Cáncer Oral, Tratamiento
El tratamiento de los tumores malignos de la cavidad oral requiere un manejo multidisciplinario con la cooperación de especialistas calificados en diferentes ramas de la salud:
Cirujanos Oncólogos, Radioterapeutas, Oncólogos clí-nicos, Psiquiatras, Odontólogos, Cirujanos maxilofaciales, Protesistas, Terapistas del lenguaje y enfermeras especializadas. (Lea también: Cáncer Oral, La Encía)
Tratamiento del Cáncer de la Cavidad Oral
Aunque los odontólogos tienen una responsabilidad grande en el diagnóstico precoz del cáncer de la cavidad oral, no están ni preparados ni autorizados para tratar el cáncer.
El tratamiento de los tumores malignos es tan complejo que los médicos no oncólogos tampoco están capacita-dos para hacer un buen manejo terapéutico de ellos. La radicalidad de las cirugías oncológicas es un tema que se aprende después de años de subespecialización.
Sin embargo, el odontólogo es un miembro muy importante en el grupo interdisciplinario que debe manejar el trata-miento, la rehabilitación y la reconstrucción de los pacientes con cáncer oral, facial o maxilofacial.
El adecuado y apropiado tratamiento de los tumores malignos de la cavidad oral requiere de la cooperación de especialistas calificados en diferentes ramas de la salud: Cirujanos oncólogos, Radioterapeutas, Oncólogos clínicos (quimioterapia), Psiquiatras, Odontólogos, Cirujanos maxi-lofaciales, Protesistas, Terapistas del lenguaje y Enfer-meras especializadas.
Muchos factores contribuyen al pobre resultado de los tratamientos y a la baja tasa de supervivencia en el cáncer oral. Entre ellos, la malnutrición, el alcohol, el taba-co, la infección y tal vez, el más importante, el estado tan avanzado en que llegan los tumores a la consulta.
Como parte del manejo se debe instaurar una dieta rica antes, durante y después del tratamiento.
Como el uso del alcohol y el tabaco son comunes en los pacientes con cáncer oral, se deben eliminar totalmente para mejorar el pronóstico.
Se debe mantener la cavidad oral libre de infecciones, muy comunes en estos pacientes, generalmente inmuno-deprimidos y con mala higiene oral.
Las tres formas clásicas de tratamiento para las neoplasias malignas de la cavidad oral han sido la Cirugía la Radioterapia y la Quimioterapia, pero también hablare-mos de otros tipos de tratamientos ya en uso o simple-mente en plan de investigación.
La cirugía y la radioterapia son utilizadas, solas o combinadas, en un tratamiento con expectativas de cura-ción y, algunas veces, únicamente con fines paliativos.
La quimioterapia se utiliza, casi siempre, como manejo paliativo de los tumores orales y sólo ocasionalmente en tratamientos neoadyuvantes, o como alternativa citorreduc-tora en tumores muy avanzados.
El tratamiento de elección en las neoplasias orales es la cirugía.
Sin embargo cada día se estudian y se presentan nuevas alternativas de tratamiento. Enumeraré algunas:
Tratamiento biológico
Las proteínas producidas por el cuerpo estimulan los mecanismos de defensa del propio cuerpo con el fin de combatir a las células cancerosas
Anticuerpos monoclonales
Se usan para destruir ciertas clases de células cance-rosas, causando ellos poco daño a las células normales. Adept (Tratamiento enzimático con pro-fármaco dirigido por anticuerpos)
Adept pertenece a los anticuerpos monoclonales.Es un tipo de tratamiento localizado y dirigido mediante un anticuerpo monoclonal que lleva una enzima directamente a las células cancerosas. Pocas horas después de administrar el anticuerpo, se aplica el pro-fármaco. Cuando entra en contacto con la enzima, ocurre una reacción que activa el medicamento y destruye las células cancerosas, dejando intactas a las células sanas.
Tratamiento fotodinámico
Nueva terapéutica que abarca a un agente fotosensibilizante que hace a la células más sensibles a la luz y, al producir esto, causa la destrucción de las células cancerosas cuando se dirige una luz láser sobre una zona cancerosa.
Últimamente Smile-on ha comunicado varios adelantos científicos que ayudan a combatir el cáncer oral. En agosto de 2000, los experimentos más recientes efectuados con Foscan (tratamiento fotodinámico medicado), producto de la empresa Scotia Pharmaceuticals, indicaron que podría ser un tratamiento muy importante en la terapéutica del cáncer de la cabeza y el cuello.
El tratamiento fotodinámico, emplea luz a fin de activar medicamentos fotosensibles en la terapéutica del cáncer y otras enfermedades. Los estudios indican que Foscan es un procedimiento eficaz con morbilidad mínima y resultados estéticos adecuados.
El sistema ploidia DNA Fairfield [Fairfield DNA Ploidy], de la corporación Medical Solutions, permite anticipar si un paciente con leucoplasia oral encara el riesgo de presentar cáncer. La tecnología para producir imágenes digitales sirve para analizar los núcleos celulares a partir de una biopsia de cada paciente y calcular la cantidad de DNA por célula.
Se encontró que personas con una cantidad normal de DNA por célula enfrentaban un riesgo bajo de sufrir cáncer (porcentaje de supervivencia: 97%), en tanto que otras con placas blancas y cantidades anormales de DNA encararon un riesgo alto (porcentaje de supervivencia: 16 por ciento).
Tratamiento Genético
El tratamiento genético sigue teniendo una función importante en la medicina, no siendo menor en el caso de la terapéutica del cáncer. Recientemente, científicos encontraron que las interleukinas IL-2 e IL-12—dos proteínas del sistema inmunitario—combatieron con eficacia tumores orales en ratones.
Los investigadores estiman que dicho régimen alienta muchas esperanzas en el tratamiento del carcinoma de células escamosas de la cabeza y el cuello en el ser humano. Asimismo, en el verano del 2003 se descubrió que un nuevo oncogene, llamado GKLF, podría tener una función clave en la producción del cáncer oral.
Los investigadores hallaron que la expresión de GKLF es peculiar para el cáncer oral y el mamario. Por medio de pruebas, encontraron que cuando GKLF se sobreexpresó en ratones, éstos presentaron los cambios iniciales de malignidad y, al final, cáncer evidente. En la actualidad, este nuevo gene será un blanco terapéutico para el descubrimiento farmacológico y otras estrategias de tratamiento.
Cirugía
Como dijimos anteriormente el tratamiento de elección sigue siendo la cirugía, seguida por la radioterapia. La cirugía tiene, sin embargo, la desventaja que, para ser oncológicamente adecuada, debe ser radical, y siendo la cavidad oral una zona pequeña hay que sacrificar, frecuentemente, grandes estructuras anatómicas como el labio, la lengua, maxilares y en ocasiones, el ojo, la nariz, o mejilla con el consiguiente deterioro funcional y cosmético.
La radioterapia en lesiones tempranas y pequeñas, ofrece respuestas similares a la cirugía. Sin embargo en las lesiones intraorales se puede producir Xerostomía y mucositis y en las muy cercanas al hueso se corre el riesgo de causar una osteorradionecrosis. En las lesiones grandes, con compromiso muscular profundo, se prefiere la combinación de cirugía con radioterapia postoperatoria.
La quimioterapia puede potencializar los efectos de la radioterapia en tratamientos combinados. Los tratamientos combinados, son efectivos en el control del crecimiento celular en el tumor remanente.
Pues bien todos los tratamientos tienen sus secuelas. La radioterapia puede producir mucositis con infla-mación que puede involucrar la totalidad de la mucosa oral, el paciente es incapaz de ingerir alimentos sólidos y la sensación de pirosis puede llegar a ser insoportable, llegándose a casos en que es necesario suspender el tratamiento.
La Xerostomía es causada por la transformación que sufren las glándulas localizadas en las diferentes partes de la boca. Los acinos de las parotidas se afectan antes que los de las submaxilares y sublinguales y por lo tanto hay abundancia de saliva sin diluir.
La hipogeusia se presenta por lesiones en los microvellos y papilas del sabor de la lengua lo cual afecta la percepción del paciente a los sabores dulce, ácido y amargo. La caries por irradiación se sufre por el resto de la vida debido a la falta de saliva.
El edema del labio inferior y de la lengua puede dificultar la alimentación del paciente. El trismus se produce cuando hay irradiación directa sobre los maseteros pterigoideos o articulación temporo-mandibular.
La osteorradionecrosis es indudablemente la mayor complicación que se puede presentar por la radioterapia. Los pacientes con tumores donde el haz primario pasa por la mandíbula, o que la penumbra de la irradiación compromete el hueso, son altamente susceptibles a complicaciones óseas, La osteorradionecrosis puede llevar al paciente desde grandes secuestros óseos de los maxilares hasta una mandibulectomía parcial o total.
Se ha estimado que el 40% de los pacientes bajo quimioterapia, así sea para tratar tumores en sitios diferentes a la boca, desarrolla algún tipo de complicación oral, dichas complicaciones son el resultado de efectos directos e indirectos de los agentes quimioterapéuticos; la acción directa de dichos agentes es la de destruir las células de reproducción y de crecimiento rápido, pero también afectan las células normales y como las células de la mucosa oral y las del cáncer se reproducen rápida-mente, se destruyen casi al mismo tiempo, por lo cual la mucosa se hace mas delgada y se ulcera.
Los tejidos adelgazados son una puerta de entrada para las bacterias, pudiendo ser causa de infecciones sistémicas. Las drogas pueden causar neuropatías dentales o mialgias orales.
Indirectamente los agentes quimioterapicos pueden producir mielosupresión y conducir a leucopenia, neutro-penia, trombocitopenia, plaquetopenia y anemia, y el paciente se hace más susceptible a la infección y a la hemorragia.
Dentro de las infecciones más comunes esta la causada por la cándida albicans, la moniliasis. La cirugía del cáncer oral, además de las complicaciones inherentes a cualquier tratamiento quirúrgico, es un tratamiento la mayoría de las veces mutilante, ya que, como lo dijimos anteriormente, para dar unos márgenes de seguridad en un campo tan reducido hay que resecar estructuras anatómicas vecinas de gran importancia tanto funcional como estética.
Por lo anterior podemos concluir que el mejor tratamiento del cáncer oral es el diagnóstico precoz. Desafortunadamente, esto no se realiza tan frecuente y adecuadamente como debiera hacerse.
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