Académico Alfredo Jácome Roca
El padre de la música moderna, Juan Sebastián Bach, inauguró el milenio con explosiones armoniosas en todo el planeta, al conmemorarse 250 años de la finalización de su ciclo vital.
Como ya lo hemos indicado, la presidencia de la Academia ha querido intercalar las sesiones ordinarias con otras de tipo cultural y aprovechó este importante aniversario para hacer su contribución, al igual que lo hicieron otras importantes instituciones del país.
Por esta razón, el académico Roso Alfredo Cala Hederich nos obsequió con una agradable velada de antología, en la cual combinó la audición de trozos musicales que en su sentir representan lo mejor de la música del genio alemán (en ocasiones sirviendo de “melopea” o música de fondo para su presentación oral), con extraordinarios videos de paisajes y edificios por donde transcurrió la vida de uno de los tres más grandes compositores mundiales, junto con Beethoven y Mozart posteriormente.
Bach fue la máxima expresión musical de una familia de muchos miembros cuyo oficio artesanal fue tocar, enseñar, crear y perfeccionar la música, que fue exitosa “in crescendo” a partir del primer Bach, llegó a su clímax con J.Sebastián y fue paulatinamente decayendo hasta llegar a la buena calidad, mas no extraordinaria.
Bach, consciente de la importancia de su familia en ese arte (el que además representaba el “modus vivendi” de todos ellos), escribió una crónica de 53 familiares, todos de sexo masculino, con información sobre su actividad musical, acompañada de un árbol genealógico que infortunadamente se extravió.
En la Tabla 1 vemos los nombres de algunos de los más famosos. (Lea también: Ensayo Sucinto para un Ordenamiento Cronológico)
TABLA 1. Algunos músicos famosos de apellidos Bach
Nació a finales del siglo XVII en Eisenach, Alemania, donde vivió sus 10 primeros años y se inició en el violín con su padre Juan Ambrosio. Es de destacar que la casa de Bach (actualmente un museó sobre el músico) no fue en realidad su hogar de nacimiento sino otro cerca de allí, casi todo destruido, en la calle de Lutero; allí en Eisenach, en el cerro Wartburg, Lutero tradujo la Biblia del latín al alemán y en la Escuela de Gramática Latina, donde estudió Bach, también lo hizo el fundador del protestantismo.
Mueren sus padres y es recogido por su hermano mayor Juan Cristóbal (uno de los muchos Bach con ese nombre),viviendo así 5 años en Ohrdruff, estudia órgano a su lado y se convierte en aventajado organista. Luego se traslada a Luneberg, donde finaliza sus estudios.
En dos periodos diferentes reside en las cortes de Weimar, población pequeña (de unos 5000 habitantes)pero con gente muy refinada. Para esta época, ya había escrito la mayor parte de sus composiciones para órgano. En 1717 pasa a Coethen, donde sirve al príncipe Leopoldo, un calvinista.
Bach tiene mucha música sacra (recordemos las pasiones según San Mateo y según San Juan, el Magnificat, el oratorio de Navidad, la misa en si menor) y se las arregló con diplomacia para escribir piezas para la Iglesia Católica. La Tocata y Fuga con la que el Dr.Cala inició su presentación fue oída por muchos de nosotros en los órganos de las capillas e iglesias de nuestros colegios.
EI 14 de marzo de 1721, siendo Bach Director de Música de la Corte en Coethen, envió un grupo de 6 conciertos a Berlín. Estaban dirigidos a Christian Ludwig de Brandenburgo, el hijo menor del Gran Elector. No dieron los resultados esperados (ver Tabla 2), pero legaron a la humanidad algunas de las composiciones más populares de Bach.
TABLA2. Trozos musrcales escuchados en la audición sobre Bach
En 1723 viaja a Leipzig, donde trabaja hasta su muerte en 1750. El había estado casado con una prima, Maria Bárbara, y luego con Ana Magdalena; con ellas tuvo 20 hijos, de los que sobrevivieron once. Como vemos en la tabla 2, los músicos notables fueron los hombres, y algunos de ellos hubieran tenido fama grandiosa, de no haber existido su padre.
En Leipzig, una pujante ciudad alemana, tiene trabajo en exceso. Llega como Cantor a la Escuela de Santo Tomás (anexa a la iglesia del mismo nombre), pero debe supervisar el trabajo de los estudiantes en tres iglesias más. Cuando Bach se inició en la música, logro entrar al coro pues poseía una hermosa voz atiplada de soprano, que lógicamente perdió con la pubertad.
Aunque en esta ciudad Bach compuso gran cantidad de música, nunca pudo imponerse como compositor y si tuvo muchas rivalidades, así que su obra quedó un poco en el olvido hasta que Mendelsohnn (y el propio niño-genio Mozart) la resucitaran.
Como anécdotas, están allí los conciertos que daba en el elegante Café Zimmermann, donde escapaba a la rutina burocrática del colegio de Santo Tomás. Tambien, la “Ofrenda Musical” que le preparó a Federico El Grande, después de haberlo visitado en su corte, donde una noche tocó e improvisó a su gusto.
Este monarca daba conciertos de flauta todas las noches (Carlos Felipe Manuel, hijo de Bach trabajaba allí), pero el día en que “el viejo Bach” estuvo, Federico calló su flauta para dedicarse a oír al genio.
A propósito, el único cuadro realizado en vida con la figura de Bach, fue hecho por Haussman, un pintor calificado como mediocre y que tenía tendencia a repetirse en todos los retratos que hacía, por lo que la verdadera apariencia del músico sigue siendo un enigma.
Bach tuvo una cuantiosa producción musical, mas de 2000 cantatas por ejemplo. El sello Teldec acaba de sacar la obra completa en 53 CDs, 12 volúmenes. Deutsche Grammophon de Alemania, hizo algo parecido aunque tal vez no tan amplio.
Además creó el Clavecin o Clavicémbalo (instrumento de teclado llamado en inglés “Harpsychord”, con el cual se ha hecho famoso nuestro maestro Puyana)y la Viola. Con él llegó al máximo la “fuga”, composición que gira sobre un tema y su imitación, repetida con cierto artificio y diferentes tonos; fue maestro del “contrapunto”, entendido como la concordancia armoniosa de voces contrapuestas (tabla 2).
Al final de su vida, Bach empezó a perder la visión por unas cataratas, hasta quedar completamente ciego. Por dos veces intentó el oculista inglés John Taylor, establecido en Leipzig, y quien nueve años más tarde hizo lo mismo con Haendel con idénticos resultados, hacer al enfermo la operación de cataratas.
Los sufrimientos alteraron gravemente su salud; sin embargo, 10 días antes de morir recuperó la vista pero sufrió fiebres (en aquella época ni los gérmenes ni la antisepsia se conocían) y el 28 de julio de 1750, día en el que falleció, sufrió una apoplejía, lo que ahora llamamos accidente cerebro-vascular.
Bach era pletórico, irascible, con sobrepeso, propenso a este tipo de enfermedades metabólico-arteriales. Tenia 65 años al morir pero pasaron varias décadas antes de llegar a la inmortalidad.
