asociado, elegido por concurso, en el Hospital San Juan de Dios. (Ver: Homenajes: Académico Dr. Mario Camacho Pinto, Académico Dr. J. Hernando Ordoñez Garay y Académico Dr. Juan Di Doménico Ruggiero)

El Dr. Camacho ha ocupado muchos cargos entre los cuales está: Oficial de Sanidad del Ejército, Médico del Hospital Militar de Leticia, Neurocirujano del Hospital Militar de Bogotá (San Cristobal), Director Científico del Hospital Neuropsiquiátrico de Sibaté y de la Clínica de Nuestra Señora en Bogotá, pero ante todo ha sido un neurocirujano particular “ininterrumpidamente”, como el mismo se ha autocalificado.

Ha publicado más de 44 trabajos científicos además de la Historia de los Congresos Latinoamericanos y ha recibido más de 42 distinciones durante su carrera. Asistió al segundo Congreso Sud-Americano de Neurocirugía en Chile (Ahora Congresos Latinoamericanos de Neurocirugía) y desde entonces ha sido uno de sus más fieles participantes; fue el organizador y Presidente del XIII Congreso Latinoamericano de Neurocirugía que tuvo lugar en Bogotá en 1969.

Fue nombrado Presidente Honorario de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Neurocirugía, pertenece en calidad de miembro activo, fundador, u honorario a más de 24 Sociedades Científicas, pero lo que más lo enorgullece es haber sido Miembro Fundador y primer Presidente de la Sociedad Neurológica de Colombia, hoy Asociación Colombiana de Neurocirugía.

Durante el XXIV Congreso Latinoamericano de Neurocirugía llevado a cabo en la ciudad de Miami recibió como reconocimiento a su labor en la Federación Latinoamericana de Sociedades de Neurocirugía, la Medalla de Honor, distinción reservada a quienes han prestado un destacado servicio a la Federación y a los Congresos Latinoamericanos. El Gobierno Nacional le otorgó la Medalla al Mérito Asistencial Jorge Bejarano.

También ha sido Magistrado de los Tribunales de Ética Médica de Cundinamarca y Nacional. En su último libro publicado, “De la Neurocirugía a las Neurociencias” a manera autobiográfica resume en su primera parte, no solo las realizaciones ejecutadas durante mas de sesenta años de vida profesional, sino además, aporta datos muy importantes para conocer la historia del comienzo y posterior desarrollo de las ciencias neurológicas en el país.

En esta primera parte anota el autor, pionero de la neurocirugía en Colombia, cómo se formaron tanto la neurología como la neurocirugía en el Hospital San Juan de Dios en Bogotá, en el servicio de neurocirugía en dicho hospital que el inició en 1945 y deja constancia del primer especialista en neurocirugía adiestrado en el país, el Dr. Francisco Lourido quién terminó su especialización en 1948 en ese servicio.

Confiesa el autor su precoz inclinación por tratar de comprender y curar las alteraciones de la mente y del comportamiento que se hace evidente desde su Tesis de Grado como médico que tituló, “Teoría Biológica de la Criminalidad” y que continuó en su primera disciplina quirúrgica, la “psicocirugía” y desde entonces ha continuado con su interés en poder descifrar y explicar las funciones mentales, sus alteraciones y sus posibles tratamientos a la luz de los conocimientos modernos, ahora que la ciencia está próxima a poder explicar el secreto de la mente y sus alteraciones.

En 1965 ingresó a la Academia Nacional de Medicina como miembro correspondiente, con el tra bajo “Alteraciones psíquicas en Neurocirugía” y desde entonces ha sido uno de los académicos más cumplidos y ha participado con gran entusiasmo en todas sus actividades; en 1975 fue promovido a miembro de número con el trabajo “El dolor en la práctica privada”; en la Academia fue miembro de la Junta Directiva y participó con gran entusiasmo en sus comisiones; en 1996 la Academia, en reconocimiento a su labor científica, a su servicio a la institución y a sus cualidades personales lo honró nombrándolo Miembro Honorario.

Hoy la Academia se honra por contarlo entre sus miembros y en reconocimiento a una vida ejemplar de Académico lo distingue con la condecoración de la Orden de la Academia Nacional de Medicina en el grado de Comendador.

Reciba Usted, Dr. Camacho, en unión de su señora esposa, Doña Margarita Samper de Camacho y de sus hijos María Margarita, Elsa, Felipe, Diego, Alberto y del Académico Luis Miguel Camacho nuestros agradecimientos por una vida ejemplar y nuestras felicitaciones por este merecido homenaje.

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