Reseña Bibliográfica, Conceptos Básicos en Asma Bronquial
Académico Alfredo Jácome Roca
Si hay una patología común en medicina, especialmente en pediatría, esta es el asma bronquial.
Más de cien millones de asmáticos habitan en la tierra; y aunque nunca antes se había sabido tanto de la fisiopatología de esta enfermedad, ni ha habido tantos fármacos y medios de tratarla, en un sinnúmero de casos ni los padres ni los médicos parecen encontrarle salida a tan desesperante situación.
Nadie más preparado en nuestro medio para analizar este tema que el Profesor Eduardo De Zubiría, insigne internista y reconocido alergista de la tradicional escuela de La Samaritana, que desarrollara en compañía de su hermano Roberto, y de quienes tuve la fortuna de ser alumno en 1960.
Eduardo y sus dos hijos De Zubiría Salgado (Eduardo Jr. Y Alberto) navegan con autoridad por ese mundo fantástico de los mastocitos, de los eosinófilos y de los linfocitos, de las inmunoglobulinas, de los mediadores, de las linfoquinas y de todo aquello que configura las reacciones alérgicas, el espasmo y la hiperreactividad bronquiales.
No podría tampoco faltar en la obra el capítulo sobre ácaros, de los expertos Mario Sánchez Medina y Luis Caraballo, quienes desde hace muchos años vienen investigando sobre este tema en Colombia.
El libro está elaborado con una secuencia muy didáctica, pues comienza con la epidemiología de la enfermedad y continúa, entre otros, con temas fisiopatológicos, discutiendo en detalle aquellas células y mediadores de la inflamación y de la respuesta alérgica, y en particular los anticuerpos, destacándose entre ellos la inmunoglobulina E.
Los pacientes con hiperreactividad bronquial son más dados a sufrir los ataques espasmódicos que llevan a la obstrucción de las vías aéreas, yen algunos casos a las dramáticas y peligrosas crisis asmáticas, que tan frecuentemente vemos en los servicios de urgencias y que resultan tan onerosos para nuestro sistema de salud.
El texto va acompañado de nítidas gráficas que ayudan a recorrer los senderos de la biología molecular por donde se desenvuelve la obra, que recuerda una ya muy famosa entre nosotros, la Inmunología del doctor William Rojas. La bibliografía es abundante, bien seleccionada y actualizada, como debe ser en un tema sobre el que tanto se investiga.
Se detiene el autor en la discusión de los diferentes tipos de asma, dentro de los cuales el más frecuente es el alérgico o extrínseco (78%), que se ve en atópicos donde la reacción es mediada por la 19-Ey en no-atópicos; aunque también está el asma intrínseca y la mixta; la ocupacional y la causada por drogas como la aspirina y los beta-bloqueadores; también se explaya sobre la frecuente bronco-constricción que los asmáticos sufren durante el ejercicio, y para lo cual disponemos del cromoglicato sódico.
El diagnóstico y manejo del asma bronquial ocupa también varios capítulos, donde además de la terapéutica se habla de las diferentes estrategias de manejo. Es en esta patología en donde los farmacólogos se han lucido en la descripción de los diferentes receptores de los neurotransmisores que participan en el sistema neurovegetativo, desde la época de Alhquist y del Nóbel Black. Así pues, pasamos de la tradicional teofilina de larga acción( que requiere la medición de niveles sanguíneos) a los modernos agonistas beta 2, que al ser más selectivos reducen los desagradables efectos colaterales del tipo taquicardia sinusal.
Están por supuesto allí también los corticosteroides inhalados, los orales y los parenterales (importantes inmuno-supresores que juegan un papel en esta enfermedad inflamatoria), el ketotifeno (antagonista H1), el cromoglicato, los anticolinérgicos como el bromuro de ipatropio, etc.
Uno de los graves problemas que se producen con estos fármacos es la aparición de resistencia, pues los receptores van desapareciendo ante el estímulo continuo de los broncodilatadores, la “down regulation”. Se destaca además el papel de la terapéutica inmuno-moduladora, en donde se valora la acción de los diferentes inmunosupresores disponibles en la actualidad.
Para finalizar, quiero transcribir la definición de asma que se incluye al principio y que nos ayuda a comprender mejor de que trata este síndrome: “Es un desorden inflamatorio crónico de las vías aéreas, en el cual numerosas células juegan un papel; en particular mastocitos, eosinófilos y linfocitos T.
En individuos susceptibles, esta inflamación causa episodios recurrentes de sibilancias, disnea y tos, usualmente asociados con limitación variable pero generalizada del flujo aéreo, la cual es al menos parcialmente reversible, ya sea espontáneamente o con tratamiento. La inflamación produce igualmente hiperreactividad de la vía aérea”.
Es curioso que tratándose de una enfermedad que tradicionalmente se ha considerado psicosomática, este aspecto no se mencione en el libro, bien para negarlo o para afirmarlo.
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